Las actuaciones incluidas en el Ebro Resilience para minorar los efectos de las inundaciones en el tramo medio del Ebro, entre Logroño y La Zaida (Zaragoza), continuarán a pesar de no haber sido seleccionado en la convocatoria LIFE 2018 y por tanto no contar con financiación de la Comisión Europea.
El Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) ha trasladado a las Administraciones que participan en el proyecto (Gobiernos de La Rioja, Navarra y Aragón) que se ha desarrollado un gran trabajo coordinado y que el objetivo debe ser seguir con las acciones ya identificadas y contempladas en la propuesta, trabajando de la misma forma.
Los planteamientos del Ebro Resilience se aplican ya en la cuenca del Ebro y especialmente, en el tramo medio, una de las zonas con mayor riesgo de inundación, desde el año 2015 y de forma más destacada, si cabe, a través de las obras aprobadas por el MITECO tras las crecidas extraordinarias del pasado mes de abril y que suponen una inversión de 31,5 millones de euros en las zonas afectadas.
Estas acciones muestran un compromiso de las Administraciones por estas nuevas líneas: la aplicación de medidas del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación de la Cuenca del Ebro, minorando las afecciones por las inundaciones, reduciendo el coste de recuperación y reconstrucción, lo que se consigue fijando el foco en la prevención y además, mejorando el estado de las masas de agua y recuperando sus hábitats asociados.
En ejecución
Las obras en ejecución por las crecidas de 2018, en avanzado estado, han introducido técnicas innovadoras y experiencias piloto que tienen como uno de sus elementos comunes la ampliación de la llanura de inundación y la combinación de medidas para incrementar la seguridad en los núcleos ribereños. Algunos ejemplos son la instalación de compuertas para reducir las afecciones en el casco urbano de Tudela (Navarra), el retranqueo de mota y el curage realizado en Alfaro (La Rioja), las zonas de inundabilidad temporal libre en varios puntos del tramo medio, la creación de cauces de alivio, o la intervención combinada que se está ejecutando en Alfocea-Monzalbarba (Zaragoza).
A ello se suman dos proyectos referentes: la reconexión de los meandros del Arga en Funes (Navarra), donde ya se ha ejecutado una primera fase y se está trabajando en la segunda y la recuperación medioambiental del Ebro en Alfaro (La Rioja) y Milagro (Navarra), afrontando su tramitación ambiental. Ambos siguen las líneas de acción del Ebro Resilience, con un proceso de participación inicial y con una implicación coordinada de las Administraciones estatal, autonómica y local.
Estudios de detalle
Además, se continúa trabajando con la realización de estudios de detalle en las zonas prioritarias. A finales de noviembre se mantuvieron contactos con el Ayuntamiento de Logroño para comenzar estos estudios de detalle en el primer tramo del proyecto (Logroño-Viana) y después arrancarán los estudios en los tramos de Mallén-Cortes-Novillas y en el de Pradilla de Ebro-Boquiñeni. Junto a ello, se está trabajando en la selección de 100 explotaciones agrarias y/o ganaderas para desarrollar un estudio sobre el coste de adaptación según los criterios de la Guía para la Adaptación al Riesgo de Inundación de Explotaciones Agrícolas y Ganaderas que publicará el MITECO en fechas próximas.
Para todos estos trabajos se contará con la información que se ha recogido desde 2017 en un proceso de participación sin precedentes desarrollado para este proyecto y que ha sentado a afectados, expertos, asociaciones ecologistas, etc., a consensuar medidas y propuestas con municipios y con los promotores (MITECO, CHE y los Gobiernos de Navarra, La Rioja y Aragón).