El Gobierno, a través de La Comisión Interdepartamental de Sequía (CIS) ha acordado este martes una serie de cambios en los escenarios de sequía en tres zonas regidas por el indicador de pluviometría, concretamente en la cabecera del Llobregat, la cabecera del Ter y la zona del Llobregat medio. La primera de ellas, la cabecera del Llobregat, pasa del escenario de alerta al de prealerta, mientras que las dos restantes —cabecera del Ter y Llobregat medio— pasan del escenario de excepcionalidad al de alerta. Se adopta esta medida a raíz de la mejora de la pluviometría registrada en esta zona en los últimos 4 meses.
Las medidas que deben adoptarse en la fase de prealerta se pueden consultar en este enlace, mientras que las correspondientes a la fase de alerta se pueden visualizar aquí.
Este cambio de escenario entrará en vigor a partir de principios de la próxima semana, cuando se publique en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña (DOGC) la resolución del director de la Agencia Catalana del Agua (ACA). De esta forma, con este cambio habrá 13 municipios (35.007 habitantes) en situación de normalidad; 75 (800.555 habitantes) en prealerta; 327 (más de 6,2 millones de habitantes) en alerta; 198 (398.981 habitantes) en excepcionalidad; 17 (151.516 habitantes) en emergencia I.
En cuanto a las zonas definidas en el Pla de Sequera (18), dos siguen en normalidad (Banyoles y acuífero de Tarragona); dos en prealerta (Consorcio de Aguas de Tarragona y cabecera del Llobregat); 6 en alerta (acuífero del Baix Ter, cabecera del Ter, Llobregat media, embalses del Ter, embalses del Llobregat, embalses del sistema Ter Llobregat); 6 en excepcionalidad (Anoia Gaià, acuíferos del Fluvià Muga y Carme Capellades, Empordà, Prades Llaberia y Serralada Transversal); 2 en emergencia (Darnius Boadella y Riudecanyes, además de los municipios de Vallirana, Vacarisses y Sant Feliu de Codines).
Sin cambios en el resto de unidades
El resto de áreas definidas en el plan de sequía se mantienen en la misma situación. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que con la llegada del verano se producirá un descenso general de las reservas en los embalses, debido a ser una época con escasas lluvias, con una mayor evaporación causada por el calor y un incremento de los consumos (sobre todo, para satisfacer las dotaciones para el riego agrícola, que este año son más reducidas a causa del estado de las reservas). Precisamente, los embalses del Ter Llobregat y La Muga tienen una tendencia decreciente, mientras que el resto continúan con niveles estables pero con una pequeña reducción de reservas.
La sequía hidrológica, por tanto, no está superada y hay que seguir haciendo un ahorro y un consumo responsable. La Generalitat, a través de la ACA y ATL, sigue produciendo al máximo los recursos no convencionales como la desalinización y la regeneración. Las desalinizadoras catalanas siguen funcionando al máximo de su capacidad desde agosto de 2022 y sigue la aportación de agua regenerada en el tramo final del río Llobregat para incrementar la disponibilidad de agua en la región de Barcelona. Además, las obras de emergencia en el ámbito del Alt Empordà, consistente en la construcción de nuevos pozos y la aportación del agua regenerada en el río la Muga, continúan su curso, junto con las actuaciones destinadas a incrementar el aprovechamiento de agua del Besòs.