Las sequías cada vez más prolongadas registradas en Malí han provocado que los agricultores recurran a cultivos híbridos para hacer frente al clima cada vez más impredecible del país africano.
En 2017, cuando las sequías golpearon el sur de Malí, muchos agricultores perdieron sus cultivos. "No pude cultivar nada en absoluto", ha aseverado Baba Berthé, un agricultor maliense de la localidad de Siby que ha advertido de las consecuencias del cambio climático.
Sin embargo, muchos consideran que un nuevo cultivo cruzado de sorgo --resistente a la sequía-- ha salvado un gran número de cultivos, que han podido salir adelante sin necesidad de que llueva. "Este tipo de cultivo me ha salvado", ha indicado Berthé, que ha indicado que gracias a él ha logrado producir 2,4 toneladas de granos por cada hectárea de terreno.
Los expertos aseguran que a medida que el cambio climático afecta a la región del Sahel este tipo de cultivos se hace cada vez más importante para hacer frente a diversos tipos de crisis, desde la malnutrición a la migración, causada por la falta de alimentos.
"Realmente entendí la importancia de este tipo de cultivos el año pasado", ha señalado Berthé, de 56 años. El maíz, según ha explicado, es un "grano que necesita muchísima agua", algo que escasea en el sur de Malí.
Las nuevas variedades de grano han sido desarrolladas por científicos del Instituto Rural Económico (IER, por sus siglas en inglés), que fue fundado por el Gobierno maliense para hacer frente a la escasez de precipitaciones en el país. Durante los últimos 60 años, la lluvia ha descendido del 15 al 20 % en Malí, dependiendo de la región.
Los agricultores labran sus terrenos durante la temporada de lluvias, que suele durar entre junio y octubre en algunas regiones del sur. En el norte, sin embargo, esta época es aún más corta, lo que supone tan sólo dos meses de lluvias al año.
Para hacer frente a estas condiciones, los investigadores malienses han creado híbridos que cruzan los cultivos locales con otro tipo de variedades. El tipo de sorgo plantado por agricultores como Berthé pueden producir cultivos de unas 3 ó 4 toneladas por hectárea en comparación con las variedades tradicionales, que pueden generar 2 toneladas en una buena temporada.
"El desafío era lograr variedades que puedan hacer frente a la sequía tras su florecimiento", ha manifestado Aboubacar Touré, investigador del IER. Las variedades que tienen éxito generalmente necesitan florecer temprano, según ha subrayado.