Los gobiernos de Egipto, Etiopía y Sudán han firmado este martes un acuerdo para llevar a cabo dos estudios sobre los efectos de la construcción de la presa del Gran Renacimiento por parte de las autoridades etíopes.
Los ministros de Irrigación de los tres países han publicado un comunicado conjunto tras dos días de reuniones en Jartum en el que han detallado que los estudios han sido sugeridos por el comité de expertos internacionales creado para revisar el impacto de las obras.
Así, se creará un comité integrado por cuatro expertos de cada uno de los países, que tendrá seis meses --a partir del 1 de septiembre-- para presentar los informes, según ha informado la agencia estatal egipcia de noticias, MENA.
La construcción de la presa ha sido fuente de tensiones con Egipto, que ha expresado su preocupación acerca de la posibilidad de que las obras afecten a su cuota de agua del río Nilo.
En junio, el ministro de Exteriores de Etiopía, Tedros Adhanom, invitó al nuevo presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, a visitar el país, después de que las tensiones en torno a este proyecto hayan disminuido tras el derrocamiento en julio de 2013 del entonces presidente Mohamed Mursi, quien llegó a decir que "todas las opciones están sobre la mesa" para hacer frente a la situación, incluyendo la vía militar.
Etiopía defiende su derecho a construir la presa del Gran Renacimiento, un proyecto de 4.700 millones de dólares (3.500 millones de euros) en el que Egipto ve una amenaza para el suministro de agua a sus 84 millones de ciudadanos.
Por su parte, el Gobierno de Sudán, el tercer país afectado, ha afirmado que los trabajos de construcción "no afectarán" al país y reiteró su compromiso para continuar la cooperación con Addis Abeba y El Cairo con el objetivo de garantizar el máximo beneficio de los tres países de la explotación de los recursos del Nilo.