La Confederación Hidrográfica del Ebro (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) ha finalizado dos actuaciones de mejora de la capacidad de desagüe en cauces de Tarragona. En concreto, en el barranco de Sant Jordi, en Benifallet y en el barranco Toll del Estret, en La Palma de Ebro (Vinebre). En este último se han retirado los árboles que resultaron afectados por un incendio el pasado verano, ya que pueden favorecer la formación de obstrucciones.
Los trabajos, que comenzaron el pasado 14 de abril, se han centrado principalmente en la realización de limpiezas, podas y desbroces selectivos realizados de forma manual, respetando la vegetación autóctona, para recuperar la sección de desagüe del cauce y reducir así el riesgo de desbordamiento en avenidas.
En el barranco de Sant Jordi, en Benifallet, se ha actuado sobre un tramo de unos 160 metros que presentaba un exceso de vegetación (principalmente, zarzas y cañas).
En Toll del Estret, en La Palma de Ebro (término municipal de Vinebre), se ha intervenido en la zona afectada por el incendio forestal de La Torre del Español para retirar la vegetación arbórea quemada el pasado verano. Se han eliminado los pies afectados en el cauce y en zona de servidumbre ya que podían caer y generar obstrucciones en la sección del cauce También se han realizado aclareos y podas para favorecer la regeneración de la vegetación autóctona.
Estos trabajos se enmarcan dentro de las actuaciones de conservación de cauces que la Confederación Hidrográfica del Ebro desarrolla en toda la Cuenca, con cargo a su presupuesto, para detectar zonas potencialmente peligrosas y mediante el acondicionamiento y limpieza de márgenes, riberas y cauces, mejorar la capacidad de desagüe del río y en caso de avenidas, evitar desbordamientos.
La restauración fluvial es, además, una de las medidas del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación del Ebro, el PGRIEbro, resumidas en la fórmula básica 3P+R (prevención, protección, preparación y reparación). Sus objetivos fundamentales son la mejora del conocimiento de la demarcación (a más información, diagnósticos más precisos y medidas más acertadas) y la mejora del espacio fluvial, básicas para la protección del dominio público hidráulico y para alcanzar el buen estado de las masas de agua, que son algunos de los ejes principales de la gestión en el nuevo ciclo de planificación de la Demarcación del Ebro.