En el ciclo de entrevistas "La Nueva Política del Agua" (#NuevaPolíticaAgua) buscamos dar voz a todos los actores implicados en el ciclo integral del agua para que evalúen las actuaciones en materia hídrica del anterior Gobierno y establezcan, a su juicio, las prioridades del nuevo, hablamos con Roberto Ruiz Robles, Presidente de la Asociación de Ciencias Ambientales.
Pregunta: Recientemente, España ha vivido una moción de censura que ha terminado con un ciclo de más de 6 años de gobiernos del PP. ¿Qué balance general realiza de las políticas de agua llevadas a cabo desde la Administración General del Estado en esta etapa?
Respuesta: Ha sido una etapa en la que se ha trabajado en el plano técnico y administrativo pero no ha habido apuesta política para afrontar los grandes retos que siguen aparcados.
Se ha recuperado el ritmo administrativo con la planificación hidrológica, aprobando formalmente los planes de cuenca del primer y segundo ciclo, se ha trabajado en mejorar el nivel de depuración, si bien no ha sido suficiente para evitar las multas comunitarias, y se ha trabajado en modernizar los planes especiales de sequía y desarrollar los planes de gestión de riesgos de inundación.
A nivel político cabe sólo destacar el proceso iniciado de Pacto Nacional del Agua, donde sí se estaba reuniendo a un importante número de actores, lo que ya significa un hecho importante, pero que no ha tenido finalmente resultados, ni ha permitido que el agua esté en las agendas de los partidos políticos. Desde la Asociación de Ciencias Ambientales, hicimos un análisis de los programas políticos de esta legislatura en materia de agua y el resultado fue desalentador.
Tampoco se ha abordado cambios en la mejora de la gobernanza del agua que permita avanzar en los nuevos retos que se nos presentan y que permitan sumar a nuevos actores a los que tradicionalmente han participado. Los usuarios del agua, ya no solo son los consumidores, sino que son todos aquellos que disfrutamos de los servicios ambientales que proveen nuestros sistemas fluviales, por lo que hay más agentes con los que contar.
P.- La política de agua ha quedado encuadrada en el Ministerio para la Transición Ecológica encabezado por Teresa Ribera y Hugo Morán. ¿Cuáles diría que son sus principales retos y qué espera de su acción de gobierno en materia de agua?
R.- En primer lugar, me gustaría destacar que me parece un avance importante que puestos clave del Ministerio para la Transición Ecológica los ocupen profesionales que han desarrollado gran parte de su carrera trabajando en temas relacionados con el medio ambiente. A nivel personal estoy ilusionado de que sean Teresa Ribera y Hugo Morán los que encabecen este ministerio. Ambos conocen los problemas a los que se enfrenta el sector ambiental y tienen especial sensibilidad para tratar de resolverlos.
En cuanto a la política de agua, los retos a los que se enfrentan son varios e importantes. Una de las primeras cuestiones a tener en cuenta es que en breve se inicia el tercer ciclo de planificación hidrológica que esta vez sí debe significar un cambio cualitativo, que dé respuesta a los objetivos que marca la Directiva Marco de Agua y alcancemos el buen estado ecológico de las aguas.
Para ello los programas de actuaciones van a tener que ir incorporando en mayor medida, soluciones basadas en la naturaleza, adaptación de las infraestructuras existentes, restauración de sistemas fluviales y protección de aquellas que están vinculados a espacios protegidos o infraestructuras verdes destacables.
Sería necesario recuperar la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, fomentar la custodia fluvial y conectarla con la futura estrategia estatal de infraestructuras verdes.
Asimismo, el enfoque de adaptación al cambio climático debe impregnar más la planificación, no podemos seguir planificando con las series históricas sino que debemos atender a las previsiones y riesgos climáticos que nuestros recursos van a padecer.
Esto va exigir fomentar cambios también que los sectores más demandantes de agua, como el sector agroalimentario, el energético o la industria, que deben incorporar también el enfoque de adaptación al cambio climático a sus estrategias y aplicar medidas de adaptación que no sólo pueden ir en el lado de la oferta. Si bien hay algunas posibilidades de desarrollo con la desalación y la reutilización, falta un análisis más profundo de las demandas, que incorpore el análisis de la huella hídrica para sopesar que productos y servicios son realmente productivos en el contexto de escasez creciente de los recursos naturales.
Por otro lado, hay retos sin abordar en el ciclo urbano del agua, que si bien es de competencia municipal, desde el Estado se debe generar el debate, reuniendo a todos los actores, y emprender algunas políticas que impulsen cambios.
Existe una complejidad de situaciones distintas, con problemas diferentes a los que no se está atendiendo suficientemente, con una falta de armonización en las entidades locales, con problemas en la recuperación de costes, falta de incorporación de los costes ambientales, obsolescencia en las infraestructuras, problemas de comunicación, etc.
Desde la Asociación de Ciencias Ambientales, estamos haciendo un seguimiento de la situación en España de la asequibilidad del agua en las familias españolas y de los mecanismos de acción social que se están aplicando para paliar aquellas que están teniendo problemas en su acceso, y estamos observando dicha complejidad, que supone un reto a la hora proponer medidas que apliquen las administraciones competentes.
En este sentido, el debate de la futura Directiva sobre el agua potable será una oportunidad para poder analizar algunas de estas cuestiones.