Como parte del Plan de Manejo Integral de Laderas del Eje Pichincha- Atacazo, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS) inició el Proyecto Piloto de Señalización Física del Suelo No Urbanizable, cuyo objetivo es proteger el espacio natural donde se encuentran las fuentes de captación hídrica.
El proyecto avanza con la colaboración de la Unidad Regula tu Barrio, la Agencia Metropolitana de Control, las Secretarías de Territorio y de Ambiente, las Administraciones Zonales y la comunidad del Distrito Metropolitano de Quito.
La delimitación contempla la ubicación de postes de hormigón con filas de alambre. La primera fase corresponde a la señalización a lo largo de 6 kilómetros y abarcó los sectores: La Roldós, Atucucho, Pisulí y Comité del Pueblo, al norte de la ciudad. La segunda fase tiene una longitud de 12 km al sur de la ciudad y cuenta con un avance cercano al 60%.
El proyecto se complementó con la ubicación de postes con iluminación con un espacio de 50m entre cada poste, al norte de la ciudad y continuará en el sur, logrando una visibilidad diurna y nocturna del límite urbano en las laderas del Pichincha.
Al ser un proyecto piloto se plantean ajustes por lo que se prevé utilizar luces con los colores de la ciudad, destacando el azul y el rojo incandescente como una línea imaginaria que define el límite de la ciudad.
Este esfuerzo por frenar el crecimiento urbano descontrolado y definir el área del suelo no urbanizable inició en 2009 con la colocación de hitos de 0,60 x 1,50 de alto. Una segunda prueba fue la instalación de monolitos (bloques de 2,50 x 1,20) y, finalmente, el proyecto con la colocación de postes de hormigón, que están en ejecución.
El límite cumple las funciones de controlar el crecimiento urbano, delimitar claramente la franja que separa el área urbana del área natural y definir cuál puede ser la estrategia de dotación de servicios y de tratamiento del área natural, por lo que se propuso desarrollar un sistema de 5 parques metropolitanos para consolidar la visión de protección ambiental.
Una necesidad que surge por el incremento en la población
De acuerdo con el Instituto de la Ciudad de Quito (ICQ), los datos generados por el último censo del 2010 determinan que Quito ocupa el tercer lugar en la tasa de crecimiento poblacional con el 22%; y, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, se prevé que para el 2020 Quito cuente con más de 2 millones setecientos mil habitantes.
Existe una elevación poblacional en la periferia urbana, lo que determina que las mayores tasas de crecimiento demográfico anual corresponden a las parroquias orientales de Tumbaco, Puembo, Conocoto, Guayllabamba, Yaruquí, Checa y, sobre todo, Calderón que cuenta con un incremento del 80% al año, de acuerdo al Plan de Manejo Integral del Recurso del Suelo, emitido por el Municipio en 2006.
Una consecuencia adicional fue la ocupación irregular de tierras en sitios como el Comité del Pueblo al norte, y Lucha de los Pobres al sur de la ciudad. Es así que se generó un acercamiento con la comunidad para que cada morador identifique hasta donde es el límite de la ciudad.
Esta medida también beneficia a los habitantes de zonas periféricas puesto que los protege de traficantes de tierras y de los problemas que conllevan los asentamientos ilegales.