El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha citado a los afectados por las expropiaciones del embalse de Almudévar a una tercera reunión, que se celebrará en los meses de septiembre u octubre.
La construcción del embalse afecta a 200 propietarios de 1000 hectáreas de cultivo
Estas reuniones tienen por objeto abordar la evolución del proyecto de esta obra hidráulica. En la última, que se ha celebrado este jueves, los afectados esperaban conocer las cifras económicas que se plantean por sus tierras expropiaciones y el plan de restitución para la localidad. Sin embargo, desde el Ministerio no les dieron a conocer estas cuestiones y les emplazaron a un tercer encuentro.
El alcalde de Almudévar, Antonio Labarta, ha manifestado que "es otra más, otra forma del mal hacer que tiene la administración con nosotros, nos tienen olvidados y no sé qué pasará al final". Labarta ha opinado que "no nos merecemos esta actitud, en Almudévar estamos a favor de la construcción de esta balsa para colaborar con las obras hidráulicas, pero lo que no se puede hacer es potrear a la gente".
Labarta ha estimado que la construcción de este embalse deja en la zona cerca de 200 afectados por expropiaciones de unas 1.000 hectáreas de tierra de cultivo más otras zonas de pastos. Terreno que ya está afectado, ya que técnicos del Ministerio entran en estas tierras para hacer catas y análisis de las mismas.
Ha dicho que "yo me fío de los agricultores que en sus tierras estaban haciendo análisis para valorar si la tierra es apropiada para hacer las presas o no y entonces tendrán que traer la tierra de otro sitio, sabemos que la adjudicación ha sido casi al 50 por ciento de rebaja y tendrán que cubrir los gastos".
El MAGRAMA ha adjudicado esta semana por cerca de 110 millones de euros las obras de construcción del embalse de Almudévar. Los trabajos contemplan un embalse con capacidad para almacenar 169 hectómetros cúbicos de agua.
Esta infraestructura tiene como principal objetivo regular los riegos del Alto Aragón, ya que permitirá que los caudales, procedentes del río Gállego que superen la capacidad del embalse de La Sotonera, así como los excedentes de regulación del río Cinca puedan almacenarse durante los períodos de mayor aportación. A estas obras se sumarán, en un futuro, la construcción del embalse de Biscarrués.