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Joaquín Páez: "La gestión del agua es un factor clave y decisivo para la salud de la sociedad"

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Sobre la Entidad

CAF
CAF respalda los esfuerzos que realizan los países de la región para asegurar a toda la población el acceso a servicios adecuados de agua potable y saneamiento, y consolidar una visión integral del manejo de los recursos hídricos.

La sexta edición de los Diálogos del Agua América Latina - España, organizado por CAF -banco de desarrollo de América Latina se celebrará este año en formato virtual el miércoles 28 de octubre. Durante este evento se establecerá un diálogo en torno al valor del agua en Iberoamérica, considerando la variabilidad estacional y geográfica que afectan la disponibilidad del recurso, particularmente en tiempos de COVID-19, lo cual agudiza la necesidad estructural de garantizar el acceso universal al lavado de manos, a la seguridad alimentaria, a la preservación de los ecosistemas y a su reconocimiento como patrimonio de los países. 

Con motivo de la celebración del evento, hemos entrevistado a Joaquín Páez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. 

Hasta su llegada a la CHG, ocupaba la Concejalía de Medio Ambiente y Educación del Ayuntamiento de Chiclana (Cádiz). También ostentó la Vicepresidencia de la Sociedad Anónima Municipal Chiclana Natural para el suministro y abastecimiento de agua potable, depuración de aguas residuales y alcantarillado de la ciudad y el término municipal de Chiclana, y fue miembro de la Dirección Ejecutiva y de la Junta del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana. En su experiencia como docente, destaca como profesor de Biología y Geología en el IES Pablo Ruiz Picasso de Chiclana y en el IES Juan de la Cierva de Vélez-Málaga. Es licenciado de Grado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Salamanca y Máster en gestión Medio Ambiental por el Instituto de Investigaciones Ecológicas de Málaga.

Pregunta - ¿Cómo se ha adaptado la confederación a este nuevo contexto causado por la crisis del coronavirus?

Respuesta - Es una satisfacción para nosotros poder decir que lo hemos hecho con absoluta naturalidad. Como sabe, somos un servicio esencial: garantizamos los abastecimientos a través de la monitorización de cauces y caudales; buscamos anticiparnos para prevenir posibles fenómenos de avenidas puntuales o periodos de sequía; operamos nuestros 48 grandes embalses y canales de regadío, estos últimos para el riego de más de 890.000 hectáreas; somos responsables de que los caudales ecológicos se mantengan y, con ellos, la salud de nuestros ríos; y también, vigilamos el Dominio Público Hidráulico para que se encuentre en las mejores condiciones.

Es absolutamente vital que reconozcamos el valor determinante de un recurso de calidad y con garantía como una de las primeras herramientas de salud

Desde el primer momento en que se declaró el Estado de Alarma hemos continuado trabajando para que nada de esto se resintiera, garantizando al máximo la seguridad de nuestros trabajadores y trabajadoras frente a la COVID-19. Para el ámbito presencial, hemos dedicado mucho esfuerzo tanto de planificación como económico para suministrar material que salvaguardara la salud del personal de Confederación y asegurar las mejores condiciones laborales en cada puesto de trabajo. Con el resto de personal, se tomó la determinación de posibilitarles el trabajo no presencial y telemático desde su domicilio.

Creo hemos conseguido atender a nuestros usuarios desde el primer momento vía telemática o telefónica con suficiente nivel de eficiencia. Y todo ello gracias a la elaboración de hasta 14 planes de contingencia preparados a lo largo del Estado de Alarma para adaptarnos a las distintas etapas diseñadas por el Ministerio de Sanidad, con el objetivo de continuar dando servicio a la sociedad.

P. - En este sentido, ¿cuál cree que es el papel de la gestión del agua a la hora de hacer frente a la pandemia?

R. - Es absolutamente vital que la sociedad, las instituciones y los gobiernos reconozcamos el valor determinante de un recurso de calidad y con garantía como una de las primeras herramientas de salud para el conjunto de los ciudadanos. Debemos poner todo de nuestra parte para salvaguardar el buen funcionamiento del ciclo integral del agua.

La pandemia y la subsiguiente crisis económica y social derivada de la misma, hacen que la gestión del recurso sea estratégica. Sin olvidar el carácter totalmente esencial del agua de abastecimiento, también debemos poner de relieve la empleada tanto en la agricultura como en la industria, que aseguran nuestra alimentación y nuestro modelo de producción.

"Hemos continuado trabajando para que nada de esto se resintiera, garantizando al máximo la seguridad de nuestros trabajadores y trabajadoras frente a la COVID-19"

Es muy importante señalar que en estos momentos, desde el sector público del agua, pero también desde los operadores privados, se están haciendo grandes esfuerzos suplementarios para garantizar la salud de los ciudadanos a través de un agua de calidad en el abastecimiento.

Al mismo tiempo, se está colaborando de manera determinante en el perfeccionamiento de la metodología para la detección temprana del virus a través del análisis de las aguas residuales, que junto a otras técnicas son empleadas para poder frenar la expansión de la pandemia de manera más eficaz.

En cuanto a la agricultura y a la industria, en nuestro país los organismos de cuenca, tanto intracomunitarios como intercomunitarios, conscientes de la delicada y extraordinaria situación en la que nos hallamos, están haciendo todo cuanto pueden para ser más eficaces y eficientes, para generar actividad económica, empleo y desarrollo social. Tanto el sector industrial como el agrícola -especialmente este último como gran consumidor del recurso y factor estratégico en primera instancia para la alimentación-, son claves. Los que tenemos la responsabilidad de participar en la gestión del agua en este momento, sabemos del valor de nuestro trabajo para que cada una de las gotas de agua de la que disponemos pueda llegar a la industria o a la agricultura. Desde el principio de la pandemia hemos sido muy conscientes de nuestro papel.

P. - ¿Cómo cree que ha respondido el sector del agua español y qué lecciones cree que podrían extraerse de esta situación?

R. - Creo que se puede decir que el sector ha estado la altura de las necesidades que una situación tan crítica requería. Se ha respondido con rapidez, sin olvidar que esta situación en sus comienzos era totalmente desconocida, imprevisible, y ante la que nadie tenía, a priori, la clave de actuación.

En una coyuntura como la actual se hace necesario analizar, aprender y tomar decisiones ágilmente, y poniendo como ejemplo al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y a las confederaciones hidrográficas, desde el primer momento hemos estado a la altura de las circunstancias. Nunca han estado en riesgo el uso del recurso para el abastecimiento, la industria y la agricultura. Pese a que hemos tenido que adaptar nuestra manera de organizarnos, no se ha resentido nuestro trabajo.

El sector ha estado la altura de las necesidades que una situación tan crítica requería

En cuanto a las enseñanzas más importantes y claves que podemos extraer de esta situación, la más significativa en mi modesto entender, es que la gestión del agua es un factor clave y decisivo para la salud de la sociedad, y quizá no lo suficientemente valorado por la misma. Las personas no somos lo suficientemente conscientes de que para garantizar el bienestar de la población, la gestión y el cuidado del agua es determinante. Pocas veces se valora todo el trabajo que hay detrás del hecho cotidiano de abrir un grifo o de que por un canal de regadío discurra el agua en cantidad suficiente para llegar a los cultivos.

Es hora de que todos y todas consideremos convenientemente al agua más allá de su precio en cuanto a su verdadero valor, dada su importancia para garantizar la salud y el bienestar de las personas de manera directa o indirecta, a través del buen estado de los ecosistemas de los que forma parte.

Me gustaría pensar que esta pandemia y que esta situación crítica que estamos viviendo sirviera, al menos, para que la sociedad pusiera todo de su parte en no comprometer, bajo ningún concepto, el agua en cantidad y calidad. Si lo logramos, seguro que la salud ambiental y la calidad de vida y el bienestar de nuestros hijos e hijas, las próximas generaciones, estarán sino asegurados, sí en las mejores condiciones para estarlo. Es cuestión de voluntad social y política.

P. - ¿Cuál cree que es el valor del agua para consumo, higiene y usos productivos en el escenario actual?

R. - Nosotros tenemos claro que el valor del agua es absolutamente clave en la situación de pandemia en la que estamos inmersos. El agua es uno de los vectores más determinantes, si no el que más, para garantizar la salud, el bienestar y el desarrollo.

No somos lo suficientemente conscientes de que para garantizar el bienestar de la población, la gestión y el cuidado del agua es determinante

No hay que olvidar que en el mundo, el 80% de las infecciones que nos afectan se producen por agua de mala calidad, que millones de personas en el mundo sumidas en la pobreza no tienen acceso al agua potable, que muchas personas cuando despiertan no tienen posibilidades de satisfacer mínimamente sus necesidades de higiene. Desgraciadamente, la pobreza y la desnutrición están ligadas a la escasez de agua por una mala gestión y por una distribución inadecuada.

Nuestra obligación como sociedad tanto ahora, inmersos en esta pandemia, como en cualquier otro momento, es intentar garantizar en primer lugar la salud de las personas a través de agua en cantidad suficiente, pero también de manera decidida con los estándares de calidad que aseguren el bienestar y la salud más allá de cualquier otra consideración.

Los gobiernos y los gestores del agua no podemos permanecer impasibles por más tiempo porque se pueden hacer muchas cosas. Las tenemos identificadas, sabemos cómo hacerlas y, además, conocemos que cualquier acción en este sentido tiene repercusiones positivas. Nuestro deseo es que la COVID-19, que nos está poniendo a prueba a todos y a todas, que está exigiendo lo mejor de los estados y de los gobiernos, sirva como detonante para que los países desarrollados encabecemos, de una vez por todas, la asunción de soluciones hídricas allá donde se necesiten en el planeta. El beneficio será extensivo y global.

P. - ¿Qué importancia tienen este tipo de eventos en el sector del agua español, y qué resultado espera de los Diálogos del Agua?

R. - Cualquier tipo de evento como los “VI Diálogos del Agua” presupone un escenario de intercambio de conocimiento, de ideas, de prácticas diversas, de otro modo de ver las oportunidades y las necesidades que tiene el sector y, sobre todo ahora, en esta situación, de otras formas de hacer frente “desde el agua” a la pandemia.

Los gobiernos y los gestores del agua no podemos permanecer impasibles por más tiempo

Estoy convencido de que gracias a este tipo de eventos y encuentros surgen sinergias de conocimiento, y eso siempre es positivo para la gestión y, por tanto, para mejorar. Solo a través de ese escenario encontraremos el camino de la solución y la mejora general, ante un problema global.

Participamos, pues, este foro Latinoamérica - España y en estos “diálogos del agua” con entusiasmo, con ganas de aprender, de sumar, de escuchar propuestas. Con ganas de conocer cómo se hace en otros lugares y, sobre todo, con ganas de lograr ser más eficientes, de gestionar mejor y de beneficiar a la ciudadanía que, en última estancia, es para quien trabajamos.

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