Un nuevo estudio vincula a la hormigas cortadoras de hojas están con algunos de los puntos de emisión naturales más grandes de óxido nitroso (N2O) jamás registrados en bosques tropicales.
"Las hormigas cortadoras de hojas son insectos muy comunes y carismáticos en todo el continente americano", dijo Fiona Soper, investigadora de la Universidad de Montana y autora principal del estudio.
"No se puede caminar a través de un bosque tropical sin verlos arrancar hojas, marchar en largas filas y excavar nidos. Nuestra investigación en Costa Rica muestra un papel previamente insospechado para estas hormigas en los bosques tropicales: creando puntos calientes de emisión para el gas de efecto invernadero óxido nitroso".
Las pilas promedio pueden emitir flujos comparables a los producidos por sistemas de ingeniería humana como tanques de tratamiento de aguas residuales
Los investigadores, cuyos resultados se publican en Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, encuestaron 22 colonias de de hormigas cortadoras de hojas Atta colombica en Costa Rica. Encontraron que las pilas de desperdicios proporcionaban condiciones ideales para tasas extremadamente altas de producción de N2O. De hecho, las pilas promedio pueden emitir el doble de N2O total que otras áreas de la selva tropical, a veces generando flujos comparables a los producidos por sistemas de ingeniería humana como tanques de tratamiento de aguas residuales o lagunas de estiércol de vacas lecheras.
"Las hormigas cortan hojas de los árboles, las llevan bajo tierra y cultivan hongos que crecen en las hojas en descomposición, su principal fuente de alimento", dijo Cleveland. "Al hacer eso, generan desechos que deben ser eliminados. Hacen esto como nosotros, moviendo meticulosamente su basura a algo no muy diferente a nuestros vertederos. En esos vertederos, los microorganismos descomponen su basura, generando gases como dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, al igual que nosotros".
Soper agregó que aunque las emisiones de gases de efecto invernadero de las colonias de hormigas son altas, creando condiciones que no se ven comúnmente en los ecosistemas naturales, las hormigas no son una fuente importante de exceso de gases de efecto invernadero en los bosques tropicales y no tienen nada que ver con el cambio climático. En cambio, el estudio destaca las formas en que los animales pueden afectar su entorno, al igual que las personas.