Tras considerar la evapotranspiración y la escorrentía por las estrategias locales de gestión del agua, los seres humanos pueden estar consumiendo más agua dulce y alterando el ciclo del agua en mayor grado de lo que se pensaba, según un nuevo estudio. Si es correcto, los resultados calculan la huella de agua dulce mundial total de la humanidad en un 18 por ciento.
En el pasado, se ha centrado mucha investigación en cómo la gestión del agua afecta a factores como la fragmentación de los ríos y el desvío, pero sólo recientemente se ha hecho evidente la importancia de factores más discretos, como la evapotranspiración.
Los resultados calculan la huella de agua dulce mundial total de la humanidad en un 18%
Fernando Jaramillo, de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, y Georgia Destouni, de la Universidad de Estocolmo, en Suecia, trataron de determinar si las estrategias de gestión del agua (por ejemplo, presas y riego) están afectando a la relación de la evapotranspiración con la precipitación. Estos expertos analizaron los cambios físicos de cien cuencas entre dos periodos, 1901-1954 y 1955-2008.
Los resultados de sus modelos, publicados en 'Science'. revelan un aumento significativo de la evapotranspiración en el último periodo, así como una disminución en las tasas de escorrentía del agua. Este cambio en la evapotranspiración tenía más probabilidades de verse afectado por la gestión local del agua de los seres humanos en comparación con otras variables analizadas, como la ubicación geográfica de la cuenca o el cambio climático atmosférico.
Se encontró que estos cambios locales inducidos por el hombre en la evapotranspiración tenían un impacto significativo a nivel global, lo que aumenta el consumo humano promedio de agua dulce en 3.563 km3/año o 18 por ciento más que una estimación reciente de la huella hídrica global actual de la humanidad. Los autores sugieren que esta nueva estimación es un nivel considerablemente más insostenible.