La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha anunciado este jueves una primera multa de 66 millones de reales (unos 61 millones de euros) contra la empresa minera Samarco por los daños ambientales causados en la localidad de Mariana (sureste) por la rotura de una presa, que ha dejado al menos nueve muertos y 19 desaparecidos.
"Estamos decididos a hacer responsables a quienes sean responsables de esto", ha dicho Rousseff en declaraciones a la prensa desde Mariana, citando a Vale y BHP Billiton, las dos empresas multinacionales que forman Samarco.
Rousseff habló el miércoles con los directores ejecutivos de las dos compañías para informarles de que el Gobierno espera que paguen los gastos de las tareas de rescate y limpieza y que indemnicen a las más de 500 personas afectadas por el alud de barro.
Esta primera sanción de basa en la contaminación provocada en los ríos y en los daños a las zonas urbanas
La líder izquierdista ha detallado que esta primera sanción de basa en la contaminación provocada en los ríos y en los daños a las zonas urbanas, que se han quedado sin suministro de agua potable a raíz de este accidente.
Sin embargo, ha advertido de que otras agencias federales o estatales podrían exigir responsabilidades a Samarco. De hecho, fuentes consultadas por Reuters han indicado que el total de las sanciones contra la minera superará con mucho los 66 millones de reales.
La Fiscalía federal ha anunciado igualmente que formará un equipo con los fiscales de Minas Gerais y Espírito Santo --los dos estados afectados-- para determinar si hay responsabilidad penal. "Vale y BHP han sido completamente negligentes en términos de prevención", ha dicho la fiscal de Brasilia Sandra Cureau.
El Palacio de Planalto, además, ha liberado 9 millones de reales (unos dos millones de euros) para que el Ministerio de Minas inspeccione otras presas del llamado 'cuadrado del hierro', como se conocen los yacimientos férreos de Minas Gerais.
Después de visitar Mariana, Rousseff ha viajado a Colatina, en Espírito Santo, donde el miércoles se decretó el estado de emergencia para activar los protocolos de seguridad ante la inminente llegada de una marea de lava que podría afectar al abastecimiento de agua.
