El Instituto tecnológico metalmecánico AIMME, a través de su Unidad de Tecnologías Químicas, ha desarrollado un prototipo de filtro, con posibilidad de incorporar nanopartículas de oro, que permite la reducción de la contaminación del agua por metales pesados. Esta tecnología está pensada básicamente para las industrias del sector metalmecánico, cuyas aguas necesitan tratamientos especiales para su depuración, según ha informado la entidad en un comunicado.
Según el responsable de la Unidad de Tecnologías químicas, Francisco Bosch, "gracias a este filtro se reduce la concentración de metales pesados y se mejora la eficiencia en su tratamiento, reduciendo de esta manera el impacto generado al medio ambiente". Actualmente, las empresas utilizan técnicas fisico-químicas como la precipitación mientras que este filtro "consigue mejorar la captación de los metales, especialmente cuando se encuentran en concentraciones bajas".
Este proyecto se enmarca en el grupo de actividades de la Unidad de Tecnologías Químicas donde se desarrollan nuevos materiales y procesos, principalmente con el uso de nanopartículas que, aplicadas a metales, modifican su comportamiento.