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Carlota Real: "Incluir el enfoque de género en proyectos de agua es vital"

  • Carlota Real: "Incluir enfoque género proyectos agua es vital"

Sobre la Entidad

CAF
CAF respalda los esfuerzos que realizan los países de la región para asegurar a toda la población el acceso a servicios adecuados de agua potable y saneamiento, y consolidar una visión integral del manejo de los recursos hídricos.

En Mujeres  y Agua, Carlota Real detalla su visión desde su puesto en un organismo internacional como CAF, donde trabaja como Especialista en Agua dando apoyo al equipo de Gestión de Conocimiento.

Pregunta - En primer lugar, nos gustaría conocer en detalle su trayectoria profesional hasta el puesto que ocupa actualmente.

Respuesta - Soy Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos, con master en Management y postgrado en WaSH. Comencé trabajando en una consultora de ingeniería en temas de planificación hidrológica en las cuencas del norte de España. Después de unos pocos meses, mi trabajo se enfocó en proyectos de abastecimiento de agua en distintas ciudades medianas del norte de Argelia. A partir de ahí mi enfoque se orientó hacia proyectos de agua, saneamiento e higiene en otros países en desarrollo, como Panamá o Bolivia.

Después de 5 años, comencé una nueva etapa profesional en CAF –banco de desarrollo de América Latina-, como especialista en agua para Venezuela y, después de casi 3 años, ahora para Argentina, apoyando durante este tiempo al equipo de Gestión de Conocimiento para el mismo sector.

El problema radica principalmente en la toma de decisiones y las relaciones de poder en el sector

P. - En el sector del agua persiste una importante brecha de género. ¿A qué cree que se debe este problema?

R. - El problema radica principalmente en la toma de decisiones y las relaciones de poder en el sector, tanto en comités de zonas rurales, como empresas prestadoras u otras instituciones sectoriales a nivel nacional o regional. Aquí vemos una falta de representación para las mujeres, que pese a estar mejorando en los últimos años, aún no es suficiente, lo que obvia claramente los intereses de una parte de la población más vulnerable y con mayor presencia en el sector.

Esta afirmación presenta algunas cuestiones importantes. En primer lugar, ¿cómo es el acceso de las mujeres al mercado de empleo formal? Este aspecto es fundamental a la hora de entender cuáles son sus posibilidades de ingresar a puestos relevantes en la toma de decisiones para cualquier sector. Por otra parte, ¿cuáles son las responsabilidades según los roles de género en el manejo cotidiano del agua? En la gran mayoría de los países en desarrollo, por ser generalmente las mujeres las responsables de la mayoría de las actividades domésticas (preparar comida, lavar ropa, huertos caseros y, en algunas ocasiones, provisión de agua potable), son las que manejan el agua en este ámbito. Estas condiciones también contribuyen indirectamente a mantener las desigualdades de género aún presentes en la sociedad, en la medida en que esa porción importante de su tiempo que la mujer dedica a quehaceres domésticos relacionados con el uso del agua, le priva de dedicarse a otras tareas de capacitación o generación de sus propios ingresos, por ejemplo.

P. - ¿Cuenta CAF con programas y/o herramientas que fomenten la igualdad y se encaminen a cerrar dicha brecha?

R. - Desde hace unos años, CAF ha iniciado un proceso de implementación del enfoque de género en la mayoría de sus proyectos del sector agua, a través de su salvaguarda de género, con una mayor focalización en las zonas rurales. En Bolivia, por ejemplo, en los proyectos de MI AGUA y MI RIEGO recientemente se llevó a cabo un estudio para identificar buenas prácticas en la implementación de metodologías para la transversalización del enfoque de género, detallando un análisis crítico comparado para definir una serie de criterios operativos que contribuyan a sistematizar esas buenas prácticas. 

Sigue existiendo una brecha salarial importante entre hombres y mujeres, y el acceso a promociones sigue siendo un asunto complicado

P. - ¿Qué otras medidas (además de las contempladas por las empresas) serían, en su opinión, efectivas para alcanzar la paridad en el sector del agua?

R. - Depende de los subsectores que se desprenden, del acceso agua potable o saneamiento, urbana o rural, riego, de la visión que del sector se tiene como servicio, del activo medioambiental, de generador de empleo o riqueza.

Para destacar alguna acción clave, deberíamos comenzar con medidas en un marco más amplio, entendiendo que muchos de los problemas de inequidad que afectan son transversales a todos los sectores, y que por lo tanto deben de focalizarse en la implementación de políticas públicas inclusivas. Esto incluye prácticas institucionales que sirvan de ejemplo y fomenten la inclusión de la mujer en todos los niveles organizacionales, reconociendo así no sólo su relación con el agua sino su experiencia y conocimiento al respecto, ya sea mediante mecanismos legales y/o incentivos económicos.

Si bajamos a la escala de proyectos, es fundamental mejorar los procesos participativos en general. Y, en particular, la inclusión de las mujeres en los mismos, dado que estos procesos son los que aseguran que las demandas ciudadanas son incluidas en los proyectos, fortaleciendo así la sostenibilidad de los mismos.

P. - Hablando en primera persona, ¿qué dificultades ha enfrentado a lo largo de su carrera por el hecho de ser mujer?

R. - Soy española, país donde las barreras para el acceso a la educación o a un trabajo formal han sido mayormente eliminadas, por lo que la problemática a la que me he enfrentado es la propia de una mujer profesional en un país desarrollado, que suele ser independiente del sector en el que trabajes. Y es que, a igual nivel de estudios y responsabilidades laborables, sigue existiendo una brecha salarial importante entre hombres y mujeres, y el acceso a promociones sigue siendo un asunto complicado.

Quizás en mi caso estas desigualdades no han sido tan marcadas como sí he podido observar en algunas madres casadas.

Cada vez más se está reconociendo el enorme potencial que tienen las mujeres para dinamizar la economía de los países

P. - ¿Qué otros desafíos cree que es prioritario abordar en el sector?

R. - Desde el punto de una visión más macro, la falta de información en el sector que sustente la existencia de brechas de género es uno de los desafíos que una vez superado servirá para que la formulación de políticas sea consistente con la realidad y, por lo tanto, mejor focalizada.

El fortalecimiento y empoderamiento de la mujer que asegure no solo su acceso a los espacios de decisión o empleos en el sector, sino que haga que su participación sea en igualdad de oportunidades.

P. - En contraposición, ¿cuáles cree que son los mayores logros alcanzados en el sector?

R. - El hecho de que la mayoría de los organismos internacionales o de desarrollo incluyan enfoque de género en todos sus proyectos de agua, ha sido vital para concientizar sobre la importancia de incluir este enfoque en los proyectos más allá de aquellos que estén financiados por estos entes.

Adicionalmente, vemos que en América Latina durante los últimos años se han financiado muchos proyectos que favorecen la participación de la mujer en el sector agrícola, contribuyendo a satisfacer las necesidades familiares, generando ingresos en las familias a la vez que se empodera a las mujeres. Esto es solo un ejemplo de que cada vez más se está reconociendo el enorme potencial que tienen las mujeres para dinamizar la economía de los países, apostando a su empoderamiento económico, tanto en el ámbito de la gestión del agua como en muchos otros sectores.

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