Redacción iAgua
Connecting Waterpeople
Likitech
Filtralite
SCRATS
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
LACROIX
Baseform
ESAMUR
Rädlinger primus line GmbH
Innovyze, an Autodesk company
Confederación Hidrográfica del Segura
Hidroconta
ADECAGUA
J. Huesa Water Technology
Xylem Water Solutions España
TRANSWATER
TEDAGUA
EPG Salinas
Sivortex Sistemes Integrals
Amiblu
Minsait
IAPsolutions
Almar Water Solutions
s::can Iberia Sistemas de Medición
ACCIONA
CAF
Asociación de Ciencias Ambientales
Agencia Vasca del Agua
Cajamar Innova
FLOVAC
Molecor
Fundación CONAMA
Hach
Idrica
Laboratorios Tecnológicos de Levante
Fundación Biodiversidad
DATAKORUM
Grupo Mejoras
HRS Heat Exchangers
Catalan Water Partnership
AECID
GS Inima Environment
RENOLIT ALKORPLAN
Sacyr Agua
Red Control
Ingeteam
KISTERS
AGS Water Solutions
AMPHOS 21
Aqualia
Saint Gobain PAM
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
ADASA
Global Omnium
TecnoConverting
Lama Sistemas de Filtrado
FENACORE
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
ONGAWA
ICEX España Exportación e Inversiones
Vector Energy
ISMedioambiente
Schneider Electric
Barmatec
Fundación Botín

Se encuentra usted aquí

Bacterias, un punto en común entre la naturaleza y las plantas de tratamiento de aguas residuales

  • Bacterias, punto común naturaleza y plantas tratamiento aguas residuales

Sobre la Entidad

Blue Gold
Blue Gold es una empresa lider de ingeniería, especializada en proyectos de Instalaciones Industriales, Instalaciones Eléctricas, Automatización y Control.

La naturaleza es recreada en una planta de tratamiento de agua convencional. Es decir, el proceso que se desarrolla en la naturaleza para eliminar los contaminantes, es el mismo que se produce en una EDAR: las bacterias. Dentro del tratamiento que se lleva a cabo en la EDAR, en primera instancia se lleva a cabo un filtrado de sustancias de forma preliminar. Este filtrado se aplica sobre sustancias de un tamaño determinado y, posteriormente, sobre sustancias de menores dimensiones. A continuación, tras el filtrado, el tratamiento biológico ocupa la siguiente fase.

En el tratamiento de agua, los microorganismos son concebidos de forma negativa. A pesar de que no disponen de buena consideración, en ocasiones pueden resultar positivos para el proceso de tratamiento de aguas residuales. El motivo de este cambio es que determinados microorganismos tienen la capacidad de hacer perder a un elemento contaminante su capacidad para causar un perjuicio a la persona. El uso de microorganismos, se aplica de forma exclusiva para situaciones donde la contaminación puede ser asimilada por ellos.

La naturaleza tiende a su recuperación. A la luz de la existencia de bacterias que pueden desactivar la capacidad contaminante de determinados contaminantes, encontramos la muestra de que la naturaleza dispone de mecanismos reguladores para recuperarse. No obstante esta capacidad natural para la regeneración, la acción del Ser Humano representa un gran apoyo para la propia naturaleza. Dentro de una planta de aguas residuales, se realiza un proceso que, de realizarse acorde a los mecanismos naturales, requeriría una elevada cantidad de espacio y tiempo.

Metabolización de las bacterias, base del tratamiento biológico.

El tratamiento biológico está basado en los microorganismos. En esencia, el mecanismo del tratamiento biológico se fundamenta en el empleo de microorganismos que permitan eliminar las posibles sustancias presentes en el fluido. Para ello, los microorganismos hacen uso de los nutrientes y la materia orgánica que se encuentre en el fluido para su desarrollo. Al reproducirse, dan lugar a flóculos macroscópicos.

Tras un lapso de tiempo, se pueden decantar los flóculos. Al conseguir llegar a una masa crítica, pueden ser decantados. De esta forma, se obtiene un agua libre de sustancias contaminantes. Habitualmente, se emplea este método para la eliminación de materia orgánica biodegradable presente en el fluido. Por la simplicidad de su mecanismo y los bajos costes de operación que representa, es una de las fórmulas de tratamiento de aguas más comunes.

El tratamiento biológico tiene un amplio abanico de aplicaciones. Es decir, no es una solución de tratamiento de aguas residuales exclusivo para aguas urbanas. La eficacia que ofrece, hace de este sistema una opción elegida por numerosas industrias para el tratamiento de aguas. Entre otras, encontramos industrias químicas, refinerías petrolíferas, o industrias papeleras.

Tipos de bacterias que forman parte del tratamiento biológico de aguas residuales

Los microorganismos procesan la materia orgánica mediante el consumo de oxígeno. Entre las distintas clases de bacterias que podemos diferenciar, esencialmente distinguimos dos tipos: depuradoras y filamentosas. Al respecto del primer tipo, las depuradoras, se trata de un tipo de bacteria aerobia. En el segundo caso, bacterias filamentosas, éstas pueden prescindir del consumo de oxígeno. Además, en la absoluta ausencia de oxígeno encontramos una posibilidad más. El proceso que permite que las bacterias asimilen sustancias disueltas, es conocido como simbiosis.

La presencia de bacterias aeróbicas son las responsables de la oxidación y nitrificación. A pesar de que las bacterias aeróbicas facilitan estos procesos, se necesita oxígeno para que puedan producirse la oxidación y la nitrificación. Es necesario tener presente la resistencia de los microorganismos. A este respecto, debe señalarse que viven en un rango de entre 9 y 28 grados y, en relación al pH que soportan, se encuentra entre 5.0 y 7.0.

Grupos de bacterias:

  • Pseudomonas: Logran alcanzar el 80% del lodo activo. Son capaces de procesar alcoholes, ácidos grasos, hidrocarburos, parafinas, entre otras sustancias orgánicas.
  • Nitrificantes: permiten la oxidación de compuestos de nitrógeno.
  • Bacterias filamentosas: Se encargan de la oxidación de compuestos de carbono

El metabolismo de distintas bacterias da lugar al desarrollo del proceso anaeróbico. Este tipo de bacterias, empleadas en el proceso anaeróbico, son sintróficas. Se distinguen por provocar una reacción química como consecuencia de la unión de distintos tipos. Al respecto de este tipo de bacterias, podemos diferenciar cuatro grupos:

  • Bacterias hidrolíticas. El propósito de esta bacteria es deshacer los enlaces complejos como pueden ser las proteínas, la celulosa, o los lípidos que se contienen en monómeros o moléculas como los aminoácidos.
  • Bacterias fermentativas acidogénicas. Este tipo de bacteria transforma azúcares y aminoácidos  en, entre otros,  ácidos  orgánicos, CO2, o alcoholes.
  • Bacterias acetogénicas. Se caracterizan porque, a través de la metabolización, producen H2. Además, convierten el propiónico, butírico, y determinados alcoholes  en sustancias como el acetato, el hidrógeno y el dióxido de carbono.
  • Bacterias metanogénicas.  En este caso, la bacteria produce  metano a  través  de la  metabolización.

Tipos de sistema de tratamiento biológico

La simbiosis depende de que la operación de la EDAR sea el adecuado. Es necesario alcanzar una oxigenación óptima, para ello, se emplean distintos mecanismos. En este contexto, podemos  distinguir tres sistemas de  tratamiento biológico que pueden distinguirse, esencialmente, por el gasto de oxígeno que realizan:

  • Sistemas aeróbicos. Dentro de  este  sistema, se emplea la  asimilación por parte de microorganismos  de materia orgánica y nutrientes. El proceso de asimilación se desarrolla como parte del desarrollo del microorganismo, durante  el cual, el oxígeno está  presente a  lo largo de este mecanismo asumiendo  la  función de aceptor  de electrones. Este sistema representa un elevado  consumo energético y una considerable producción de fango a  consecuencia del desarrollo  de los microorganismos. 
  • Sistemas anaeróbicos. En este sistema, la función de aceptor de electrones es desarrollada por la propia materia orgánica. En este método, el oxígeno no tiene presencia. A pesar de que  el oxígeno no se encuentra presente, sí se producen otros tipos de gases. Como resultado de la interacción entre la materia orgánica y las bacterias, la materia orgánica se convierte en metano y CO2.
  • Sistemas anóxicos. Este método se distingue de los dos anteriores porque el aceptor no es el oxígeno ni la materia  orgánica. Al contrario que los anteriormente expuestos, la función de aceptor de electrones la desarrolla  otro elemento presente  en el medio, como pueden ser, entre otros, nitratos, sulfatos, o  hidrógeno. En el caso de que el nitrato realice la función de aceptor final, el nitrógeno que forma su  molécula, se convierte en  nitrógeno  gas.  Por  lo tanto, este  sistema facilita la  supresión biológica del nitrógeno presente en el fluido.

El tipo de proceso dependerá de las condiciones del caso. En cada caso de tratamiento de agua, las condiciones particulares, de forma conjunta con las características del efluente, ayudarán a determinar el sistema más apropiado para la situación.

Proceso biológico de biomasa

En  el incremento de la biomasa, es posible diferenciar dos situaciones diferentes. En primer lugar, en la  biomasa  puede darse un desarrollo de forma libre,  es decir, sin un punto de  sujección en el biorreactor. En segundo  término, puede encontrarse  un punto de apoyo. Al  respecto de  la primera  situación,  se  produce en los reactores secuenciales  y en los reactores  de biomembrana (MBR). Ante la segunda situación descrita, en los casos de biodiscos, biofiltros, o de lecho móvil, la biomasa se encuentra en un soporte.

Reactor biológico  secuencial (SBR). Este tipo de reactor funciona de forma discontinua, facilitando que todos los procesos tengan lugar en el propio tanque acorde a una continuidad lineal temporal de procesos. Este modelo es adecuado para aquellas industrias que  disponen de efluentes pequeños pero en las cuales se produce una  gran diferencia en sus  características.

Reactor biológico de membranas (MBR). En este sistema, encontramos un método que ofrece similitudes con el proceso convencional.  A pesar de lo parecido entre ambos  sistemas, existe una diferencia sustancial. En el caso del MBR, en su interior dispone de un módulo de membranas de ultrafiltración. Este módulo permite la distinción, a través de las  membranas, del fango frente al líquido. El reactor biológico de membranas es idóneo para industrias donde el espacio del que se dispone es muy reducido.

Reactor biológico de lecho móvil (MBBR). En este caso, la biomasa se sitúa en un soporte que se encuentra sumergido dentro del reactor.  A su vez, este soporte está en movimiento de forma continua.

Elegir un proceso biológico de biomasa fija, o biomasa en suspensión, es una elección que solo puede tomarse tras el análisis  de la características  del efluente, el tipo de proceso industrial en el que concurre, la depuración que se pretende alcanzar y  las necesidades globales del caso:

Se deben tener en cuenta diferentes factores a la hora de que una biomasa tenga carácter fijo o móvil. Debe valorarse las características  propias del efluente y la naturaleza de la industria donde es empleado, y la calidad de agua deseada. Por otra parte, también deben ser presentes las condiciones individuales  del  usuario, o  industria que requiere el sistema.

Conclusión

En BlueGold, somos especialistas en ingeniería en tratamiento de aguas residuales. 17 años de experiencia nos avalan a la hora de crear soluciones personalizadas que permiten ofrecer una propuesta adaptada a las necesidades identificadas de cada caso y utilizar la tecnología más apropiada para que, de esta forma, sea eficaz y económica.