Las aguas subterráneas constituyen la única opción realista de suministro de agua en muchas zonas rurales de todo el mundo, ya que ofrecen una buena calidad del agua y son resistentes a la sequía.
Sin embargo, existen muy pocas aportaciones hidrogeológicas con pruebas científicas sobre la calidad de las aguas subterráneas, lo cual pone en riesgo su uso. La región del valle del Rift del África oriental, se caracteriza por una gran presencia de flúor en las aguas superficiales y subterráneas.
Es una de las regiones del mundo donde se registra la mayor concentración de flúor (en Etiopía entre 1,3 y 300 mg/l; en Kenia hasta 180 mg/l; en Tanzania hasta 70 mg/l).
Información geológica sobre la contaminación por flúor
El proyecto FLOWERED, financiado con fondos europeos, tenía como objetivo desarrollar un sistema de gestión sostenible de las aguas en aquellas zonas afectadas por la contaminación por flúor del agua, el suelo y los alimentos en áreas específicas de los países del valle del Rift del África oriental (Etiopía, Kenia y Tanzania). «Nuestra meta era generar estrategias adecuadas y sostenibles para el consumo de agua», explica Giorgio Ghiglieri, coordinador del proyecto.
Teniendo en cuenta que las condiciones geológicas e hidrogeológicas influyen en la contaminación del agua, los socios del proyecto investigaron la química de las aguas subterráneas en dichos países. Descubrieron que el nivel de flúor en las aguas subterráneas del valle del Rift del África oriental variaba considerablemente de un lugar a otro. Ello se debía a diferentes factores que influían en la concentración y la movilidad del flúor, como el tiempo de interacción de las aguas subterráneas con minerales ricos en flúor y otros factores geogénicos. «Obtener la información hidrogeológica de una zona puede ayudar a las agencias gubernamentales o locales a construir pozos que intercepten aguas de buena calidad», recalca Ghiglieri.
El planteamiento científico del proyecto FLOWERED se basa en conocimientos detallados de la configuración hidrogeológica y geológica que afecta a la contaminación de las aguas. Las investigaciones hidrológicas, geofísicas, hidroquímicas, hidrogeológicas y geológicas contribuyeron a la localización de aguas subterráneas seguras en las zonas de estudio. Ello era un requisito previo para la aplicación de la gestión sostenible del agua, así como para fines agrícolas y de saneamiento del agua. Además, el proyecto destacó que el riego prolongado de cultivos con aguas contaminadas por flúor afecta notablemente a la calidad del suelo y hace que el flúor penetre en los cultivos, lo que aumenta la concentración en las partes comestibles del maíz, el tomate y las judías. Esto plantea más riesgos para la salud del ganado y los humanos.
Un dispositivo de desfluoración
El proyecto FLOWERED diseñó y desarrolló un dispositivo de desfluoración que está compuesto por un tanque de veinte litros y una bomba de recirculación que mezcla las aguas y el fosfato de octacalcio.
El dispositivo se alimenta mediante una batería de coche y utiliza una cantidad fija de fosfato de octacalcio para cada ciclo de desfluoración. Al probar el prototipo en las zonas rurales de Tanzania, en solo dos horas se demostró una reducción en los niveles de flúor por debajo del límite de la Organización Mundial de la Salud. Un aspecto importante es que no presenta efectos secundarios negativos en la calidad de las aguas y únicamente cuesta 220 dólares estadounidenses.
A fin de aplicar el enfoque sobre saneamiento del agua del proyecto FLOWERED, los socios realizaron una encuesta para examinar los factores demográficos y psicológicos determinantes que influyen en el consumo de aguas sin flúor. Los resultados fueron prometedores y destacaron la importancia de la sensibilización a través de programas educativos sobre el peligro de consumir aguas no tratadas. Por lo tanto, las intervenciones regionales o internacionales deben tener como objetivo mitigar el coste de la desfluoración y garantizar el acceso al agua salubre, tal y como se indica en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.
En general, el proyecto FLOWERED arrojó importantes resultados sobre la contaminación del agua y sus efectos en la salud humana, la agricultura y el ganado. «Confirmamos que la contaminación por flúor de las aguas requiere medidas de mitigación que dependan de las pruebas y el conocimiento científicos, el compromiso político y el apoyo de la población», concluye Ghiglieri. Fomentar dichos esfuerzos será fundamental para la gestión de las aguas subterráneas en los países afectados por la contaminación del agua.
