La Agencia Vasca del Agua-URA ha talado 25 plátanos de sombra (Platanus x hispánica) de las riberas del Urola, en Azkoitia. La actuación ha requerido la extracción de 180 metros cúbicos de madera del río y la posterior plantación de 375 ejemplares de árboles autóctonos de ribera. Se trata de una de las actuaciones de restauración fluvial acordada con el ayuntamiento azkoitiarra en el Urola a su paso por el municipio. Aguas abajo, se despejó un tapón de grandes dimensiones en un puente en el municipio de Azpeitia.
El plátano de sombra presenta un tronco capaz de alcanzar portes significativos más allá de los 30 metros y, dado que su copa proyecta una gran sombra, se ha venido utilizando profusamente como árbol ornamental en parques o los ribazos de las carreteras. Asimismo, las riberas de los ríos son un terreno muy propicio para su expansión, donde se han asilvestrado, o donde han sido plantados expresamente durante décadas. Sin embargo, puede caer con relativa facilidad y obturar bien el cauce o bien un puente aguas abajo una vez que la corriente lo arrastra. Ha de tenerse en cuenta que no es una especie de ribera autóctona, no fomenta la biodiversidad riparia o fluvial y en ocasiones no sirve para consolidar y fijar la ribera, una función que la vegetación de ribera autóctona sí ofrece. Pese a que se asocie como valor paisajístico tradicional, se trata de una planta alóctona en las riberas de los ríos, donde puede generar problemas cuando su tocón se desprende o cae al cauce y desestructura la ribera.
Asimismo, se ha actuado sobre 2270 metros cuadrados tapizados por la Crocosmia x crocosmiiflora (una bonita planta naturalizada en muchas riberas de los ríos que se propaga con facilidad), 420 metros cuadrados tapizados por la Fallopia japonica (una planta del este asiático cultivada con fines ornamentales que se ha expandido y convertido en una especie invasora muy expansiva), 300 metros cuadrados ocupados por la Buddleja davidii (conocida como el “arbusto de las mariposas”) y se han extraído 80 metros cuadrados de Helianthus tuberosus (de la familia de los coloridos girasoles, sus rizomas —tallos subterráneos que crecen en horizontal— son fácilmente transportados por el agua de los ríos, y puede desplazar a la vegetación autóctona).
Por último, se ha procedido a la retirada de 80 metros cúbicos de vegetación y madera muerta del cauce del Urola. Si bien esta acumulación de vegetación y madera en el cauce es lo propio del comportamiento del río y sirve para albergar flora y fauna vital para el buen estado ecológico del río, en los tramos urbanos canalizados pueden generar un obstáculo al libre fluir de las aguas y reducir la sección hidráulica para la que fue diseñado el tramo canalizado. De ahí que, en esos casos, sea necesario retirar los troncos, los tocones o las ramas de gran porte que puedan haber sido arrastrados por la corriente y haberse depositado, por ejemplo, junto al pilar de un puente, o en los sedimentos depositados en el cauce.
