En el verano colombiano 2014, surgió una sequía en el departamento del Casanare provocando la muerte de miles de animales.
Mientras que los medios y el gobierno hablaron del cambio climático, hace varias décadas que campesinos e indigenas incriminan las petroleras presentes masivamente en la región.
Además de las consecuencia sobre el medio ambiente, la tragedia nos trae mucho más lejos.