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"El reto de CADASA es dotarse de recursos humanos para cubrir el abastecimiento en tiempo y forma"

El Consorcio de Aguas de Asturias (CADASA) nació en 1967 para afrontar en común los problemas de abastecimiento y saneamiento del Principado. A día de hoy, la entidad reclama profesionales formados e inversión en infraestructuras para seguir prestando un servicio de calidad.

Hablamos con Rubén González Lanza, jefe de Servicio de Abastecimiento, para conocer en detalle los logros y demandas de CADASA: el Consorcio reclama personal especializado, mayor dotación de recursos e inversión en la renovación de infraestructuras para poder continuar ofreciendo abastecimiento y saneamiento en los más altos estándares.

Publicado en iAgua Magazine 34 - Abril 2021
iAgua Magazine 34

Pregunta: En primer lugar, nos gustaría conocer brevemente su trayectoria profesional.

Respuesta: Cuando naces en un pueblo, tienes que aprender a trabajar desde niño porque en las casas de campo siempre hay tarea para todos los convivientes en la medida que puedan desarrollarla.

En el año 1999 finalicé mis estudios como Ingeniero Técnico Industrial, y tras trabajar un par de años en el sector industrial, me incorporé al Consorcio en el año 2002 en el llamado Servicio de Explotación y Mantenimiento. Posteriormente, en el año 2015 me gradué en Ingeniería Mecánica.

P.- ¿Cuáles son sus funciones concretas en el Consorcio de Aguas de Asturias?

R.- Actualmente ejerzo las funciones de Jefe de Servicio de Abastecimiento con carácter accidental desde la jubilación del jefe anterior.

P.- ¿Cómo describiría las características del abastecimiento en alta del Consorcio de Aguas de Asturias? ¿Cuáles son los principales retos a los que hace frente la gestión del servicio?

R.- Para una región tan pequeña como Asturias, el abastecimiento del Consorcio es una gran infraestructura hidráulica comparable a las existentes en regiones mucho más pobladas. Haciendo una somera descripción, hablamos de unos 245 kilómetros de red con diámetros de hasta 2.600 mm, y con más de 600 instalaciones de diversos tipos distribuidas por la geografía de la región. Las instalaciones principales son tres ETAP, la mayor de ellas con una capacidad de tratamiento de 3.200 l/s; dos embalses, y cuatro depósitos, el mayor con una capacidad de 130.000 m3, que dan servicio a casi 800.000 habitantes y a las principales industrias de la región. El volumen anual suministrado oscila según el año entre los 47 y 57 hm3 medidos en los puntos de entrega.

El abastecimiento del Consorcio es una gran infraestructura hidráulica comparable a las existentes en regiones mucho más poblada

El principal reto a día de hoy es conseguir dotarse de los recursos humanos necesarios formados y cualificados para poder seguir cubriendo con eficacia y eficiencia las necesidades específicas del abastecimiento en tiempo y forma, a la vista del crecimiento que está experimentando el Consorcio tanto en infraestructuras como en los servicios que presta.

La formación específica del personal en las infraestructuras del Consorcio es lenta y complicada, debido a la gran amplitud geográfica de las instalaciones y los conocimientos técnicos y experiencia necesarios para poder actuar con criterio. Se necesita crear una cantera de profesionales jóvenes y formados dentro del ciclo del agua.

Existe un reto importante a la hora de obtener los elementos necesarios para resolver las incidencias con la celeridad necesaria

También existe un reto importante a la hora de obtener los elementos necesarios para resolver las incidencias con la celeridad necesaria, debido a que la mayoría de los elementos que constituyen las infraestructuras del Consorcio en materia de abastecimiento son de gran diámetro y de presiones elevadas, y, por lo tanto, no muy comunes en los almacenes convencionales. Todo se fabrica y se comercializa bajo demanda, porque todo el mundo tiende a reducir stocks de elementos con poca circulación y de elevado coste.

Otro de los retos al que nos enfrentamos es desarrollar las grandes inversiones necesarias para que el sistema, que fue concebido en los años setenta, ochenta y noventa, pueda acomodarse a las necesidades actuales y renovar las instalaciones críticas para el funcionamiento de la región antes de llegar a su obsolescencia.

P.- En este sentido, ¿qué herramientas emplea CADASA para asegurar la calidad del agua para consumo humano, de cara a la nueva directiva 2020/2184 del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de diciembre de 2020? ¿Cómo se adapta la trasposición de la directiva a la normativa actual sobre calidad del agua?

R.- Al igual que con la entrada de otras normativas similares, CADASA tendrá que adaptar sus sistemas de control de calidad del agua suministrada, el empleo de sustancias para el tratamiento del agua y materiales de construcción a los requisitos de la nueva normativa que aún está por desarrollar dentro del marco normativo nacional.

P.- En relación a ello, dos de los temas más recurrentes en materia de calidad del agua son los contaminantes emergentes y los microplásticos. ¿Qué medidas se toman desde el Consorcio para minimizar su posible presencia en las aguas?

R.- El principal recurso hídrico del Consorcio se encuentra en el Parque Natural de Redes. Al ser una zona protegida con escasa población y escasa actividad en proporción a su superficie, constituye una forma de preservación importante del recurso, y, por lo tanto, ayuda a minimizar los efectos de estos y otros contaminantes. El mejor tratamiento para el agua de consumo humano es la preservación del recurso.

El principal reto es conseguir dotarse de recursos humanos para poder seguir cubriendo las necesidades específicas de abastecimiento

Adicionalmente, se realiza periódicamente una retirada de residuos en las zonas de captación, evitando en la medida de su posible la degradación en el medio hídrico y que pasen a formar parte del agua que se capta para abastecimiento.

Por ahora, no se ha detectado ninguna incidencia de estos elementos en el agua del Consorcio.

P.- Muchas de estas actuaciones se recogen en los planes sanitarios del agua (PSA). ¿Cómo se han realizado estos PSA en Asturias? ¿Cuál es su nivel de aplicación en cuanto a medidas correctoras y preventivas para la mitigación de los riesgos asociados al abastecimiento?

R.- Es un tema pionero en el sector que solo es exigible para abastecimientos de más de 50.000 habitantes según el RD 902/2018. Es una forma novedosa en el mundo del agua de gestionar el abastecimiento, tratando el agua como un alimento y aplicando los sistemas de gestión de su calidad y seguridad sanitaria basada en riesgos como en la industria alimentaria. Este tipo de cambios en la concepción de la gestión se irán aplicando paulatinamente en todos los sistemas de abastecimiento mediante sistemas y ciclos de mejora continua.

P.- El territorio asturiano no está exento de los impactos del cambio climático. ¿De que manera se recogen estos cambios en la normativa de CADASA? En este sentido, ¿qué medidas recogen los planes de emergencias de sequías que afectan a la comunidad?

R.- Asturias, desde el punto de vista hídrico, es un lugar particular dentro de la geografía española, dado que dispone de una dotación abundante de recursos, pero por el contrario tiene un déficit de infraestructuras para poder regularlos en las zonas donde hace falta y poder soportar con solvencia las épocas de estiaje. Precisamente esta fue la principal causa del nacimiento del Consorcio.

La planificación de las emergencias para situaciones de sequía está más enfocada a aprovechar al máximo posible las infraestructuras de regulación que al aprovechamiento máximo del recurso, dado que resulta más limitante lo primero.