CHA denuncia la situación de deterioro en la que se encuentran la Reserva Natural de las Saladas de Chiprana, un espacio único internacional, incluido en el convenio RAMSAR, en el que se observa la aparición de algas que están provocando una eutrofización de las aguas y que indica que se ha introducido agua dulce. Desde CHA se estudia trasladar el tema a la Fiscalía para conocer si se está cometiendo un delito. Desde CHA se pide que se aclare si es el Gobierno de Aragón quien está permitiendo la introducción de agua dulce de forma artificial y si cuentan con la aprobación de la comunidad científica y los informes técnicos necesarios.
Se trata de la única laguna endorreica salina de aguas permanentes profundas de Europa occidental y está declarado Humedal de Importancia Internacional RAMSAR entre otras figuras de protección. La introducción de agua dulce de forma artificial puede cambiar de forma súbita e irreparable las características particulares de este inusual lago salino. En esta zona se ubican importantes colonias de aves acuáticas que están siendo sustituidas por gaviotas patiamarillas, grandes depredadoras de especies de la zona.
Prado Murillo, presidenta de CHA en la comarca, advierte de las consecuencias de esta situación “y los daños irreparables en la vida autóctona de la salada. Si esta situación continúa se pone en riesgo muchas especies de flora que están incluidas en el catálogo de especies amenazadas”. Entre ellas el carófito ibérico Lamprothamnium papulosum, alga de origen marítimo que es posible que ya haya desaparecido; las praderas de Ruppia marítima, los tapetes microbianos y el crustáceo Artemia salina.
Murillo anuncia que se han registrado unas preguntas en las Cortes de Aragón, a través del diputado de CHA, Joaquín Palacín, para conocer que institución ha sido la responsable de la introducción de agua dulce para el llenado de las saladas y qué acciones se van a llevar a cabo para reparar, en la medida de lo posible, las consecuencias.