La Comisión Europea ha decidido enviar una carta de emplazamiento a Chipre (INFR(2017)2046) por no ejecutar rápida y eficazmente la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de 5 de marzo de 2020 (C-248/19), en relación con la aplicación deficiente de la Directiva sobre aguas residuales urbanas (Directiva 91/271/CEE). Para proteger el medioambiente y la salud humana, la Directiva exige que las ciudades recojan y traten adecuadamente las aguas residuales urbanas antes de que estas sean vertidas al medio ambiente.
En su sentencia, el Tribunal dictaminó que, en treinta y una aglomeraciones urbanas, Chipre no garantizaba que se recogieran todas las aguas urbanas o que las aguas residuales urbanas que entraban en los sistemas colectores fueran objeto de un tratamiento adecuado antes de ser vertidas. Para cumplir la sentencia, Chipre se ha comprometido a construir redes colectoras o nuevas instalaciones de tratamiento para todas las aglomeraciones urbanas.
Se han logrado avances en dos aglomeraciones, en las que ahora se recogen y tratan aguas residuales urbanas. Sin embargo, las veintinueve aglomeraciones restantes siguen sin ajustarse a las normas de la UE. Las obras de construcción solo han comenzado en trece aglomeraciones (se prevé que se ajusten a la normativa a finales de 2023), mientras que en el caso de las otras dieciséis se prevé que se ajusten a más tardar en 2029.
Por tanto, la Comisión envía una carta de emplazamiento a Chipre con arreglo al artículo 260 del TFUE y le da dos meses para poner remedio a esta situación; de no hacerlo, la Comisión podría optar por volver a remitir el asunto al Tribunal de Justicia de la Unión Europea con una propuesta de imponer sanciones financieras a Chipre.