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De transformación a realidad digital: El agua se ‘smartiza’

  • transformación realidad digital: agua se ‘smartiza’
    (Foto: Pablo González-Cebrián/iAgua)

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Portada iAgua Magazine

Big Data, IoT, robótica, telelectura, machine learning, realidad virtual, ciberseguridad, blockchain, chat box, realidad aumentada, cloud computing… todos estos términos forman parte de la nueva normalidad en el sector del agua. De la transformación digital hemos pasado a la “realidad” digital, un cambio que implica a todos los agentes participantes en la gestión de nuestro recurso más preciado.

Sin embargo, este escenario no está exento de desafíos. La idealizada teoría trae aparejados retos que es necesario identificar con premura ante las poco deseables consecuencias: el que no se adapte a la revolución, corre el riesgo de diluirse en el aislado mundo 1.0.

En una nueva edición del Foro iAgua Magazine, el nivel de la conversación se eleva con la reunión de 5 expertos como son Frank Zamora, Director de IT de ACCIONA Agua; Carmen de Miguel, Water & Waste Water Offer Manager de Schneider Electric; Víctor Pinedo, Director General de Sensus España; Agustí Ferrer, Director Gerente de Aqua España, y Mª Ángeles Vicente, Directora IT de Aqualia.

Con ellos, hemos profundizado en las vicisitudes del sector en un contexto que se encuentra en constante y rápida evolución. Estas son sus conclusiones.

Contexto: cómo estamos

“No estamos hablando de una conversión a lo digital”, comienza Carmen de Miguel, “sino de una profunda renovación”. Frank Zamora asiente: “es un cambio en la forma de hacer el negocio”. Mª Ángeles Vicente pone el ejemplo: “antes hacíamos un proyecto, se implantaba y al siguiente. Ahora, la transformación digital impone cambios continuos. Se hacen cosas más pequeñas que aporten valor más rápido”. Y es que “lo que hace unos pocos años era innovador, hoy es un commodity”, asegura el Director de IT de ACCIONA Agua.

En este sentido, Carmen de Miguel observa que “hay un mundo de posibilidades que antes solo imaginábamos”. Agustí Ferrer considera que “el sector tiene un margen importante en cuanto a nuevos negocios” y, adelanta, que ya “hay start-ups que están empezando, y en el futuro veremos alianzas con big partners”. El Director Gerente de Aqua España invita a fijarse en “otros sectores”.

Normas: cuando el freno es externo

El sector del agua atraviesa un cambio global. Nuestros expertos lo tienen claro, pero el sistema adolece de las herramientas que faciliten la transición. “La regulación va más despacio que las empresas”, afirma Mª Ángeles Vicente. “La regulación es también un motor que acelera el dinamismo del mercado del agua”, prosigue Carmen de Miguel. Lo ilustra con casos concretos: “en UK, el marco regulatorio es muy estricto. Recientemente, Thames Water ha tenido que pagar una cuantiosa suma como penalización por no haber cumplido con su compromiso de reducción del nivel de fugas de la red durante los tres últimos años. En Italia, hay una nueva reglamentación que impulsa la adopción de nuevas tecnologías, la apuesta por la innovación y la integración de información”.

Víctor Pinedo se centra en el caso español: “no tener un regulador nacional puede llegar a dificultar cambios estratégicos en el sector”. También cree que “en otros países donde está más avanzado, a nivel regulatorio obligan al sector a moverse en una cierta dirección”. En este punto, “hay empresas que por su propia manera de trabajar van mejorando, pero muchas otras no. Con un marco regulatorio, la compañía se ha de plantear, quiera o no quiera, cómo avanzar”. Sobre España, advierte que “el aspecto regulatorio es muy local. Puedes tener una ciudad que esté haciendo una cosa fantástica y, en cambio, la de al lado esté yendo hacia atrás”. Mª Ángeles Vicente corrobora sus palabras: “una regulación común ayudaría a que no existiera ese ‘desalineamiento’”.

Frank Zamora apunta una cuestión más: “un punto importante es la velocidad a la que se mueven los integrantes del ecosistema de negocio. Si nuestro partner va más rápido o más lento, es complicado moverse. Como empresa, tienes que ir ajustando tu velocidad para coordinarte”. Al final, como concluye Mª Ángeles Vicente, “todas las empresas quisiéramos ir mucho más rápido de lo que estamos yendo”.

Estandarización: cada uno a su manera

Continuando con las discordancias que retrasan la conversión del sector, Carmen de Miguel toma la voz cantante: “otro punto clave es la estandarización. No existe una reglamentación y hay muchísimos protocolos y estándares”. Mª Ángeles Vicente le sigue a la zaga: “al poner en marcha alguna iniciativa, la mayor parte del trabajo está en la estandarización. El tiempo se acaba invirtiendo en homogeneizar la información de los distintos fabricantes”. Frank Zamora conoce el problema de primera mano: “en ACCIONA Agua tenemos un proyecto piloto de planta inteligente controlado con sistemas de control de distintos fabricantes. Cuando la información llega al repositorio para ser analizada, los datos tienen diferente calidad y formato, y tenemos que tratarlos”. Y plantea que “no sé si tiene una regulación de carácter mundial, local o de mercado, pero es importante hacerlo”.

Hablando de casos concretos, Carmen de Miguel expone la estrategia de Schneider: “construimos toda nuestra oferta interconectada e interoperable, y apostamos por utilizar un protocolo abierto y estándar. Es fundamental que todos los sistemas se hablen”. “Es un problema que en cualquier caso nos vamos a encontrar”, observa Mª Ángeles Vicente. Y lo ilustra con una situación común entre los operadores de agua: “en una nueva concesión no puedes cambiar toda la sensórica de la red, porque es una inversión de miles de euros que además, funciona. De acuerdo con que hay que estandarizar, pero vamos a tener que seguir luchando irremediablemente con los equipamientos de base”. Y lo corrobora: “tenemos proyectos en los que no podemos estandarizar. Hacemos entonces APIs de comunicación para que cuando vayamos a otra ciudad, como los sensores están estandarizados, no haya que hacerlo nuevo”.

Inversión: el capital que necesitamos

A colación de esto último, Carmen de Miguel recuerda que “uno de los retos del sector es la falta de capital para invertir. Hay que aprovechar al máximo la infraestructura existente para alargar la vida útil”. Matiza sus palabras: “por el hecho de no tener recursos para todos, estas estructuras de datos tienen que facilitar el priorizar. La tecnología smart water ha de permitir decidir qué punto es necesario cambiar y no gastar en el resto”.

En este aspecto, Mª Ángeles Vicente observa que “lo que necesitamos es un mayor esfuerzo que si hubiéramos partido de una situación estándar”. “En cierta manera”, razona Carmen de Miguel, “las tecnologías smart water son a veces como un pez que se muerde la cola: tenemos que ir hacia ellas, pero no podemos porque hay equipos que son antiguos”.

La guinda la pone Agustí Ferrer: “una de las cosas que se podrá ver en el futuro es un modelo de negocio en el que vengan inversores externos dispuestos a invertir a cambio del retorno fruto del ahorro pertinente de la mejora implementada en una red de agua gracias a la tecnología X. Además, con la mentalidad de crecimiento de esos fondos, se podría incentivar a las empresas a probar tecnologías para generar negocio adicional en otra área”.

Seguridad: la mejor manera de proteger lo nuestro

Precisamente es Agustí Ferrer quien lanza el siguiente tema del debate: “otro tema del que se habla cada vez más es la seguridad”. Y prosigue: “Hay un campo enorme, y más con el blockchain. Ya hay simposios donde el blockchain en el agua da que hablar, porque es la manera de tener trazabilidad”. Mª Ángeles Vicente asiente: “es una tecnología que va a permitir que las comunicaciones digitales estén realmente protegidas”. Pero apostilla que “una de las cosas más importantes en el mundo del agua es asociar la seguridad sanitaria con la seguridad física”, tal como explica. “Es mucho más complicado un problema en la calidad del agua asociado al bloqueo de un determinado sensor que una contaminación del agua real, más sencilla de producir por medio de un problema de seguridad física. La parte digital ayuda a controlar con mediciones constantes, pero la física puede ayudar”.

“Y no solo la seguridad física del ser humano”, advierte Frank Zamora. “Tienes la ciberseguridad de los datos, pero también instrumentación y maquinaria que están en tu planta ejecutando acciones. ¿Cómo dotar de mecanismos de seguridad a las maquinas que tenemos, que están funcionando casi de manera autónoma en las instalaciones?”. El Director de IT de ACCIONA Agua subraya que “las profesiones top son las relacionadas con Big Data y ciberseguridad. La gran cantidad de información que gestionamos hace cada vez más importante que la seguridad está inmersa en el día a día”.

Refrendando sus palabras, Carmen de Miguel revela que “los ciberataques están creciendo exponencialmente”, y desde Schneider “entendemos la seguridad a todos los niveles, comenzando por el equipo de campo. En la capa de control que habla directamente con ese equipo tiene que haber ciberseguridad reforzada en todos los protocolos. Y de ahí hacia arriba. Hemos separado directamente la comunicación de la capa de control hacia las plataformas de operación y decisión, de manera que nunca se puede ir desde la nube hacia abajo”. “En Aqualia hacemos lo mismo”, coincide Mª Ángeles Vicente.

Validación: ¿cuánto de fiables son mis datos?

El objetivo de la seguridad no es otro que proteger. Los datos son uno de los mayores activos en este universo smart, pero hay otros factores a tener en cuenta en cuanto a su manejo: su fiabilidad puede ser cuestionable. “Es uno de los paradigmas actualmente”, asegura Mª Ángeles Vicente. Carmen de Miguel puntualiza que “tiene que haber un análisis de fiabilidad de la información para extraer resultados que van a marcar la operación de un equipamiento, una planta o una red de agua. Es decisivo”.

Prosigue Frank Zamora: “las propias tecnologías de IA y machine learning aportan también la validación de los datos. A medida que se establecen modelos para validar el nivel de certeza de la información, el algoritmo y los datos se hacen más fiables. En ACCIONA Agua validamos la información desde el punto de vista de 'está dentro de un umbral válido de información, viene en formato correcto, tiene sentido...'. Cuando hay valores que no tienen sentido, podemos despreciarlos o interpretarlos como outlayers”. “O detectar el fallo del equipo”, apostilla Carmen de Miguel. “La repetición de un fallo no te dice que la fuente no es fiable. Los algoritmos te ayudan a predecir el futuro y a validar la información para esos modelos predictivos”, remata Frank Zamora.

En casi cualquier proyecto de machine learning o IA, la primera etapa es asegurar que los datos de entrada están depurados. Si no, las conclusiones son irremediablemente erróneas”, acaba Mª Ángeles Vicente.

Personas: millennials y transmisión del conocimiento

Agustí Ferrer retoma la conversación: “respecto a las personas, un tema clave es la adaptación. Pero hay que ser realistas: hay gente que en los próximos 5 años no estará, porque sus perfiles son difícilmente adaptables. Seguramente, en el ámbito del agua veremos mayor número de matemáticos e ingenieros, porque será necesario tener una capacidad ya no de calcular, si no de afrontar de manera rápida y numéricamente los problemas. Y esos perfiles que no habíamos imaginado en el sector del agua van a cambiar la cultura organizativa de las empresas”. La palabra 'millennial' hace acto de presencia en el coloquio de la mano de Frank Zamora: “tienes que cambiar tu oferta de desarrollo de carrera para los 'millennials'”. Explica que “interesa tener gente que sea capaz de ir absorbiendo información y de ir desechando aquello que no es importante”. “Pero”, matiza, “no hay que olvidar a las generaciones anteriores. Tenemos que ser conscientes de esa gestión del conocimiento para que las nuevas generaciones puedan asumirlo y desarrollarlo”. “No solo se trata de trasladar el conocimiento de este perfil hacia el otro perfil; en muchos casos se trata de que trabajen juntos y en lenguajes es muy distintos”, reflexiona Mª Ángeles Vicente.

Carmen de Miguel opta por “diferenciar según el tipo de empresa. Una empresa tecnológica siempre va a atraer talento joven porque la innovación está a la orden del día”. Y se pregunta: “¿cómo hacer atractivo el mercado del agua para ‘millennials’? Hay una oportunidad con la digitalización: hace más atractivo el acceso de las nuevas generaciones”. En relación a la transmisión del conocimiento, cree que las empresas se pueden valer de “aplicaciones, como la realidad virtual o aumentada, para favorecer la transmisión de conocimiento y facilitar el aprendizaje para los que vengan”. Víctor Pinedo asiente: “cuando se puedan traspasar los procedimientos, protocolos, formas de trabajo, a una máquina, quedará establecido. No es tan directo ni tan fácil, pero el 'robot' actuará en función de unos inputs, llegando a realizar lo mismo que haría una persona con mucha experiencia para ese caso”. “Estoy de acuerdo... en parte”, disiente Mª Ángeles Vicente. “Las personas hacemos las cosas de una forma que no es puramente automatizable. Habrá procesos donde las nuevas tecnologías ayudarán. A otros, afortunadamente, las máquinas no van a conseguir llegar”.

Tendencias: la moda Smart Water

No todo es válido en este escenario. Hay aplicaciones que se han quedado en el camino. A la hora de analizar lo que realmente está dando que hablar, Carmen de Miguel lo tiene claro: “la tendencia es integrar de forma trasversal en plataformas que sirven de nexo de unión de toda la información. Éstas son agnósticas en cuanto a hardware, se pueden conectar con cualquier equipo y sistema de control. Las aplicaciones de Smart Water ya no son herramientas aisladas, sino que se integran con plataformas empresariales o utility wide, de donde se extraen indicadores de funcionamiento”. “A largo plazo”, se atreve a vaticinar Víctor Pinedo, “será un conjunto de herramientas que contribuirán a optimizar la totalidad del proceso. La oportunidad reside en cómo integrarlo y sacar patrones”. Mª Ángeles Vicente sí está totalmente de acuerdo esta vez: “antes, cuando hablabas de IoT, era una cosa más limitada. Ahora, el concepto ha cambiado en nuestras cabezas. Nosotros ya lo manejamos como un conjunto, y no como piezas aisladas”.

Frank Zamora aporta su visión personal: “estas tecnologías siempre han existido. El Big Data es la gestión de datos que ya utilizaba la NASA en los 70. Ahora, con el cloud computing y el abaratamiento del almacenamiento y del procesamiento de información, se ha hecho un commodity al que cualquier empresa tiene acceso”. Se detiene a revelar el prisma de su compañía: “En ACCIONA Agua lo enfocamos como un ecosistema de tratamiento inteligente de la información. Trabajamos en los proyectos de innovación en modo piloto, y nos enfocamos en tratamiento de Big Data y machine learning para elaborar algoritmos que mejoren nuestros procesos e instalaciones. En la parte de servicios, además de fugas, nos centramos en la predicción de consumo para ajustar la capacidad de distribución en la red”. “Hay aspectos”, adelanta, “en los que somos todavía cautos. La tecnología cambia tan rápido de un año a otro que invertir en algo que el año que viene va a cambiar... nos movemos a la velocidad que la tecnología nos dicta”.

Reanudando la exploración de tendencias, Carmen de Miguel cuenta que “la arquitectura de nuestra plataforma EcoStruxure se basa en 3 capas: equipamiento y dispositivos de campo, control y la capa superior, donde está la analítica, las aplicaciones y los servicios. Ofrecemos aplicaciones integradas para la detección de fugas, gestión energética, optimización y gestión del mantenimiento”. En cuanto a realidad aumentada y virtual, “tenemos soluciones que aplicamos a mantenimiento, operación y formación”. Destaca además “los servicios digitales para empresas y operadores, quienes pueden externalizar parte de su operación, ya que se les da la oportunidad de tener unos expertos detrás y olvidarse de la infraestructura hardware y software de la solución: está todo en la nube”. Igualmente, “contamos con una plataforma de servicios digitales para facilitar la creación de aplicaciones que utilicen información en la nube. Tenemos socios IT en esa capa para completar nuestra oferta digital, porque no se puede ser experto en todo. Lo importante es tener unas buenas alianzas estratégicas”. Frank Zamora observa esa utilidad: “es un punto importante: no pretender que la empresa tenga todo el conocimiento”.

Exceso de conceptos: too much information

Hablando de saberlo todo, el Director de IT de ACCIONA Agua confiesa que “hay una avalancha tal de conceptos, de cambios de paradigmas y de tecnologías, que el mismo responsable de negocio se ve abrumado. Nosotros, como tecnólogos, tenemos que llevar al negocio lo que realmente esté aportando la nueva tecnología”. “Aquí debemos tomar conciencia ambas partes”, reflexiona Víctor Pinedo, “ya que sin la colaboración de las dos partes implicadas es complicado. Es vital que la empresa defina lo que querría obtener. Y a partir de aquí ver cómo encaja la  tecnología”. “Muchos proyectos”, analiza, “por el hecho de no transmitirse bien, se han quedado aparcados”.

“En el ecosistema de los actores del agua hay muchísimas diferencias”, avanza Carmen de Miguel. Rememora sus inicios: “tuvimos la suerte de colaborar con clientes visionarios de fuera de España. Estas empresas, una en Brasil y otra en Oriente Medio, apostaron por este tipo de soluciones desde el principio. Pero había una ausencia total de esta cultura en el mundo del agua, y no teníamos nada para cuantificar los beneficios de los proyectos de antemano porque eran las primeras implantaciones. Ahora ya podemos decir por ejemplo que se mejora la operación, el mantenimiento o que se ahorra en el consumo energético, y con la recopilación de resultados, mostrar los beneficios a un operador”. Víctor Pinedo añade que “cuando hablamos de estas soluciones, hay que tener en cuenta el tamaño de la empresa. Son escalables, se pueden adaptar a lo que interese al cliente. Una empresa de 10 personas no tiene por qué meterse en una solución completa, lo importante es que se mueva en la tecnología y se avance hacía una mejora de la gestión”.

Proyectos en marcha: lo que hace cada empresa

Casi llegando al final de la charla, llega el momento de repasar lo que ACCIONA Agua, Aqualia, Sensus, Schneider Electric y AQUA España realizan en el ámbito Smart Water. Y en este mismo orden es como conocemos cada una de las iniciativas.

En primer lugar, Frank Zamora cuenta que “en ACCIONA Agua trabajamos en la implantación de instalaciones inteligentes en el Centro de Control Inteligente como plataforma corporativa del grupo. En el caso de agua será el CEOA, Centro de Control de Agua. Utilizando la tecnología de IoT, Big Data e Inteligencia Artificial - machine learning, estamos dando oportunidades de mejora en los procesos y en la operación de las instalaciones. Hemos empezado con un proyecto piloto en desalación, con dos plantas en España, una en África y otra en Oriente Medio. La idea es incorporar estas 4 plantas al CEOA, obtener información de la sensórica  de cada una y definir los modelos y algoritmos  a implementar de cara a mejorar la operativa. Estamos trabajando también con los diferentes proveedores en soluciones tecnológicas: Microsoft, Schneider, Siemens... Incluso los hemos incorporado en el programa de innovación corporativa I'MNOVATION con el piloto del CECOA. La participación ACCIONA Agua consiste en definir modelos más rompedores en el tratamiento de agua en las desaladoras. Allí trabajamos con modelos de predicción de calidad del agua, con información de los satélites de la NASA y de la Agencia Espacial Europea y con información interna de la planta. Por último, queremos incorporar una parte de chat box para interactuar de manera más inteligente con el centro de control”.

En Aqualia, según Mª Ángeles Vicente, “los proyectos asociados a innovación, incorporación de nuevas tecnologías y transformación de los procesos se trabajan a través de pilotos. En la parte de redes, trabajamos en la gestión inteligente de la red. En Almería y en Baleares se está haciendo pilotaje para incorporar estos modelos. En cuanto a tecnologías, empleamos IoT, machine learning, Big Data y procesos de IA para mejorar el consumo eléctrico, detectar fugas y tener equilibradas las magnitudes que afectan a la red. Asociado al mundo clientes, trabajamos en el concepto de multicanalidad, de forma que indistintamente del canal de comunicación que elija el cliente, podamos resolver su problema. También en relación al cliente, a través de algoritmos intentamos detectar si hay un consumo anómalo de forma temprana”.

En Sensus, la participación en proyectos piloto también es habitual, tal como explica Víctor Pinedo: “no puedes implantar según qué soluciones sin haberlas testeado previamente”. En cuanto a iniciativas consolidadas, el Director General de Sensus España destaca “Singapur y Thames Water en Reino Unido. En Singapur tenemos una de las instalaciones más importantes a nivel mundial en la que se controlan, entre otros parámetros, la presión o se utilizan correladores acústicos para determinar fugas. Llevamos años tele-leyendo datos y gestionando de manera correcta para conocer dónde se tiene que actuar, dónde se ha de priorizar el mantenimiento, etc., e incluso poder llegar a anticiparnos a posibles necesidades específicas.  Thames Water es parecido. Implantamos la telelectura de equipos para poder detectar fugas, minimizar el coste energético asociado, mejorar servicios a clientes, etc. Todo promovido por la reglamentación; tienen un control constante”.

En Schneider, Carmen de Miguel explica que “dentro de los nuevos modelos de negocio, hemos lanzado nuestros servicios digitales, contamos con la colaboración de nuestros clientes y socios en la ideación de nuevos servicios y ponemos a su disposición la plataforma Exchange para desarrollo conjunto. En marzo de este año, la división de software industrial de Schneider Electric se integró con AVEVA, para crear un líder en aplicaciones Smart Water. Con ello se ha ampliado nuestra oferta de soluciones, y ahora con nuestra plataforma EcoStruxure podemos abarcar todo el ciclo de vida útil de una planta, de un dispositivo o de un proyecto. Desde AVEVA se aborda el diseño conceptual de una planta con digital twins, una reproducción de lo que hay o de lo que va a haber. Ese diseño tiene en su concepción cómo se va operar, qué se necesita hacer con esa infraestructura, cuáles son los beneficios y cómo gestionarla”.

“En sitios concretos” pormenoriza Carmen de Miguel, “en Naya Raipur (India) se encuentra un nuevo desarrollo de Smart City en el que participa Schneider, donde vamos a implantar un sistema de detección de fugas, de optimización, de gestión de la información de la operación de la red y el Scada. En Nueva Zelanda se ha implantado un sistema de optimización del regadío. En Reino Unido seguimos trabajando con clientes como Anglian Water, con el que operamos en la detección de fugas, y se va a implantar un sistema centralizado de toda la información de la empresa. Por último, en Italia y países del Sudeste Asiático estamos ejecutando proyectos en los que integramos nuestra tecnología Smart Water para ayudar a nuestros clientes a cumplir con sus objetivos.

Cierra este conjunto de experiencias Agustí Ferrer, quien destaca, por ejemplo, el amplio potencial de crecimiento del sector del regadío. “En riego, hay líneas de proyectos en los cuales el enfoque no solo está basado en coste energético, sino que si tenemos los medios para medir con sistemas inteligentes cuánta agua se aporta al cultivo o al área pertinente, podremos generar un aumento del negocio”.

El futuro: Una visión propia

Ante la inevitable última pregunta sobre el futuro smart en el sector del agua, los integrantes del XX Foro iAgua Magazine tienen aún mucho que aportar. Agustí Ferrer se atreve a predecir que “un gran paso será el desarrollo de negocios basados en tecnologías y en ecosistemas digitales, donde vamos a ver una interrelación de la cadena de valor desde ese b2b del proveedor con el de la infraestructura, pero también hacia el cliente, donde todo estará integrado y se detectarán más rápido las necesidades”.

Víctor Pinedo, Director General de Sensus España, cree que “los dispositivos cada vez aportarán más valor a las empresas que gestionan, y finalmente a los clientes. Y por ahí van los caminos de desarrollo. También en el tema de protocolos; es un aspecto decisivo para que las tecnologías smart ‘exploten’ y sea un tema mayúsculo a nivel global. Estamos muy atentos y colaborando en las tendencias que se van a imponer finalmente. Y en el aspecto del análisis de datos, se ha de avanzar todavía mucho”.

Desde Aqualia, Mª Ángeles Vicente afirma que “estamos trabajando en dar a nuestros negocios esa plataforma digital que aborde toda la cadena de valor, también en la relación con terceros. Y con la idea de que sea lo suficientemente flexible a futuro para que podamos ir incorporando las mejoras digitales que surjan. La sensorización, la información en tiempo real, los algoritmos de machine learning… acaban de empezar. Nos queda mucho camino por recorrer para ver lo que somos capaces de conseguir. Lo que no sabemos es cómo va a cambiar el modelo de negocio del agua. Lo vamos a ir descubriendo poco a poco”.

“El futuro de la humanidad lo veo como en la película de Disney Wall-e y me da pánico”, interviene Frank Zamora entre las risas del resto. Se explica: “estamos perdiendo esa capacidad humana en muchos aspectos”. Sin embargo, “en el futuro de las empresas de agua, el dato va a ser como el petróleo. La fiebre que todos vamos a querer controlar: la información. Y en este sentido, el Big Data, el análisis de datos, la analítica, la inteligencia artificial, etc., va a ser el core de los negocios”.

En contraposición, Carmen de Miguel tiene claro el mensaje positivo: “veo el futuro prometedor y apasionante. Ya hay cambios de los que somos testigos. Y van a ocurrir muchos más, aunque con diferencias regionales. La forma de gestionar el personal y las tecnologías, cómo combinar lo que existe, lo antiguo, lo nuevo… Las reticencias que había en el mundo del agua se van a ir eliminando, y va a haber menos barreras para afrontar estos cambios. También por el relevo generacional”. Como asevera Víctor Pinedo, “esto ya no hay quien lo pare”.

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