Bolivia reforzará su capacidad de gestión de riesgos de desastres naturales con respaldo de un préstamo de US$100 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Bolivia es uno de los países más expuestos a desastres naturales en la región andina. Eventos relacionados con los fenómenos de El Niño y La Niña le han costado entre 5 por ciento y 15 por ciento del PIB, afectando directamente a cientos de miles de personas.
En años recientes, con apoyo del BID y otras entidades multilaterales, Bolivia inició una serie de reformas para mejorar la gestión de riesgos de desastres naturales. En el 2014 reglamentó una nueva ley que define claramente las responsabilidades institucionales en prevención de riesgos y atención de emergencias.
Entre los desafíos pendientes para el gobierno boliviano figuran asignar recursos para financiar inversiones para evitar y mitigar desastres naturales y para adaptarse a los impactos del cambio climático y el uso sistemático de criterios de gestión de riesgos en la planificación de las inversiones públicas.
La nueva operación, que se desembolsará en un solo tramo, se compone de US$85 millones a un plazo de 30 años, con seis años de gracia y una tasa de interés basada en LIBOR, más US$15 millones a un plazo de 40 años, con igual período de gracia y una tasa fija de 0,25 por ciento anual.