La Agencia Vasca del Agua-URA ha plantado 19.000 ejemplares de árboles y ha realizado actuaciones de control y erradicación de plantas invasoras en más de 51.000 m2 de márgenes de ríos de la CAPV en 2.017, con el objetivo de mejorar los ecosistemas fluviales del territorio. Estas actuaciones han requerido una inversión de 1,1 millones de euros.
Los bosques de ribera en el País Vasco se encuentran en una delicada situación, ya que muchos de estos bosques han sido deforestados y ocupados por usos agrícolas, urbanísticos o industriales; también en los 5 primeros metros de margen en abundantes tramos de ríos y arroyos, que la normativa protege y que los ríos precisan con frondosa vegetación autóctona para su buen estado (sombreado, hábitat para especies, consolidación de márgenes, paisaje…).
Las reforestaciones persiguen recuperar la vegetación de ribera autóctona en los ríos mediante la plantación de alisos, fresnos, sauces, avellanos y arces, así como de arbustivas como el espino albar, el cornejo, o el aligustre, entre otras especies. En las zonas más lejanas al cauce, se incorporan especies como el quejigo y el roble.
Una vez reforestado, se realizan dos mantenimientos anuales durante dos años, en los que se desbrozan las herbáceas alrededor de la planta para que disponga de más espacio y nutrientes. La evaluación anual de las plantaciones indica que durante 2017 el 72% de las plantas han sobrevivido. La mortandad del 28% del resto de plantas, se debe principalmente al uso de herbicidas, laboreos demasiado cercanos a la planta u otras malas prácticas agrícolas, ganaderas o conductas incívicas que han terminado dañándolas.
Parte de estas actuaciones han sido posible gracias a agricultores, ganaderos y ciudadanía sensibilizada con la mejora ambiental que han cedido parte de su parcela junto al rio o arroyo, y donde URA ha podido restaurar y reforestar tramos colindantes al río que mejoran de forma importante los ecosistemas fluviales y ayudan en la estabilización de taludes frente a procesos erosivos.
Por otro lado, URA ha realizado actuaciones de control y erradicación de plantas invasoras en más de 51.000 m2 de márgenes de ríos de la CAVP. Y es que la introducción de especies exóticas invasoras constituye una de las principales causas de pérdida de biodiversidad por su capacidad de alterar los hábitats y los ecosistemas. En la mayoría de los casos, debidas aunque cada día es más común la introducción por usos ornamentales en parques y jardines tanto públicos como privados, que terminan convirtiéndose en focos de dispersión de estas especies. ebidas al comercio ilegal
Los cursos fluviales del País Vasco siguen sufriendo el avance de esta flora invasora, sobre todo en las cuencas cantábricas de Bizkaia y Gipuzkoa, aunque ya empiezan a aparecer en las cuencas mediterráneas de Araba. Entre las especies más invasivas, destacan el Plumero de la Pampa (Cortaderia Selloana), la Fallopia Japonica, la Buddleja davidii, la caña común (Arundo donax), la falsa acacia (Robinia pseudoacacia), la crocosmia x crocosmiiflora o la especie Helianthus tuberosus.
A pesar de que la Ley 42/2017 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad prohíbe y sanciona con multas a partir de 500 euros, no solo el comercio, sino la mera posesión de esta flora invasora, muchas personas e instituciones, por desconocimiento generalmente, siguen decorando sus parques y jardines con estas plantas invasoras.
Todo ello dificulta la labor de URA y otras instituciones en erradicarlas, por lo que es preciso que las personas e instituciones poseedoras de estas plantas en sus fincas o parcelas, las retiren o eliminen, o informen a la institución competente para que puedan retirarlas.
Desde URA se continuará trabajando en recuperar el buen estado ecológico de los ríos, siendo las reforestaciones y el control de flora invasora dos aspectos clave para recuperar tanto los bosques de ribera como la biodiversidad de fauna y flora del País Vasco. Una tarea para la que es necesaria la colaboración de la ciudadanía y la concertación entre instituciones.