El ministro de Desarrollo Regional de Brasil, Gustavo Canuto, ha indicado que cerca de 4.000 presas en todo el país tienen un "alto potencial de daño", en el marco de la emergencia provocada por la rotura de una presa en la localidad de Brumadinho, que ha dejado 65 muertos y unos 300 desaparecidos.
Canuto ha reconocido en declaraciones a la prensa que el Gobierno no tiene los recursos necesarios para inspeccionar todas las presas de forma inmediata, por lo que priorizará las que requieren una acción más urgente, entre las que estarían 205 que contienen residuos minerales.
La presa de Brumadinho, usada para la recirculación del agua en una planta de contención de residuos para sucesos de emergencia, reventó arrasando la localidad brasileña con desechos mineros.
El Gobierno de la región de Minas Gerais ha impuesto una multa de 99 millones de reales (unos 23 millones de euros) a Vale, la empresa propietaria. Tres empleados de la compañía minera y dos ingenieros han sido arrestados, según ha informado la Fiscalía.
La tragedia ha generado una ira generalizada en Brasil que se ha dirigido en gran medida hacia Vale, ya que hace apenas tres años se produjo un incidente similar en el municipio de Mariana de la que la empresa era copropietaria. El Gobierno ha aclarado que no intervendrá la dirección de Vale.
