Connecting Waterpeople
AGS Water Solutions
TFS Grupo Amper
RENOLIT ALKORPLAN
FLOVAC
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
MonoM by Grupo Álava
DAM-Aguas
Terranova
Xylem Water Solutions España
Minsait
Baseform
Gobierno de la Comunidad de Madrid
Grupo Mejoras
Saint Gobain PAM
Aqualia
Vector Energy
Lama Sistemas de Filtrado
ITC Dosing Pumps
J. Huesa Water Technology
ECT2
EMALSA
Ingeteam
UNOPS
Fundación CONAMA
Cibernos
Blue Gold
Aganova
Barmatec
UPM Water
Filtralite
TecnoConverting
Danfoss
LABFERRER
Hidroconta
ACCIONA
IAPsolutions
Likitech
Isle Utilities
KISTERS
s::can Iberia Sistemas de Medición
AGENDA 21500
ICEX España Exportación e Inversiones
MOLEAER
Asociación de Ciencias Ambientales
NTT DATA
Fundación Botín
Saleplas
Bentley Systems
Global Omnium
CAF
Elmasa Tecnología del Agua
NSI Mobile Water Solutions
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
Catalan Water Partnership
Elliot Cloud
ISMedioambiente
LACROIX
Kurita - Fracta
EPG Salinas
Almar Water Solutions
Idrica
Cajamar Innova
Kamstrup
Laboratorios Tecnológicos de Levante
Sacyr Agua
Consorcio de Aguas de Asturias
Sivortex Sistemes Integrals
Mancomunidad de los Canales del Taibilla
ADECAGUA
Schneider Electric
DHI
SCRATS
Fundación Biodiversidad
TEDAGUA
Smagua
STF
Fundación We Are Water
SEAS, Estudios Superiores Abiertos
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Confederación Hidrográfica del Segura
Molecor
Innovyze, an Autodesk company
Cimico
IIAMA
ABB
DATAKORUM
ESAMUR
Rädlinger primus line GmbH
HANNA instruments
Esri
VisualNAcert
AECID
Red Control
AMPHOS 21
Netmore
Regaber
Telefónica Tech
FENACORE
ADASA
Gestagua
Amiblu
Control Techniques
ONGAWA
GS Inima Environment
AZUD
Agencia Vasca del Agua

Se encuentra usted aquí

El peso del agua de deshielo provoca que las plataformas de hielo se doblen

  • peso agua deshielo provoca que plataformas hielo se doblen
    Barrera de hielo Larsen. (CC/Wikipedia)

Un equipo de investigación co-dirigido por científicos con base en el Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencia Medioambiental (CIRES, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, ha observado directamente una plataforma de hielo antártico doblada bajo el peso del agua de deshielo acumulada en la parte superior, un fenómeno que puede haber provocado el colapso de la plataforma de hielo Larsen B en 2002.

Y la flexión de la plataforma de hielo podría impactar potencialmente en otras plataformas de hielo vulnerables, haciendo que se rompan, acelerando la descarga de hielo en el océano y contribuyendo al aumento global del nivel del mar. "Los científicos han estado prediciendo y modelando este proceso durante algún tiempo, pero nadie ha recopilado datos de campo que muestren que está sucediendo hasta ahora", señala la investigadora postdoctoral de CIRES Alison Banwell y autora principal del nuevo estudio publicado este martes en 'Nature Communications'.

Banwell, anteriormente en el Instituto de Investigación Scott Polar en la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, y su equipo quisieron observar más de cerca las causas del debilitamiento de la plataforma de hielo después de analizar la ruptura catastrófica de la plataforma de hielo Larsen B. Esa ruptura llegó a los titulares en 2002 cuando 1.250 millas cuadradas de hielo se separaron en el océano; los científicos notaron que, en los meses previos a la ruptura, la plataforma de hielo estaba salpicada de más de 2.000 lagos de aguas de deshielo.

"Durante la temporada de fusión, pueden formarse lagos en la superficie de las plataformas de hielo, juntando el peso de la nieve derretida y el hielo en muchas áreas de agua líquida", señala el coautor Ian Willis, miembro de CIRES también del Instituto Scott de Investigación Polar (SPRI, por sus siglas en inglés) en Cambridge.

Los lagos de agua derretida pueden contener agua que pesa entre 50.000 y dos millones de toneladas, y eso empuja hacia abajo sobre el hielo, creando una muesca. Si el lago se drena, esta sangría vuelve a aparecer. Si el estrés resultante es lo suficientemente grande, el hielo que rodea la cuenca del lago se debilita y puede comenzar a romperse, predicen los investigadores.

Cuatro cuencas lacustres identificadas

Para medir cuánto estaban distorsionando el hielo antártico flotante de estos lagos de agua derretida, Banwell, Willis y sus compañeros de trabajo en la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, dirigidos por Doug MacAyeal primero tuvieron que explorar dónde creían que se desarrollarían los lagos. "Buscamos depresiones en la superficie de la plataforma de hielo, que, combinada con el estudio de imágenes satelitales, nos ayudó a anticipar dónde se formarían los lagos cuando comenzara la temporada de deshielo", dice Willis.

El equipo identificó cuatro cuencas lacustres para equipar con sensores GPS, y les dio nombres imaginativos. Había "Peanut", con forma de doble cacahuete en su cáscara, y "Wrong Trousers", llamado así por las largas botas de pescador que Banwell llevaba para acceder a la mitad de un lago profundo; las botas se parecían a los pantalones mecánicos de la película de animación 'Wallace and Gromit: The Wrong Trousers'.

Nuestros resultados se pueden usar para mejorar los modelos y predecir mejor qué plataformas de hielo son más vulnerables y más susceptibles de colapsarse

En noviembre de 2016, antes de que comenzara la temporada de deshielo, el equipo condujo motos de nieve desde la Estación McMurdo de Estados Unidos sobre el hielo helado para acceder a su campo en la plataforma de hielo de McMurdo, tirando de cientos de libras de equipo en trineos.

En los cuatro lagos, instalaron instrumentos autónomos que contenían estaciones de GPS de alta precisión para medir la elevación vertical y sensores de presión para medir las profundidades del agua del lago, cada uno fijo en un poste de metal perforado a más de seis pies de profundidad en el hielo. Tres meses después, volaron en helicóptero para recuperar los instrumentos; para entonces, el hielo marino era demasiado delgado para soportar el peso de un vehículo.

El equipo descubrió que, en el centro de cada lago, la plataforma de hielo se movía hacia abajo y luego hacia arriba durante alrededor de tres a cuatro pies (entre 90 centímetros y 1,2 metros) en respuesta a cada llenado del lago y luego al drenaje. Pero a unos 1500 pies (457 metros) de cada lago prácticamente no hubo ningún movimiento vertical.

Aunque esta flexión no causó la fractura de la plataforma de hielo McMurdo, el equipo empleó modelos para predecir qué lagos más grandes en las proximidades podrían desencadenar la fractura. "Es muy probable que eso sea lo que le sucedió a Larsen B en 2002", dice Banwell. "Y los modelos climáticos predicen que habrá más derretimiento en más plataformas de hielo en las próximas décadas, lo que llevará a un aumento en la aparición de lagos de agua de deshielo", agrega Willis.

"Estas observaciones son importantes porque nos ayudan a comprender mejor los desencadenantes de la ruptura de la plataforma de hielo, lo que lleva a un aumento del nivel del mar --subraya Banwell--. Nuestros resultados se pueden usar para mejorar los modelos y predecir mejor qué plataformas de hielo son más vulnerables y más susceptibles de colapsarse".

Redacción iAgua

La redacción recomienda