La plataforma Salvemos Cabana ha reclamado a la Consellería de Sanidade que analice el agua de las balsas del Monte Neme, en el área entre los municipios de Carballo y Malpica (A Coruña), en donde se desarrolló a lo largo del siglo XX actividad minera.
En una nota de prensa, Salvemos Cabana recuerda que la actividad se orientó durante más de 60 años a la explotación de wolframio y estaño y cree que "podría incidir en la presencia de residuo tóxico ácido en las masas de agua" de la cumbre del monte "suponiendo un peligro ambiental para la salud de la población y el entorno" en caso de que se produzca un nuevo vertido.
El "principal problema", a juicio de la plataforma, reside en que los filones, que son fundamentalmente de cuarzo, están "mineralizados, además de con wolframita y casiterita", con otros componentes como la calcopirita, la scheelita y la arsenopirita. Algunos de ellos, avisa, son "particularmente ricos en sulfuros metálicos".
Durante décadas, añade, el tratamiento realizado en el propio monte consistió en la trituración y molienda del grueso del mineral para después realizar un proceso de tostado y separación de los concentrados de wolframita y casiterita. La suma de este tratamiento y el desconocimiento del lugar final de depósito de los residuos "presenta una serie de impactos ambientales que podrían haber repercutido en la masa hídrica almacenada en las balsas mineras".
Fue una de estas balsas la que reventó en la madrugada del pasado día 10 y originó un vertido de agua y lodos de más de 24.000 metros cúbicos, señala Salvemos Cabana, que dice que "no se conoce su grado de toxicidad", pero "podría no ser inocuo para los terrenos" afectados en Carballo y Malpica.