Aguas residuales
Las aguas residuales son todas aquellas aguas contaminadas por compuestos orgánicos, materias en suspensión y nutrientes. Debido a su composición, es necesario aplicarles un tratamiento adecuado para que no suponga un riesgo para la salud humana y el medio ambiente, y de esta forma, puedan ser vertidas sin causar daños y respetando la normativa vigente de vertido.
Tipos de aguas residuales según su origen
Existen diferentes tipos de aguas residuales dependiendo del uso que se le ha dado:
- Aguas residuales domésticas. Son aquellas aguas residuales que se utilizan en las viviendas y servicios cotidianos. Se generan principalmente por el metabolismo humano y las actividades domésticas. Su composición contiene principalmente sólidos en suspensión y disueltos.
- Aguas residuales de la agricultura y la ganadería. En el caso de la agricultura, las aguas residuales utilizadas en este sector, aparte de tener materia orgánica en su composición, también portan altos contenidos de compuestos químicos como pesticidas y fertilizantes, los cuales son muy dañinos para el ser humano y los animales. Mientras que, en la ganadería, las aguas residuales procedentes de esta actividad suelen estar contaminadas principalmente por microorganismos y materia orgánica.
- Aguas residuales de industrias. Por otro lado, se encuentran las aguas residuales que han sido vertidas desde locales cuya actividad principal es industrial o comercial. En este caso, la composición depende fundamentalmente de la actividad de la industria. En algunos casos podrán contaminar más el agua que otros. Por ejemplo, las aguas residuales procedentes de fábricas suelen llevar en su composición casi todos los tipos de componentes dañinos, como detergentes, ácidos, grasas, aceites, metales pesados, entre otros, dependiendo de la actividad de la industria.
- Aguas residuales urbanas. Finalmente, se encuentran las aguas residuales urbanas. Estas aguas suelen ser una mezcla de las aguas residuales domésticas, industriales y aguas de escorrentía pluvial.
Sectores y aplicaciones
Referente a las aguas residuales industriales, como ya se comentó anteriormente, existe una gran variedad de sectores industriales que emplean agua en sus procesos y por ende, generan estas aguas residuales industriales.
Por un lado, las industrias alimentarias generan aguas con un alto contenido de materia biodegradable y, en muchos casos, una alta concentración de sales. Otras industrias, como la industria textil, generan aguas residuales con materia orgánica, sólidos en suspensión y color. Otros procesos, como las emulsiones aceitosas y baños de tratamiento de pinturas en la industria metalúrgica y de tratamiento de superficies, también generan aguas residuales con una gran variedad de contaminantes químicos. Por último, las industrias cuya actividad se centra en la generación de energía suelen generar también aguas residuales industriales durante algunos de los procesos que desarrollan, como la desulfuración y las purgas de turbinas.
Existe una gran variedad de sectores industriales que emplean agua en sus procesos y por ende, generan estas aguas residuales industriales
Otro factor importante a tener en cuenta en el tratamiento de las aguas residuales, aparte de su origen, es su destino final. Por ejemplo, las aguas residuales una vez empleadas pueden ser devueltas al medio natural, de manera que estas aguas deben tener un tratamiento que asegure que el agua vertida no cause daños en el medio ambiente. Por otro lado, también podrían verterse en la red de saneamiento o ser reutilizadas. En el caso de ser reutilizadas, es fundamental que estas aguas recuperen sus características iniciales y, además, cumplan con la normativa de reutilización de aguas regeneradas.
Normativa sobre el tratamiento de aguas residuales de industrias
Referente a la normativa sobre el tratamiento de aguas residuales procedentes de industrias se encuentra la Directiva 91/271/CEE del 21 de mayo, recogida dentro del Marco del Agua. Esta directiva contiene las medidas que deben tener en cuenta los estados miembros para que puedan garantizar el tratamiento adecuado de las aguas residuales antes de su vertido.
A su vez, comprende varias directivas que se aplican directamente a las aguas residuales industriales.
- Directiva 96/61/CE del Consejo, de 24 de septiembre de 1996, relativa a la prevención y al control integrados de la contaminación.
- Directiva 86/278/CEE, de 12 de junio de 1986, relativa a la protección del medio ambiente y, en particular, de los suelos, en la utilización de los lodos de depuradora en agricultura.
- Directiva 86/280/CEE, de 12 de junio de 1986, relativa a los valores límite y los objetivos de calidad para los residuos de determinadas sustancias peligrosas comprendidas en la lista I del Anexo de la Directiva 76/464/CEE.
Finalmente, en el marco nacional se encuentra la Ley 5/2002, de 3 de junio, sobre vertidos de aguas residuales industriales a los sistemas públicos de saneamiento, cuyo propósito es proteger y mejorar la calidad del agua. Contiene las bases para el tratamiento previo adecuado de los vertidos y los requisitos para su autorización de vertido.
Tratamientos y tecnologías que se aplican a las aguas residuales industriales
Debido a su composición, es necesario aplicarles un tratamiento adecuado a las aguas residuales industriales para que puedan ser vertidas de acuerdo a la normativa.
Tratamiento biológico
El tratamiento biológico es uno de los procesos más habituales en el tratamiento de aguas residuales. Existen diferentes tipos de tecnologías que se pueden usar en este tratamiento, siendo el más común el proceso convencional de fangos activados y el más innovador, el biorreactor de membranas (MBR).
Otro ejemplo de tecnología para el tratamiento biológico de aguas residuales es el proceso de lecho móvil con biopelícula (MBBR). Se trata de un proceso biológico aerobio en el que un conjunto de microorganismos o cultivo bacteriano crece en forma de biopelícula sobre unos soportes de alta superficie específica. La principal ventaja de los MBBR es que requieren menor espacio que las plantas con los procesos convencionales de fangos activados, y además, los microorganismos tienen una vida más larga debido a que en los procesos convencionales, al retirar el excedente de lodo, se pierde parte de los microorganismos.
El objetivo principal del tratamiento biológico es la eliminación de los contaminantes mediante la actividad biológica. Este tratamiento se emplea para eliminar las sustancias orgánicas biodegradables (coloidales o disueltas) presentes en el agua residual. También se emplea para la eliminación de nutrientes como nitrógeno y fósforo.
Tratamiento de sólidos suspendidos
En este caso, los sólidos en suspensión consisten en una mezcla heterogénea de materia orgánica e inorgánica que no se sedimentan con facilidad y permanecen en suspensión en el agua. Los sólidos en suspensión son los principales responsables de la turbiedad del agua junto con los sólidos disueltos. Algunos ejemplos de sólidos en suspensión son la arena, la arcilla y la grava.
Existen diferentes tipos de tecnologías que se pueden usar en este tratamiento, siendo el más común el proceso convencional de fangos activados y el más innovador, el biorreactor de membranas (MBR)
Respecto a la calidad del agua, los sólidos en suspensión pueden reducir el oxígeno disuelto en el agua y aumentar la temperatura, provocando la muerte de las especies marinas. También pueden bloquear la luz solar, provocando que las plantas mueran. En el agua potable, pueden provocar problemas gastrointestinales o problemas más serios de salud.
Para el tratamiento de estos sólidos existen diferentes procesos. Cuando los sólidos son voluminosos, se usa el cribado para eliminarlos, mientras que, cuando los sólidos son de un tamaño pequeño y difícil de separar, se emplea la decantación. En ocasiones, la decantación es utilizada junto a la coagulación-floculación para favorecer el proceso de sedimentación de los sólidos en suspensión.
Tratamiento de elementos disueltos
Por otro lado, también es fundamental eliminar la materia disuelta del agua residual industrial. Esta materia está compuesta por una mezcla de sustancias orgánicas e inorgánicas disueltas y también micro contaminantes como proteínas, metales pesados y contaminantes de preocupación emergente.
Teniendo en cuenta su composición, los tratamientos de la materia disuelta incluyen la absorción sobre carbón activo, el intercambio iónico y la ósmosis inversa.
BlueGold en el tratamiento de aguas residuales
En BlueGold se proporcionan soluciones para el tratamiento de aguas residuales.
La tecnología Bioxirec ha sido diseñada para ofrecer un agua de alta calidad para su vertido o reutilización.
Figura 1. Tecnología Bioxirec.
Esta tecnología se compone de rototamiz, reactor biológico secuencial, módulo de membranas, equipo de bombeo y sala de control. Gracias a su diseño compacto y optimizado, se ha conseguido una configuración predefinida que facilita su transporte e instalación, minimizando los costes de instalación y mantenimiento. Por otro lado, ofrece un alto grado de depuración, alcanzando una alta calidad del efluente.
Conclusión
No tratar debidamente las aguas residuales, supone un peligro. Las aguas industriales procedentes de la actividad industrial pueden ofrecer una gran variedad de características físicas y químicas. En el caso de que no se realice el tratamiento adecuado, puede representar un considerable riesgo tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
Realizar un correcto tratamiento es la mejor forma de prevenir posibles daños. Es esencial llevar a cabo una gestión del agua apropiada y facilitar un tratamiento óptimo a las aguas residuales. De esta forma, no solo podremos rentabilizar de la mayor forma posible este recurso, sino que, además, se prevendrán posibles perjuicios.