“La Generalitat no contempla la interconexión de la cuenca del Ebro con la del Llobregat"
En un momento en que Cataluña se enfrenta a una de las sequías más graves de su historia reciente, la necesidad de abordar esta crisis se convierte en un imperativo urgente y complejo. Para adentrarnos en este desafío y descubrir las estrategias implementadas para asegurar un futuro sostenible en la gestión del agua, hemos buscado la perspectiva de David Vila, director del Ente de Abastecimiento de Agua del Ter Llobregat (ATL).
Esta entrevista promete ser una ventana hacia la comprensión de cómo Cataluña está navegando por las turbulentas aguas de la escasez hídrica, equilibrando la innovación con la necesidad de inversiones significativas en infraestructura, actualizando las tarifas para reflejar la realidad económica del agua, y aprovechando la tecnología y la digitalización para optimizar la gestión de este recurso vital.
A través del diálogo con Vila, buscamos no solo esclarecer la situación actual, sino también vislumbrar el horizonte de acciones y soluciones que Cataluña está explorando para garantizar la resiliencia y la sostenibilidad hídrica en los años venideros.
Pregunta: Tras la preocupante situación de sequía en Cataluña, ¿podría proporcionarnos un breve análisis del estado actual de las reservas de agua gestionadas por ATL?
A día de hoy (21 de marzo), las reservas de los embalses que abastecen la red Ter-Llobregat, Sau, Susqueda, Pasteral, la Baells, la Llosa del Cavall y Sant Ponç, se encuentran al 15,90% de su capacidad, acumulando un total de 97,29 hm3. Hace un año acumulaban un total de 165,97 hm3 y hace cinco años, 428,26 hm3.
El día 1 de febrero, el Gobierno de la Generalitat de Cataluña declaró el estado de emergencia I por sequía hidrológica en las unidades de explotación de estos embalses.
P.- ¿Qué medidas específicas ha adoptado ATL para garantizar el suministro de agua a la población y actividades económicas en Cataluña?
Desde ATL abordamos esta situación de sequía centrando nuestros esfuerzos desde una triple perspectiva: la monitorización de los recursos hídricos, la adaptación y mejora de las infraestructuras de producción de agua y de la red de distribución y la gestión de la operativa diaria.
Estamos haciendo un importante seguimiento del control de la calidad del agua del sistema Ter (Sau-Susqueda) y Llobregat. Tanto desde la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) como desde ATL, y en coordinación con el Departament de Salut, se realizan controles de manera constante para evaluar la calidad del agua de los embalses con el objetivo de garantizar el abastecimiento a la ciudadanía. Hemos incrementado la frecuencia de los muestreos y hemos preparado las instalaciones del punto de captación para aumentar la capacidad de dosificación en los reactivos necesarios.
En fase de excepcionalidad por sequía, ya se realizó una inversión en la planta potabilizadora del Ter, la de mayor capacidad de tratamiento, renovando por completo el carbón activo de los filtros para que su rendimiento sea óptimo y ampliado la capacidad de almacenaje y dosificación de reactivos.
P.- La Generalitat de Cataluña ha activado el estado de emergencia por sequía. ¿Cómo colabora ATL en la implementación de las medidas propuestas y qué impacto anticipa en la gestión del agua?
El Plan Especial de Sequía (PES) se activó ya en septiembre de 2021, cuando las reservas estaban al 70%. Los diferentes escenarios que define el Plan y su activación en función de las reservas de agua disponibles en los embalses se traducen en la activación de otras fuentes alternativas, como son las desaladoras. En el caso de ATL, las desaladoras han ido incrementando su producción a medida que se avanzaba en los escenarios de sequía: la del Llobregat, con una capacidad de producción máxima anual de 60 hm3, trabaja a máxima capacidad desde agosto de 2022, y la de la Tordera, con una producción máxima anual de 20 hm3, desde marzo de 2023.
Esta medida, junto a otras contenidas en el PES, han logrado atrasar en más de un año la activación del estado de emergencia.
Con esta grave situación de sequía, el origen del agua que se consume en la región metropolitana de Barcelona tiene su origen, a fecha de hoy, en recursos no convencionales como el agua desalada y el agua regenerada.
P.- ¿Cuál es su valoración respecto a la posibilidad de modificar el Plan de Sequía? ¿Qué medidas debería contemplar?
Con este Plan, el Govern trabaja con antelación y previsión para garantizar el abastecimiento de agua a todas las personas. En ninguna otra situación de sequía habíamos sido capaces de prever escenarios de futuro y activar las medidas necesarias para conseguir que el agua que tenemos a nuestro alcance pueda durar más tiempo.
"Abordamos la sequía desde una triple perspectiva: monitorización, adaptación y mejora de infraestructuras y gestión de la operativa diaria"
El Plan ha sido revisado y modificado en algunas ocasiones para incorporar, por ejemplo, un nuevo escenario de ahorro, el de preemergencia, con el objetivo de aplazar la entrada en emergencia, que conlleva restricciones más estrictas.
Cuando ha sido necesario, el Plan se ha revisado y así se continuará haciendo para que sea una herramienta lo más útil posible para la gestión de los recursos hídricos disponibles, incorporando las propuestas y mejoras solicitadas por parte de diferentes sectores.
¿Cuál es su postura respecto a las propuestas de trasvase de agua, como la sugerida por ingenieros catalanes? ¿Se están considerando alternativas similares para abordar la escasez de agua en Cataluña?
El Govern de la Generalitat no contempla la interconexión de la cuenca del Ebro con la del Llobregat, y en este sentido ha sido tajante cada vez que se ha planteado esta propuesta.
La apuesta actual pasa, en primer lugar, por la ejecución de obra de emergencia que aporten más agua a la red y, en segundo lugar, por la inversión en infraestructuras hídricas estructurales a ejecutar, que serán una realidad en los próximos cinco años, y que permitirán que la región metropolitana de Barcelona sea autosuficiente.
¿Cómo proyecta ATL la disponibilidad de agua a largo plazo en Cataluña, considerando el impacto del cambio climático y la intensificación de la sequía?
Actualmente, la capacidad de producción de agua mediante desalación, agua regenerada y aguas subterráneas, es de 200 hm3 anuales, pero, en el horizonte 2029, seremos capaces de producir más de 400 hm3 al año de agua no procedente de la lluvia, una cifra que permitiría cubrir el consumo actual de la región metropolitana de Barcelona.
Se prevé la generación de esta cantidad de recurso con la construcción de dos nuevas desaladoras (Tordera 2 y Foix), dos nuevas potabilizadoras en el río Besós, y la ampliación de la planta potabilizadora del Besós y de la planta de regeneración de agua del Llobregat como obras más relevantes.
Es destacable señalar que la oportunidad de utilizar agua regenerada, así como la potabilización del río Besós, es posible gracias a la inversión en estaciones depuradoras de aguas residuales que sanean más del 97% del agua residual de Cataluña.
P.- La desaladora de La Tordera es una pieza clave en la lucha contra la sequía en Cataluña. ¿Cómo está contribuyendo esta infraestructura en particular, y la desalación en general, a mitigar los efectos de la escasez en la región?
La desaladora de la Tordera, inaugurada el año 2002, se construyó con un doble objetivo: el de garantizar el buen estado del acuífero de la Torderad y evitar su sobreexplotación y, por otro lado, garantizar el suministro a los municipios de la zona del Maresme norte y del sur de la comarca de la Selva. Inicialmente, tenía una capacidad de 10 Hm3 que se duplicó posteriormente, a tenor de los buenos resultados y la necesidad de garantizar una mayor disponibilidad de recurso.
"La tarifa del agua debería ser revisada anualmente con el objetivo de internalizar de forma inmediata los incrementos de costes"
Esta desaladora, junto con la del Prat, se han convertido en pieza clave en la gestión de esta sequía. Gracias, en gran parte, a la aportación del agua que producen, se ha podido alargar al máximo las reservas de agua de los embalses y la entrada en el escenario de emergencia. Estos 80 Hm3 anuales de producción suponen ya más del 20% del origen del agua consumida en la región metropolitana.
Estas instalaciones, junto con las plantas de regeneración de agua, son estratégicas para hacer frente a las sequías y para incrementar la resiliencia y la garantía de agua en las cuencas internas de Cataluña, donde la capacidad de embalses es de tan solo 700 hm3.
Desde el inicio de la sequía, hemos producido más de 151 Hm3 de agua desalinizada, lo que equivale prácticamente a la capacidad del embalse de Sau: 63,2 Hm3 en 2022, 75,1 Hm3 2023 y 13,2 Hm3 en lo que llevamos de 2024.
P.- Se ha anunciado recientemente una inversión significativa en la ETAP del Ter. ¿Podría proporcionar más detalles sobre este proyecto y el impacto esperado?
La Generalitat de Cataluña invertirá, a través de ATL, 123 millones de euros en la rehabilitación y modernización de la ETAP del Ter, la mayor planta potabilizadora de Cataluña, con una capacidad de tratamiento de 8 m3/s.
Las obras de rehabilitación y modernización de la planta permitirán mejorar la calidad del agua con la construcción de dos nuevas líneas de tratamiento del agua a través de unos nuevos filtros de carbón y una etapa de ozonización y, sobre todo, poner al día unas instalaciones construidas hace más de cincuenta años con la renovación completa de los filtros de arena existentes como actuaciones principales.
Esta inversión es un claro ejemplo de la necesidad de invertir no solo en la generación de nuevo recurso, sino en el de adecuar las instalaciones a retos derivados del cambio climático, como el incremento de la temperatura del agua y sus efectos derivados.
P.- La digitalización está transformando la gestión del agua. ¿Cuál es el grado de implementación en ATL y cuáles son los siguientes retos por afrontar en este ámbito?
ATL, por su dimensión y capacidad, ha sido siempre pionera en la transformación digital. Son actuaciones que tienen un coste elevado, pero necesarios para tener un mayor conocimiento de la red. Disponemos de un proyecto ambicioso con una inversión de más de veinte millones de euros con su propio calendario de implantación que, con la concurrencia en las distintas convocatorias del PERTE del agua, pretendemos acelerar.
El uso de la tecnología BIM y su explotación como sistema de gestión, la monitorización de redes, el diseño e implantación de una suite informática o los gemelos digitales, son algunos de los retos definidos en este plan.
P.- En relación con las tarifas de agua, ¿cómo valora su reciente revisión tras haber estado congelada desde el año 2017?
El Govern de la Generalitat tomó, a finales de 2022, la decisión de mantener la tarifa de ATL congelada durante el 2023 ante el contexto económico, con un encarecimiento generalizado de los precios, y con el objetivo de no perjudicar el bienestar y la economía de las familias.
Sin embargo, la Directiva Marco del Agua europea (DMA), que establece el principio de recuperación de costes y su adecuada repercusión en el usuario, y las inversiones a impulsar, imprescindibles para garantizar un servicio esencial como es el abastecimiento de agua potable, hicieron necesaria una actualización de la tarifa, que se aprobó a finales de 2023 y entró en vigor el pasado 1 de enero.
La nueva tarifa nos permite afrontar el volumen de inversiones a corto y medio plazo a las que ATL debe hacer frente para garantizar la prestación del servicio, así como los gastos energéticos derivados de un funcionamiento intensivo de las desaladoras.
En condiciones normales, la tarifa del agua debería ser revisada anualmente con el objetivo de internalizar de forma inmediata los incrementos de costes, a la vez que se evitarían revisiones excepcionales como la última aprobación que ha tenido que absorber un incremento de costos del período de siete años en que no se modificó.
P.- Mirando hacia adelante, ¿cuáles son los desafíos más urgentes que enfrentará ATL en la gestión del agua en Cataluña y qué oportunidades ve para mejorar la resiliencia hídrica en la región?
"Disponemos de un proyecto ambicioso de digitalización con una inversión de más de veinte millones de euros"
El principal desafío, y más urgente, es el de garantizar el suministro de agua en toda nuestra área de abastecimiento, ya sea a partir de recursos no convencionales como el agua desalada y el agua regenerada, o la activación de masas subterráneas.
Toda situación compleja, en este caso una sequía sin precedentes, genera nuevos retos, oportunidades de mejora y, sobre todo, aprendizajes. Sirve de claro ejemplo, que el consumo doméstico ya partía de valores muy bajos después de la sequía sufrida en el año 2008 y que se mantuvieron a niveles bajos en períodos de abundancia. Este largo período de sequía que estamos sufriendo ha modificado ya el statu quo convencional, así como el esquema tradicional del ciclo del agua, y ha incorporado dentro del ciclo el agua regenerada que ha pasado de ser un recurso infrautilizado a producir el 25% del agua que se consume en el área metropolitana de Barcelona.
La mejor de las oportunidades es que existe el consenso unánime que, aunque llueva, que lo hará, y se resuelva la situación de sequía actual, hay que seguir invirtiendo en infraestructuras hidráulicas, tanto en la mejora de las redes de abastecimiento municipales como en la de grandes infraestructuras de abastecimiento.