A partir del 10 de mayo las facturas del agua aplicarán la subida de tarifas aprobada en el Pleno del Ayuntamiento el pasado mes de enero. Por ahora de manera parcial, al cubrir únicamente el concepto de saneamiento (que se compone de vertido y depuración) y que supone el 50% de la factura.
Para aplicar el 50% restante, correspondiente al abastecimiento, habrá que esperar a la autorización de precios de la Junta de Andalucía, quien dispone de un plazo de 3 meses para conceder el permiso a contar desde el 30 de abril.
La nueva tarifa contempla nuevos tramos de consumo y persigue penalizar el exceso y premiar el ahorro de agua tras una época marcada por una larga sequía y las necesidades derivadas de ésta.
La subida se repartirá en dos años (2024 y 2025) y oscilará entre los 2.3 € al mes (sumando la subida de ambos años) en aquellas familias que hagan un uso eficiente del agua, gastando hasta 90 litros por habitante y día, y los 11.72 € de aquellas que consuman más de 130 litros.
Las nuevas tarifas se hacen extensibles a los usos no domésticos, como es el caso del industrial y el comercial, con un alza en ambos casos del 18% en 2024 y del 12% en 2025; o el sector de residencias turísticas y hoteles, que registran el aumento más cuantioso con un 22% en 2024 y un 18% en 2025.
Para garantizar el derecho humano al agua entre los colectivos más desfavorecidos, EMASESA mantiene y refuerza su tarifa social incorporando dos nuevos porcentajes de bonificación del 25% y el 75% que se suman a los ya existentes del 50 y el 100%.
¿Por qué unas nuevas tarifas?
Los seis años de sequía que ha sufrido Sevilla y su área metropolitana han supuesto para EMASESA unos gastos extra cifrados en 14,5 millones de euros al tener que destinar más recursos a tratamientos e infraestructuras para obtener y tratar el agua y facturar menos al reducirse el consumo.
A ello se suma el aumento generalizado de precios. Si bien la última subida de tarifas del agua fue en 2020 y con anterioridad en 2013, el nivel general de precios se ha elevado durante estos años, suponiendo un acumulado del 18% (6,50% en 2021, 5,70% en 2022 y 4,90% en 2023) en los costes de la empresa, que también ha mermado las cuentas de la empresa metropolitana.
Y también es reseñable que el precio del servicio, fijo desde 2020, no se ha actualizado al ritmo del IPC, algo con lo que contaba EMASESA para asumir su plan de inversiones, lo que ha lastrado el ritmo de estas.
En qué se emplearán
En una empresa que se dedica a la gestión integral del agua y que abastece a más de un millón de personas, las inversiones en mejoras son fundamentales. Es el caso del tratamiento de aguas, en que se incorpora masivamente la filtración por carbón activo del agua potable y su tratamiento con ozono, para garantizar la calidad del agua suministrada; y también en el apartado de la depuración, con una mayor intensidad en el tratamiento de las aguas residuales, mediante hidrólisis de los lodos y su adecuación en la nueva planta de MITLOP para permitir un uso agrícola, evitando el destino a vertedero.
Al margen y, con el objetivo de alcanzar la máxima eficiencia, hay que seguir invirtiendo en la regeneración y reutilización de aguas y aplicar tecnología digital en el ciclo integral del agua. Precisamente, EMASESA está inmersa en un Plan de Transformación Digital, que, aun contando con subvenciones del PERTE, necesita financiación propia para llevarse a cabo y lograr su objetivo: modernizar el servicio obteniendo más y mejor información de todo el ciclo para ser más eficientes y ofrecer un servicio al usuario en clave de excelencia.
A ello hay que añadir la limpieza de redes y el mantenimiento tanto de estas como de distintas infraestructuras de Sevilla y su área metropolitana, así como obras destinadas a evitar inundaciones como es el caso del colector Cuenca Tamarguillo o depósitos de retención, en colaboración en este caso con la CHG y la Junta de Andalucía.
En qué se traducen las nuevas tarifas
- Que reconocen y recompensan el esfuerzo ahorrador de una forma más clara.
- Actualización de precios con mayor progresividad para los usos o niveles de consumo más altos expresados en litros (antes en metros cúbicos).
- Que actualizan los límites de los bloques de uso doméstico conforme a los nuevos niveles de consumo que ya está asumiendo la comunidad usuaria.
- Una vez lograda una bajada en el consumo medio, este ahorro se consolida. De hecho, el consumo se ha reducido más del 39% en los últimos 30 años
- Que evidencian que el agua es cosa de todos y afecta a todos los tipos de consumos.
- Tarifa específica para usos hoteleros y apartamentos turísticos en los que, de media, registran consumos per-cápita superiores a los de la población residente
- Que garantizan el derecho humano al agua entre los colectivos más desfavorecidos.
- Se garantiza un consumo de hasta 110 litros por persona y día y aumentan los tramos de las bonificaciones recibidas por las personas en situación de vulnerabilidad, incorporando un 1.er porcentaje de bonificación del 25% y otro intermedio del 75%.