La Agencia Catalana del Agua (ACA) destinará más de 704.000 euros a la toma de Sant Ponç, en el Solsonès, con el objetivo de mejorar la seguridad estructural y reducir las posibles subpresiones en sus fundamentos.
Los trabajos, que tendrán una duración de cinco meses, consistirán en rehabilitar la red de drenaje y elevar su nivel de control para un correcto funcionamiento con la instalación de nuevos piezómetros desde la galería inferior de la presa.
Para la rehabilitación de la red de drenaje se perforarán nuevos drenes de 76 mm de diámetro. Una vez finalizados los trabajos, cada uno de los puntos será inspeccionado y grabado en soporte digital con una cámara especial subacuática, para poder comprobar el estado real de las paredes del sondeo, indicando la profundidad de las discontinuidades, independientemente de la presencia de agua .
Finalmente, las actuaciones también servirán para adecuar el sistema de adquisición de datos, a fin de automatizar las lecturas de ciertos aparatos y de esta forma aumentar la frecuencia de obtención de datos.
Actuaciones complementarias
Además de actuar sobre la cimentación de la presa, y aunque queda lejos de ser un problema grave para la estabilidad de los bloques, también se inyectarán las juntas frías horizontal para eliminar las filtraciones leves que afloran al paramento de aguas abajo.
Para terminar las actuaciones, también se instalarán nueve puntos de control en el terreno natural del margen izquierdo de la presa, para ampliar el conocimiento del comportamiento de esta área de la que aún se tiene cierta incertidumbre, aunque no observar ningún indicio de desplazamiento en la serie de inspecciones ordinarias llevadas a cabo.