La Confederación Hidrográfica del Ebro (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico – MITECO) ha iniciado la plantación de especies de ribera en un tramo del Camino Natural de La Alfranca (Zaragoza), una acción incluida en la estrategia Ebro Resilience para recuperar como espacio fluvial zonas degradadas. En este ámbito se había realizado previamente un tratamiento para la eliminación de especies de flora invasora.
En concreto, se van plantar hasta 500 ejemplares entre árboles y matorrales en un espacio de unos 5.000 m² entre olmos, chopos negros y blancos, fresnos, tamarices, majuelos, endrinos y zarzas. De forma paralela se llevan a cabo acciones de divulgación medioambiental, como la plantación cooperativa realizada este mes con alumnos de la Fundación San Valero.
Ebro Resilience, estrategia de coordinación entre Administraciones para la reducción del riesgo de inundación desde Logroño a La Zaida (Zaragoza), incluyó un presupuesto de 1,2 millones de euros para la erradicación de la especie alóctona invasora caña común (Arundo donax) en alrededor de 70.000 m2, y la eliminación de alrededor de 7.000 pies arbóreos de especies invasoras (Acer negundo, Robinia, Ailanto, Chopo papelero, Fresno americano, etc.).
Los trabajos comenzaron en la Reserva Natural de Los Galachos de La Alfranca y el Camino Natural de La Alfranca, en Zaragoza y están todavía en marcha los tratamientos en Los Galachos de Juslibol, también en Aragón; en Tudela, Ribaforada y Buñuel (Navarra) y en Alfaro, Calahorra y Aldeanueva de Ebro (La Rioja).
En todas las zonas de intervención, en el caso de retirada de la caña, tras el triturado mecánico de la misma, el material se cubre con una lámina de polietileno negro durante un periodo mínimo de 10 meses, con lo que se consigue que se pudran sus raíces por falta de luz y exceso de temperatura. Pasado este tiempo se retira, cerca del 80% de la lámina es entregada a los ayuntamientos para su reutilización en actuaciones similares. El resto de la lámina, inservible para su recuperación, es llevado a vertedero. Una vez acabado este proceso, se llevan a cabo trabajos de restauración en las riberas mediante la recuperación del terreno y la plantación de especies autóctonas de acuerdo a sus necesidades hídricas.
Ebro Resilience
En la Estrategia participan el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Confederación Hidrográfica del Ebro y las Comunidades Autónomas de La Rioja, Navarra y Aragón. El planteamiento para todos los tramos es la protección de las zonas urbanas para avenidas con periodo de retorno de 25 años y para zonas no urbanas, conseguir la reducción de afecciones para avenidas hasta un periodo de retorno de 10 años.
Ebro Resilience responde a la coordinación y los nuevos enfoques para reducir el efecto negativo de los episodios de inundación, apostando por medidas combinadas que mejoren la capacidad de recuperación del territorio. Las inundaciones son fenómenos naturales e inevitables para las que no existe una única medida efectiva y es necesario aplicar acciones compatibles con un desarrollo sostenible.
