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Más pistas sobre el futuro del cambio climático gracias a los sedimentos marinos

  • Más pistas futuro cambio climático gracias sedimentos marinos

La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera fue el principal motor detrás de los cambios climáticos globales que se produjeron hace entre 53 y 34 millones de años, según un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Southampton, en Reino Unido.

El estudio, publicado en la revista 'Nature', resuelve la relación entre el dióxido de carbono (CO2) y el clima durante el período conocido como 'Eoceno' cuando las temperaturas globales eran alrededor de 14 ° C más calientes que hoy. Es  un paso importante en la comprensión del clima antiguo y, por lo tanto, ayudan a los científicos a predecir mejor el futuro cambio climático.

El equipo de investigación desarrolló nuevos registros de los niveles de CO2 últimos mediante el análisis de antiguos sedimentos oceánicos. Los resultados apoyan la idea de que los niveles elevados de CO2 fueron el detonante de la calidez extrema de principios del Eoceno y que la disminución de CO2 fue la responsable del posterior enfriamiento que en última instancia condujo a la creación de las capas de hielo polares de hoy en día.

El mundo en el Eoceno era realmente un mundo de efecto invernadero

"No podemos medir directamente las concentraciones de CO2 de hace tanto tiempo -reconoce el doctor Eleni Anagnostou, autor principal e investigador post-doctoral en la Universidad de Southampton-. En su lugar, debemos confiar en la presente indirecta de 'proxies' en el registro geológico. En este estudio, hemos utilizado la composición química de fósiles marinos conservados en los sedimentos para reconstruir los niveles de CO2 antiguos".

Los fósiles, llamados foraminíferos, una vez fueron pequeñas criaturas marinas que vivían cerca de la superficie del océano durante la época del Eoceno. Sus conchas recogieron la composición química del agua de mar en el que vivían.

"Los foraminíferos fósiles tienen conchas hermosas y complejas -describe el doctor John Eleanor, investigador postdoctoral en la Universidad de Cardiff, también autor del estudio-. Podemos identificar y separar las distintas especies, incluyendo fundamentalmente las que vivían en la capa superior del océano, donde la química es controlada por el CO2 atmosférico".

Mediante la aplicación de técnicas geoquímicas pioneras -desarrolladas en la Universidad de Southampton en los últimos cinco años-, el equipo utilizó isótopos del elemento boro en las conchas como un indicador de pH (una medida de la acidez) y las emplearon para determinar los niveles de CO2 atmosférico.

Estos expertos encontraron que entre el Eoceno temprano y el Eoceno tardío, los niveles de CO2 se redujeron aproximadamente a la mitad. Usando el conocimiento actual de la relación entre la temperatura superficial del mar y CO2 en diferentes latitudes, estos expertos también demostraron que los cambios en la concentración de CO2 pueden explicar la mayor parte del enfriamiento que se produjo.

Esta investigación también se puede utilizar para entender mejor cómo la Tierra va a responder a los crecientes niveles de CO2 en el futuro. El coautor Gavin Foster, de Ciencias del Océano y de la Tierra en la Universidad de Southampton, afirma: "Después de tener en cuenta los cambios en la vegetación y cómo los continentes se organizaron en el pasado y al corregir el efecto sobre la escasez de capas de hielo del Eoceno, encontramos que la sensibilidad del sistema climático al CO2 que forzó el calentamiento del Eoceno fue similar a la predicha por el IPCC para nuestro futuro cálido".

El doctor Anagnostou añade: "Esto confirma que el mundo en el Eoceno era realmente un mundo de efecto invernadero, con la principal diferencia con el actual en los mayores niveles de CO2. La comparación nos da más confianza en nuestras predicciones sobre el futuro calentamiento climático en un contexto de rápido aumento de CO2 antropogénico".

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