URA ha plantado 11.400 árboles y arbustos en 58.000 metros cuadrados de riberas de ríos en los municipios alaveses de Hereña y Zuhatzu-Kuartango, Nanclares de la Oca, Langarika y Lanciego durante durante el primer trimestre de 2019. Estas actuaciones tienen como objetivo mejorar el ecosistema fluvial y fomentar así hábitats que den cobijo a una gran variedad de especies de fauna amenazada que habitan esta zona, como son el visón europeo, la nutria euroasiática, el avión zapador, o peces como la Zaparda, el Blenio de río o la Lamprehuela.
Las franjas de árboles y arbustos ubicados en las márgenes de los ríos constituyen un ecosistema, refugio y hábitat de una amplia biodiversidad de fauna y flora. Además, ayudan a frenar las erosiones de los taludes y sombrean el cauce, lo que evita el crecimiento de la vegetación en el lecho del cauce, y refresca y oxigena el agua para las especies acuáticas.
Sin embargo, estos ecosistemas han sido dañados en muchos tramos de ríos del territorio, debido a malas prácticas agrarias o silvícolas como la plantación de choperas, eliminando previamente el bosque de ribera existente.
Con el objetivo de recuperar el bosque de ribera, la Agencia Vasca del Agua ha contactado con los propietarios de las choperas para promover con su colaboración actuaciones de restauración. En colaboración con la Junta Administrativa de Hereña, se han recuperado alrededor de 21.200 metros cuadrados de superficie de antiguas choperas y se han plantado 3.873 plantas arbustivas y arbóreas, junto al río Baia, en tres parcelas de su propiedad.
La Junta de Zuhatzu-Kuartango ha colaborado asimismo permitiendo recuperar 16.000m2 mediante la revegetación de 3.300 árboles y arbustos en otras tres parcelas de su propiedad que estaban ocupadas por chopos.
En el caso de la chopera de Nanclares de la Oca, la restauración se ha limitado a la zona de servidumbre, es decir, los primeros 5 metros junto al río, permitiendo recuperar en su parcela alrededor de 1.500m2 junto al río Zadorra mediante la plantación de 750 ejemplares de especies vegetales autóctonas.
Asimismo, se ha mejorado la balsa de Langarika tras el acuerdo con la Junta, mediante la ampliación de la banda de vegetación perimetral de la balsa con la plantación de alrededor de 2.600 ejemplares y la recuperación de aproximadamente 19.000 metros cuadrados.