La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha sacado a licitación la nueva Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) de Tarifa. Este trámite supone un paso más en el procedimiento administrativo, tras la firma la semana pasada del convenio de este departamento con el Ayuntamiento de la localidad gaditana, por el que ambas partes adquieren los compromisos oportunos en relación al desarrollo del proyecto y las obras de la EDAR. En concreto, esta depuradora contará con una dotación de 9,8 millones de euros y podrá beneficiar a más de 30.000 habitantes en temporada alta.
Esta depuradora contará con una dotación de 9,8 millones de euros y podrá beneficiar a más de 30.000 habitantes en temporada alta
En total, la Consejería destinará una inversión de 19 millones de euros en materia de saneamiento y depuración tanto para las obras de la EDAR de Tarifa, como la proyectada en Bolonia; ambas obras están declaradas de Interés de la Comunidad Autónoma, por lo que se financian con cargo al Canon de Mejora de Infraestructuras. Con la nueva depuradora se pretende dar servicio tanto al núcleo urbano actual de Tarifa, previendo el crecimiento de población que podría experimentar la zona en los próximos 25 años, como los enclaves de La Peña, Los Lances o Valdevaqueros.
En relación a la nueva depuradora de Tarifa, la Junta se compromete a la ejecución y el pago de las obras, mientas que el Ayuntamiento aporta los terrenos y los permisos necesarios para su ejecución. Una vez finalizada, el Consistorio deberá hacerse cargo de la explotación y mantenimiento de la EDAR, en cumplimiento la normativa vigente y los parámetros de calidad establecidos en su correspondiente autorización de vertidos.
Las obras, que generarán un total de 164 empleos (146 en fase de ejecución y 18 en fase de explotación), consistirán en la ejecución de una nueva estación de bombeo y la propia Estación de Depuración de Aguas Residuales así como los colectores correspondientes. Todas las actuaciones proyectadas garantizarán las instalaciones necesarias, según recoge la normativa, para minimizar la emisión de olores y ruidos.