El Canal de Isabel II asegura que no tuvo conocimiento de la obtención de fondos para su expansión en Latinoamérica, una circunstancia que imposibilitó que pudiera conocer el alcance de la operación de derivación de fondos patrimoniales tras la compra de Inassa, investigada en la operación Lezo.
Así consta en una resolución del Canal de Isabel II Gestión de mayo de 2017, incluida en el sumario de la trama, al que ha tenido acceso Europa Press, con la que la compañía de aguas tramitaba el expediente disciplinario a la ex directora financiera María Fernanda Richmond, el exdirector general Adrián Martín López de Huertas y al exdirector de Recursos Fernando Cevallos Aguarón por "infracciones laborales muy graves". Los tres están investigados en la causa.
Según este documento, en una reunión de Inassa su expresidente Edmundo Rodríguez Sobrino informó de haber recibido instrucciones de Canal Extensia para que los fondos generados en virtud de la operación de reducción del capital de la compañía se destinarán a la expansión del negocio del Canal en Latinoamérica así como los dividiendo generados en años anteriores pendientes de distribuir a Canal Extensia.
Pero, como hechos probados, de los meses de septiembre de 2012 a enero de 2013 en lo relativo a la financiación de la expansión del Canal en Latinoamérica, se recoge en la resolución que "no existe prueba de que ningún miembro de Canal Extensia autorizara formalmente la operación descrita" aunque sí lo sabían Richmond y Martín López.
Además, se indica en 2013 Inassa y Helm Fiduciaria firman un contrato de fiducia mercantil para depositar 24,2 millones de dólares de Extensia, obtenidos de la reducción del capital social de Inassa con devolución de aportaciones y de los dividendos pendientes de distribuir.
Según la resolución, en dicho contrato figura como beneficiario Inassa pero no Extensia, "pese a que los fondos depositados eran de su exclusiva titularidad". Asimismo, en el contrato no se prevé la necesidad de autorizaciones por parte del Canal Extensia para que Inassa pudiera disponer de los fondos depositados.
Por lo que se sostiene que los fondos depositados en la cuenta por el contrato de fiducia habría sido "sin que ningún remanente haya sido transferido o expatriano a Canal Extensia, escapando completamente de su control".
En este documento se acredita que "ninguna de las operaciones descritas relativas a la obtención de fondos para la expansión comercial en Latinoamérica fueron puestas en conocimiento de los Consejos de Administración de Canal Extensia, ni en el año 2012, momento en que se realizaron, ni posteriormente".
Una circunstancia que imposibilitó que el Canal de Isabel II pudiera tener conocimiento "sobre el alcance de la operación de derivación de fondos patrimoniales", insiste.
