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Las nubes podrían aumentar el calentamiento en el Ártico

  • nubes podrían aumentar calentamiento Ártico

Las nubes pueden aumentar el calentamiento en la cambiante región ártica más de lo que han previsto los científicos, aportando un inesperado doble golpe al sistema climático, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), la Universidad de Colorado Boulder, en Estados Unidos, y colegas.

"A medida que la atmósfera del Ártico se calienta y humedece, se convierte en un aislante mejor. Aunque esperábamos que esto redujera la influencia de las nubes, proporcionando un aislamiento adicional, nos encontramos con que las nubes que se forman en el Ártico en estas condiciones parecen calentar aún más la superficie, especialmente en el otoño y el invierno", explica el profesor Christopher Cox, autor principal del estudio sobre este trabajo publicado este jueves en 'Nature Communications'.

Las nubes son un jugador complicado en la historia del cambio climático: pueden enfriar la superficie del planeta al reflejar la luz del sol y pueden aislarlo y mantenerlo caliente. "Para entender por qué y dónde se está calentando la Tierra, hay que comprender el efecto global de las nubes", subraya Cox, científico colaborador con el Instituto Cooperativo para la Investigación en Ciencias Ambientales (CIRES, por sus siglas en inglés), quien trabaja en el Laboratorio de Investigación del Sistema Terrestre de la NOAA en Boulder.

Al dirigirise hacia el norte hasta el Ártico, el impacto de las nubes sobre el clima es particularmente difícil de entender, según este experto. "La cantidad y la forma en que las nubes calientan la superficie se determina por una intrincada danza entre la humedad (humedad relativa), las temperaturas y las propiedades de las nubes y la danza es diferente en el Ártico, donde el aire es más frío y más seco que en latitudes más bajas", señala Cox.

Para entender por qué y dónde se está calentando la Tierra, hay que comprender el efecto global de las nubes

Para concretar la influencia global de las nubes árticas de las temperaturas, él y sus colegas del CIRES, NOAA, la Universidad Estatal de Washington, Idaho, en Estados Unidos, y Chile analizaron mediciones de tres estaciones científicas de investigación en el extremo norte: Barrow, Alaska; Eureka, Canadá; y Summit, Groenlandia.

Evaluaron cuestiones como la temperatura, la humedad relativa y una medida de las propiedades aislantes de la nube y observaron cómo estos factores interactúan entre sí (en diferentes partes del espectro infrarrojo). Trabajos anteriores sugieren que a medida que la propia atmósfera se calienta y se vuelve más húmeda, se convierte en un mejor aislante, por lo que las nubes contribuyen cada vez menos al calentamiento, algo que probablemente es cierto a escala global: es como si una persona ya está caliente bajo una manta y añadir otra manta tiene poco efecto adicional.

Sin embargo, este equipo encontró un comportamiento diferente cuando aumentan la temperatura y la humedad en el frío ártico. Allí, las nubes pueden conservar su capacidad para calentar la superficie y, de hecho, parece ser una ampliación del calentamiento regional. En esta región fría y seca, añadir una segunda "manta" puede, de hecho, hacer que sea aún más caliente.

Como hay poca luz solar en el Ártico en otoño e invierno, las propiedades aislantes de las nubes son muy superiores a sus propiedades de sombreado, por lo que este resultado es aún más importante, apunta el co-autor Matthew Shupe, también investigador CIRES que trabaja en la NOAA.

Él y sus colegas dijeron que sus hallazgos sugieren mejorar el seguimiento de los cambios en la atmósfera del Ártico, incluyendo la temperatura y los niveles de humedad, así como las propiedades de las nubes, y continuar con el trabajo para mejorar el papel de las nubes en los modelos informáticos diseñados para comprender la rápida evolución de la región del Ártico.

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