El Gobierno de Australia ha anunciado este miércoles una donación de 200 millones de dólares australianos (unos 134,4 millones de euros) al Fondo Verde para el Clima de Naciones Unidas con el objetivo de ayudar a los países en vías de desarrollo a hacer frente al cambio climático.
"Nuestro compromiso con el Fondo Verde para el Clima facilitará el crecimiento económico encabezado por el sector privado en nuestra región (...) con un foco particular en la inversión, la infraestructura, la energía, la silvicultura y la reducción de emisiones", ha detallado la ministra de Exteriores, Julie Bishop, durante la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP20) en la capital de Perú, Lima.
La ministra australiana ha aplaudido las contribuciones realizadas por los países participantes en la cumbre y ha resaltado que, sumando la contribución de Canberra, el total excede los 10.000 millones de dólares australianos (alrededor de 6.722 millones de euros).
"Es importante que todos nosotros garanticemos que los fondos del Fondo Verde para el Clima sean distribuidos de forma eficiente, transparente y que causen el mayor impacto", ha agregado, según ha informado la cadena de televisión australiana ABC.
El anuncio de Bishop supone un cambio radical en la postura del Gobierno australiano, que hasta el momento se había negado a contribuir económicamente con el fondo. Sin embargo, el primer ministro, Tony Abbott, ha explicado que la situación ha cambiado.
"Hemos visto cómo se han desarrollado las cosas en los últimos meses. Creo que ahora es justo y razonable que el Gobierno haga un compromiso modesto, prudente y proporcionado con este fondo: creo que es algo que un Gobierno sensible ha de hacer", ha valorado.
Por su parte, grupos ambientalistas como el Instituto para el Clima y Oxfam han aplaudido el anuncio de Australia, si bien han manifestado que no es suficiente, si bien han considerado que podría tratarse de un primer paso para mejorar la situación.