Más de 3.000 personas han sido evacuadas durante los últimos días a causa de las fuertes lluvias en siete provincias argentinas, siendo la de Neuquén la más afectada por el temporal, que ha obligado a suspender las clases, el transporte público y a declarar el cierre administrativo.
En esta zona del país se ha registrado una acumulación de 118 milímetros en las últimas 24 horas, un volumen equivalente a casi la media anual en la provincia, lo que ha originado la evacuación de 700 personas en la capital provincial y otras 600 en localidades del interior.
Se trata de un fenómeno climático que suele aparecer cada 40 o 50 años. De hecho, se recuerda que el último caso similar --ocurrido en 1975-- dejó a su paso muertos, heridos y grandes pérdidas materiales, según apunta el diario argentino 'La Nación', que describe la situación con calles con un metro de agua donde sólo pasan coches todoterreno y los camiones del Ejército.
Asimismo, el periódico destaca las críticas de los vecinos por la ausencia de obras de alcantarillado que ayuden a amainar las secuelas de este tipo de fenómenos meteorológicos cíclicos en estas zonas. Desde hace varios días ya se había dado la alerta y recomendaciones para hacer frente a las fuertes tormentas que se esperaban.
Otras provincias como Río Negro, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Catamarca y Santiago del Estero, también se vieron afectadas por los temporales con evacuados, calles anegadas y rutas cortadas, además de aludes que afectaron a viviendas.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, ha anunciado la asistencia del Ejército argentino, tanto en Neuquén como en Catamarca, con el objetivo de "evacuar a las personas que se encuentran en las zonas inundadas, así como de acondicionar y aprovisionar los cuatro centros de evacuados" que están operativos en la zona.
