La Confederación Hidrográfica del Ebro, organismo autónomo, adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), mantiene el ritmo de ejecución de las actuaciones de emergencia aprobadas por las crecidas extraordinarias de abril. Esta semana arrancan algunas que combinan las actuaciones de reparación, con experiencias piloto o propuestas novedosas para ampliar el espacio fluvial o permeabilización de sedimentos para incrementar la seguridad en núcleos ribereños.
Entre las actuaciones que arrancan esta semana se encuentra la emergencia en nuevos puntos de Monzalbarba - Alfocea y Boquiñeni (en ambos casos se ha actuado ya en algunos puntos). En el primer caso se van a combinar distintas tipologías de intervención, todas ellas planteadas con el menor impacto posible, dadas las figuras de protección de gran parte del eje del Ebro, pero asumiendo el importante objetivo, no sólo de reparar, si no reducir la exposición de estos núcleos que se vieron dañados por inundaciones en el episodio de la pasada primavera.
Estas actuaciones se trasladaron y valoraron con técnicos y representantes de los Ayuntamientos de Zaragoza y Monzalbarba el pasado mes de septiembre y también recientemente, tras unos primeros contactos en el mes de junio y además se han analizado con representantes de asociaciones ecologistas locales. Junto con la reparación y refuerzo de las infraestructuras defensivas, se plantea:
- El retranqueo de motas, generando una ampliación de la llanura de inundación y el espacio fluvial.
- La creación de un área de inundabilidad temporal libre sobre la margen izquierda del Ebro en Alfocea.
- La aplicación de la técnica del curage para permeabilizar masas de sedimentos consolidados por la vegetación en los parajes de Santa Catalina y Soto de Alfocea, especialmente bajo el puente de acceso a Alfocea (ojos próximos a la margen izquierda) y en los tramos inmediatamente aguas arriba y aguas abajo para dar continuidad a los caudales fluyentes. También se va a iniciar un curage en Los Campiños, en Boquiñeni, en la margen derecha del río Ebro.
La Confederación ya ha aplicado esta tipología este mismo año en Alfaro (La Rioja) y en San Adrián (Navarra) y se han planteado otras 12 más en Aragón.
Curage y Soto de Alfocea
El curage es novedoso en España, pero se ha demostrado efectivo en otros países, como Francia. Consiste en un conjunto de actuaciones de pequeña magnitud sostenibles económica y ambientalmente cuyo objetivo es facilitar de manera natural la movilización y evacuación de un excedente de sedimentos en un zona determinada.
En este caso habilita pequeños ramales de libre circulación para el paso de las aguas abriendo pasillos de poca anchura mediante clareo de vegetación en una zona muy concreta y planteada con el menor impacto posible. La vegetación se tritura y se extiende en la zona y se complementa con un labrado o roturación superficial de los sedimentos para facilitar que se muevan de forma natural arrastrados por las avenidas. Gracias a ello se reduce la obstrucción al paso de la corriente y se dificulta que se consoliden los sedimentos.
Sus claves: menor impacto que una retirada de sedimentos o dragado, fácil mantenimiento y que actúa de forma directa sobre la vegetación existente que consolida los sedimentos fluviales, cuya proliferación es en buena medida consecuencia del exceso de nutrientes que presenta el tramo medio del Ebro.
En el caso del Soto de Alfocea arrancan las labores con un desbroce mínimo manual para poder acceder y marcar los ramales a llevar a cabo, asegurando que no se afecta a ejemplares de gran porte. Estos trabajos se realizarán en presencia de representantes de colectivos ecologistas y de agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón.
Emergencias y otros proyectos
Actualmente se han finalizado trabajos en 450 puntos afectados en las cuencas del Ebro (Navarra, La Rioja y Aragón), Jalón y Arbas. En total las emergencias autorizadas por el MITECO suponen una inversión total de 31,5 millones de euros para unos 1.000 puntos de intervención.
En otros puntos, la Confederación está planteando otras acciones teniendo en cuenta la realidad de cada núcleo: instalación de compuertas, áreas de inundabilidad, cauces de alivio, retranqueo de motas o permeabilización de infraestructuras.
La filosofía de estas intervenciones para incrementar el espacio fluvial o reducir la consolidación, se recoge también en proyectos referentes ya en marcha o en tramitación en la cuenca del Ebro.
Es el caso de la propuesta de proyecto LIFE Ebro Resilience, con las medidas para minorar efectos de las inundaciones desde Logroño, hasta La Zaida o de dos proyectos integrados en el Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático (PIMA Adapta). Estos proyectos son la reconexión de los meandros del Arga en Funes (Navarra), considerada una de las restauraciones fluviales más importantes de Europa y el proyecto actualmente en trámite ambiental de recuperación de ecosistemas y el proyecto de restauración fluvial del Ebro entre Alfaro y Milagro. Todos ellos responden al objetivo de minorar las afecciones por inundación, pero sumado a la recuperación de hábitats.