En #YoBeboAguadelGrifo, contamos hoy con Santiago Lafuente, Director España de Aqualia. En su entrevista, detalla las ventajas de abastecerse de agua del grifo y la labor de las empresas gestoras a la hora de dar a conocer los beneficios que conlleva elegir esta ocpión frente al agua embotellada.
Santiago es Ingeniero de Caminos Canales y Puertos por la UPM, en 1987 comienza su carrera en Kronsa Internacional y Panasfalto. En 1990 se incorpora a Construcciones y Contratas (FCC) como Responsable de producción de Depuración de Aguas Residuales de España. Posteriormente se hizo cargo de la Dirección de la Delegación Centro-Norte. Tras la creación de Aqualia, asumió la Dirección de Zona Norte de Aguas. En 2013 toma las riendas de la Dirección de la Zona I de Aqualia. Desde octubre de 2015, asume la Dirección España de Aqualia.
Pregunta - ¿De dónde nace el debate entre el consumo de agua embotellada o agua del grifo? ¿De qué se alimenta?
Respuesta - En España disfrutamos de unos excelentes servicios de abastecimiento y saneamiento desde hace años. Pese a ello, parece que la toma de conciencia de la sociedad acerca de esto es reciente y va en aumento. Por decirlo coloquialmente, el agua del grifo “es tendencia” y lo que debemos hacer es trabajar para que no deje de estar en la agenda de políticos, medios de comunicación y ciudadanos. Es en este contexto en el que surge el debate: ¿por qué recurrir al agua embotellada cuando tenemos un servicio de agua de muchísima calidad y con múltiples ventajas respecto al agua embotellada? Sinceramente creo que este movimiento, que se está dando en España, pero también en los países de nuestro entorno, es síntoma de una sociedad mucho más madura.
P. - ¿Qué ventajas tiene consumir agua del grifo frente a agua embotellada?
R. - Cada vez que un ciudadano bebe agua del grifo está beneficiándose por triplicado: económicamente, ya que el agua del grifo supone un coste medio de 0,10 euros por persona al mes frente a los más de 20 euros del agua embotellada. Desde el punto de vista sanitario, el agua del grifo es un producto de total garantía, ya que se controlan hasta 53 valores paramétricos. Además, el 99,3% de las muestras analizadas en el SINAC (Sistema de Información de Aguas de Consumo) resultan “aptas” para el consumo. Por último, pero no menos importante, nos encontramos con el beneficio ecológico: el agua del grifo no genera apenas residuos, mientras que la producción, envase y transporte del agua embotellada deja una huella mucho más profunda en nuestro entorno.
“El 99,3% de las muestras analizadas en el SINAC (Sistema de Información de Aguas de Consumo) resultan aptas para el consumo”
P. - ¿Qué falsos mitos le gustaría desmentir respecto al agua del grifo/agua embotellada?
R. - Quizá lo más importante es la sensación de que las aguas embotelladas incluyen un importante valor añadido y el agua del grifo, no. Si bien es cierto que la naturaleza es la que nos provee de agua, digamos que esto es solo la “materia prima”. A partir de ahí es necesario un gran trabajo de ingenieros, técnicos, químicos, operarios, responsables de atención al cliente, investigadores, lectores, inspectores, fontaneros, etc., para que cada día, a cualquier hora, abramos el grifo y salga agua en condiciones de ser consumida. Es difícil resumir todo el valor añadido que está ahí para suministrar no solo un producto básico para la vida diaria, sino para la prestación de un servicio esencial.
P. - ¿Por qué crees que el consumo de agua embotellada aún es elevado entre la sociedad española?
R. - Dejando al margen determinadas poblaciones en las que el agua, pese a ser perfectamente apta para consumo, puede tener algo de sabor, el agua del grifo en España tiene una alta calidad. Son tantas las razones para beberla, que no encuentro explicación lógica, más allá de un aspecto cultural, de costumbre o de prejuicios que se puedan ir arrastrando desde hace mucho tiempo, cuando quizá las garantías no eran tan enormes como las que existen ahora mismo.
P. - Una de las acciones con más impacto mediático en los últimos tiempos es la obligatoriedad de servir agua del grifo en los restaurantes de varias regiones españolas. ¿Cómo valora esta medida y como cree que podría influir en el consumos de agua del grifo en los hogares?
R. - Sin duda supone un paso adelante para posicionar el agua del grifo en el lugar que le corresponde y en la mente del consumidor. En Aqualia tenemos experiencia en algunas iniciativas de este estilo, como una que pusimos en marcha hace dos años en la República Checa. Allí, a través de la empresa SmVak se emprendió una iniciativa llamada “Tap inspector”, que ha consistido en fomentar el compromiso de los restaurantes de la región de Moravia-Silesia para servir agua del grifo a sus clientes. A cambio, estos establecimientos pueden lucir un distintivo como socios adheridos al programa, y beneficiarse de un reconocimiento social. Podéis ver un vídeo de presentación del programa en nuestro canal Youtube.
P. - ¿Cree que los controles que pasa el agua del grifo son suficientes para garantizar su calidad?
R. - Las empresas operadoras realizamos diariamente análisis exhaustivos en el agua para garantizar que no posea ninguna sustancia o microorganismo en una concentración tal que pueda suponer riesgo para la salud de las personas que la consumen.
“En muchos municipios el recibo no recoge todos los costes del ciclo integral del agua”
En ese sentido, los laboratorios de análisis constituyen un aspecto fundamental para garantizar la calidad del agua distribuida y a ellos se destinan importantes recursos.
La calidad del agua que circula por la red de distribución urbana está sometida por imperativo legal a un triple control independiente: por parte del gestor del sistema de abastecimiento público; por las autoridades sanitarias; y por las autoridades municipales. Este triple control, además, se extiende a lo largo de toda la cadena de producción del agua; desde su punto de origen hasta el propio grifo del consumidor.
Además, las operadoras destinamos importantes recursos técnicos, incorporando los equipos con la tecnología y sensibilidad adecuada para dar respuesta a las exigencias y requerimientos recogidos en la legislación vigente, siempre respetando el medioambiente, y humanos, con los profesionales más cualificados para distribuir el agua de mayor calidad.
P. - ¿Qué medidas serían más efectivas para aumentar el consumo de agua del grifo entre la población (desde las administraciones, las empresas…)?
R. - Creo que este asunto es claramente, y por encima de intereses particulares, un asunto de todo el sector, y que, por lo tanto, nos atañe a todos los actores: administraciones, empresas, asociaciones de usuarios, etc. Solo bajo ese enfoque de interés general se puede combatir el desconocimiento acerca de las bondades del abastecimiento y saneamiento del agua del grifo. Cuanto más se conozca todo el trabajo que hay detrás de abrir el grifo y que salga agua de calidad y en cantidad, más consumidores de agua del grifo habrá. En esa línea creo que debemos aprovechar todos los canales y herramientas de comunicación a nuestro alcance: las facturas, visitas a instalaciones, programas educativos con niños y jóvenes, las redes sociales, los medios de comunicación, etc.
"Quizá hasta ahora los profesionales del sector no hemos sabido explicar bien, de forma clara y cercana, todo el valor añadido que aportamos a la sociedad"
P. - ¿Qué papel juega la comunicación a la hora de trasmitir el mensaje sobre el agua del grifo a los consumidores?
R. - La comunicación posee un valor clave. Quizá hasta ahora los profesionales del sector no hemos sabido explicar bien, de forma clara y cercana, todo el valor añadido que aportamos a la sociedad. Pero eso se ha acabado. Tenemos que trabajar bien y comunicar bien. El objetivo es que los ciudadanos entiendan que disponer de un servicio de agua, moderno y eficaz es un privilegio que consume muchos recursos y que, por lo tanto, es un absurdo no consumir agua del grifo.