Zaragoza contará con un contrato de río que ordene el plan de gestión del agua en la ciudad. Así lo ha explicado la concejala de Medio ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza en la clausura del Seminario Internacional ‘El agua y los ecosistemas fluviales en la ciudad’, celebrado este fin de semana en la sede de la Cámara de Comercio. Según Teresa Artigas, “se trata de una cuestión de primer orden que tiene que estar en todas las agendas políticas porque está en juego el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de la ciudad, y también el reto de garantizar los derechos de los ríos como sujetos que son”.
Un contrato de río es un proceso participativo promovido por agentes sociales, económicos e institucionales que tiene como objetivo consensuar un plan de gestión del agua que responda a un modelo de desarrollo que reconozca al río como eje vertebrador del territorio. Una iniciativa que ya funciona con éxito en países como Italia, Francis y Bélgica, como ha indicado la profesora María Laura Scaduto, quién ha elaborado una tesis sobre los contratos de río. "Hablamos de un proceso de innovación social que permite que los gobiernos y las comunidades participen en la gestión y la explotación de los ecosistemas".
En esta reflexión y la posibilidad de establecerlo en la capital aragonesa han participado también Paolo Mancin, jefe de servicio de protección del agua en la región italiana de Piamonte, María Jesús Sanz, secretaria del consejo de la Fundación Ecología y Desarrollo, y Eva García, directora de Medio ambiente del Gobierno de Navarra.
Durante la jornada también se han presentado las conclusiones de los talleres deliberativos que han analizado las tres áreas temáticas del seminario para tratar de adaptar sus principales puntos a la ciudad de Zaragoza. Así, en torno al ciclo urbano del agua, en el que se habló de los efectos del cambio climático y de buscar soluciones basadas en la naturaleza, se ha valorado positivamente el plan de infraestructuras verdes del Ayuntamiento para dar respuesta a aspectos como la gestión del agua de lluvia, aunque debería estar dotado con suficiente presupuesto.
Además se ha detectado la necesidad de un pacto político y social para la correcta gestión pública de los ríos que pasan por la ciudad y trabajar en un modelo de ciudad resiliente que permita asumir retos como estos. En este sentido, la relación entre río y ciudad, una de las medidas a corto plazo que se proponen es identificar lugares en las riberas del Ebro y del Gállego donde dar más espacio al río.
En torno a la relación entre agua y sociedad los participantes han detectado la necesidad de recuperar la relación entre el hombre y el río y apuestan por la educación ambiental como recurso para conseguirlo. Por último se propone también la creación de la figura de los asistentes ambientales.
En el seminario internacional, impulsado por el Ayuntamiento de Zaragoza con la colaboración de la Cámara de Comercio y la Fundación Nueva Cultura del Agua, han participado en torno a un centenar de personas interesadas en la gestión de los recursos hídricos. A su término, las tres entidades han realizado un balance positivo del evento. Según Lucía Soriano, responsable de la organización desde la Fundación Nueva Cultura del Agua, “todos los agentes que han participado en el seminario han sido generosos aportando ideas e iniciativas y queremos pasar ahora el testigo al consistorio para que sirvan de base a futuras actuaciones en la ciudad”.