El Pleno del Patronato de la Reserva Natural de las Saladas de Chiprana, espacio natural protegido cuyo fin es la conservación de hábitats singulares, especies concretas o procesos ecológicos naturales de interés especial, se ha reunido este lunes, encuentro en el que se han analizado las actuaciones previstas para este año y se ha constatado que el espacio permanece a salvo gracias al aporte de agua extra.
La reunión ha contado con la presencia de distintos técnicos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, además de con otros miembros de este órgano consultivo que representan al Ayuntamiento de Chiprana, a la Confederación Hidrográfica del Ebro, a las asociaciones conservacionistas o a la propiedad privada.
El espacio permanece a salvo gracias al aporte de agua extra
Este encuentro periódico del Patronato ha servido para exponer los trabajos y actuaciones previstos con cargo al presupuesto del año 2014, entre los que se encuentra proseguir con el desarrollo del Plan de Seguimiento Ecológico elaborado en el 2010, atender el Centro de Visitantes de Chiprana y desarrollar el programa educativo con escolares, continuar con las labores habituales de vigilancia y de mantenimiento de infraestructuras, y la elaboración de dos estudios científicos sobre el fitobentos y otro de actualización de la base documental existente.
También se han abordado otros temas como son la concesión de subvenciones para el 2014 destinada al área de influencia del espacio natural protegido, y la presentación de la Memoria de Actuaciones de la Reserva Natural del año 2013.
Aporte de agua
Uno de los puntos destacados del orden del día de este Patronato ha sido la explicación del informe sobre las actuaciones de un pequeño aporte de agua difuso a la Salada Grande, acometido gracias a un acuerdo con la Comunidad de Regantes mediante el pago de un canon, y que ha permitido que desde febrero de 2013 el humedal principal disponga de un nivel 40 centímetros más alto en su lámina de agua de lo que venía siendo habitual en los últimos años debido a un proceso de sequía que ponía en peligro la salvaguarda de sus valores naturales.
Dicho aporte persigue poder reducir la salinidad y mitigar las consecuencias que ello pudiera derivar en la conservación de las valiosas comunidades de plantas halófilas y de los tapetes microbianos, ha detallado el Ejecutivo aragonés en una nota de prensa.
El complejo lagunar de las Saladas de Chiprana está situado a unos cinco kilómetros al suroeste de esta localidad zaragozana. Lo conforman un conjunto de seis cubetas endorreicas, que comprende la Salada Grande, El Prado del Farol, Salada de Roces y otras tres cubetas más pequeñas. La Salada Grande y la Salada de Roces son lagunas permanentes mientras que el resto son temporales.