La Comisión ha decidido enviar una carta de emplazamiento a Irlanda por no cumplir las obligaciones que le impone la Directiva sobre el agua potable (Directiva 98/83/CE del Consejo) y permitir que se supere el valor paramétrico de trihalometanos (THM).
La Directiva tiene por objeto proteger la salud de los efectos adversos derivados de cualquier tipo de contaminación del agua destinada al consumo humano, garantizando su salubridad y limpieza. Desde hace mucho tiempo, en Irlanda, el agua potable que se suministra a más de medio millón de personas incluye cantidades excesivas de trihalometanos.
Esta sustancia química, que se genera normalmente en forma de subproducto cuando se utiliza cloro para desinfectar el agua y hacerla potable, supone un riesgo para la salud. Las autoridades irlandesas no han tomado las medidas adecuadas necesarias para reducir los valores de THM y notificar a los consumidores las implicaciones de esta situación para su salud. Irlanda tiene dos meses para responder; de lo contrario, la Comisión podría decidir enviar un dictamen motivado.