(JuntadeAndalucia) La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha confirmado la presencia de mejillón cebra (Dreissena polymorpha) en el embalse de Iznájar (Córdoba), perteneciente a la Cuenca del Guadalquivir, y sus alrededores.
Tras una visita rutinaria a la zona, los Agentes de Medio Ambiente encontraron un total de 11 ejemplares vivos adosados a las ramas muertas de la vegetación de la orilla, y que debido al continuo descenso del nivel de las aguas que se viene produciendo por las escasas precipitaciones, habían quedado emergidos y localizables a simple vista.
Ante esta situación, se deberían aplicar de forma inmediata todos los protocolos preventivos de dispersión de esta especie a cauces no afectados. En el año 2010, la Junta de Andalucía puso en marcha un expediente para el control del mejillón cebra en los embalses de la administración andaluza por un total de 956.055 euros y con vigencia hasta 2013. Desde 2010 hasta septiembre de 2011 se llevaron a cabo trabajos de detección y seguimiento que dieron como conclusión que la presencia y reproducción de dicha especie estaba circunscrita al embalse y contra embalse de los Bermejales en la provincia de Granada y cuenca del Guadalquivir.
Por ello, se adoptaron las medidas necesarias para evitar la propagación del molusco a otras zonas y embalses tanto de la cuenca del Guadalquivir como de otras cuencas de la Comunidad Autónoma, entre ellas las de desinfección para la navegación en dicho embalse de los Bermejales. En octubre de 2011, el expediente de prevención y lucha contra el mejillón cebra fue traspasado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en ejecución de sentencia, dejando dicho organismo en suspenso el mismo con el consiguiente riesgo de propagación del mejillón a otras zonas, como parece ser que ha ocurrido tras detectarse en el embalse de Iznájar, perteneciente a la Cuenca del Guadalquivir.
El mejillón cebra
El mejillón cebra (Dreissena polymorpha) es un molusco de agua dulce procedente del mar caspio que fue detectado por primera vez en 2001 en Cataluña en aguas del bajo Ebro habiéndose extendido al menos por nueve comunidades autónomas principalmente del centro y levante y por las cuencas del Ebro, Jucar, Cantábrico y Guadalquivir.
Esta especie está catalogada como una de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, causando graves pérdidas económicas y alterando el hábitat de las especies autóctonas con las que compite por el alimento. Entre los vectores de dispersión de esta especie invasora se encuentra la navegación recreativa, la pesca deportiva desde embarcación, los trasvases de agua a pequeña y gran escala y cualquier actividad que implique movimiento de aguas de una masa a otra.
