El exdirector gerente del Canal de Isabel II Arturo Canalda ha negado este jueves en su declaración como investigado ante el magistrado de la Audiencia Nacional Diego de Egea la existencia de ninguna irregularidad en la compra de la empresa colombiana Inassa en 2001, al tiempo que ha explicado que la operativa ya estaba diseñada cuando él asumió el cargo, a comienzos de octubre de ese año.
Según fuentes presentes en el interrogatorio, el también expresidente de la Cámara de Cuentas de Madrid --que renunció al puesto al ser imputado en esta pieza del 'caso Lezo'-- ha precisado que él llegó al Canal un mes antes de que la adquisición fuera aprobada en la reunión del Consejo de Administración del 14 de noviembre de 2001 y que fueron los directivos (también investigados) José Antonio de Cachavera y Juan Pablo López Heras, quienes le explicaron los detalles de la misma.
Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción acusa a estos tres exdirectivos de la empresa pública de aguas de diseñar una operación paralela "repleta de irregularidades", ya que seis días antes de que se celebrara la sesión estaba concedido el aval bancario definitivo para adquirir Inassa, así como redactado el acuerdo de compraventa de acciones de una sociedad pantalla panameña creada con la finalidad de canalizar los intereses de los implicados en la operativa.
Canalda, que sólo ha respondido a las preguntas formuladas por la Fiscalía y su defensa, ha negado estos términos descartando sobrecostes en la operación que supuso un desembolso para el Canal de 73 millones de dólares. De hecho, ha afirmado que de todas las opciones de compra presentadas por los técnicos de la compañía de aguas, ésta era la mejor, por referencias y por precio.
Ha explicado que la operativa ya estaba diseñada cuando él asumió el cargo, a comienzos de octubre de ese año
Desvincula a Gallardón
El exdirector gerente también ha desvinculado al entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, de esta operación, asegurando que no sólo no intermedió en su nombramiento en el Canal, sino que no tenía relación alguna con él, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Preguntado por la urgencia en la que la operativa salió adelante, Canalda ha razonado que fue así porque lo último que querían era paralizar la actividad del Canal y que se fió en todo momento de las explicaciones que le dieron Cachavera, en calidad de director económico, y Juan Pablo López Heras, como subdirector de Nuevos Negocios.
Además, Canalda ha contradicho con su versión la prestada por otros miembros del Consejo de Administración del Canal que aprobaron la compra de Inassa y ha asegurado que todos ellos habían tenido acceso a la documentación relativa a la operación y que, por tanto, estaban al corriente de los matices de la misma.
Frente a esta versión reside la de otros exmiembros del Consejo también investigados en esta primera pieza de la trama Lezo, los cuales argumentaron que desconocían detalles de la adquisición tales como su coste o la participación de la sociedad panameña.
De acuerdo con las actas de la citada reunión del Consejo de Administración, a las que ha tenido acceso Europa Press, Arturo Canalda hizo una pormenorizada exposición del asunto ante los consejeros asegurando que la empresa de aguas con sede en Barranquilla (Colombia) era "sin duda, dentro del sector del agua, la de mayor presencia en el Área del Caribe" y contaba "con una gran proyección de crecimiento en la región".
