"Decenas de miles de personas que han huido de la sequía y la violencia están siendo forzadas a abandonar sus hogares de nuevo, solo que esta vez en desalojos forzosos", ha denunciado la asesora de información y asistencia legal del NRC, Evelyn Aero.
"Muchas de estas familias se vieron forzadas a marcharse sin aviso previo o con poca antelación", ha denunciado, incidiendo en que "algunos han sido desalojados varias veces, sin un debido proceso. "Esto es injusto y viola sus derechos", ha defendido Aero.
La persistente violencia, junto con la sequía del año pasado y las inundaciones registradas este año han provocado una migración masiva hacia las ciudades, según la ONG, donde la ya de por sí crítica situación de alojamiento se ha visto agravada, ya que apenas hay terrenos públicos disponibles para nuevos asentamientos.
Muchos de los que terminaron en chabolas en terrenos públicos o particulares han sido desalojados en Mogadiscio debido a un 'boom' en la construcción, mientras que quienes ocupan edificios públicos ruinosos también se arriesgan a ser desalojados, ya que muchos están siendo reconstruidos, ha explicado la ONG, que denuncia que la mayoría de los desalojos se hace sin el debido proceso y sin aviso previo.
Los más de 204.000 desalojados forzosamente hasta julio suponen casi el doble de lo 122.000 que habían corrido la misma suerte en el mismo periodo de 2017 y superan el total registrado durante todo el año anterior.
"Las autoridades somalíes y los propietarios de terrenos deben proteger los derechos de los ciudadanos a un refugio y vivienda adecuados", ha defendido la responsable del NRC, subrayando que "las familias desplazadas no deberían ser obligadas a abandonar sus refugios sin un lugar donde ir".
Igualmente, Aero ha reclamado que se siga el debido proceso y se avise con tiempo suficiente, con el fin de que las familias puedan reasentarse "con dignidad". Además, se les debe reasentar en lugares donde puedan acceder a un refugio decente y ayuda humanitaria.
Según NRC, aunque el Gobierno somalí ha tomado nota de la crisis y adoptado algunas medidas para atajar el problema, "hacen falta más esfuerzos", incluida la mejora del acceso a terrenos para familias desplazadas y el fortalecimiento de la protección de los desplazados.
Entre quienes han sido desalojados a la fuerza está Fadumo Noor, embarazada y madre de cuatro hijos. "Este es el peor desalojo al que me he enfrentado", ha contado a NRC, después de haber sufrido un total de cuatro. Según ha explicado, estaba en el funeral de su tío cuando se produjo el desalojo y al regresar "vi a todos mis hijos fuera, con restos de nuestro refugio y pertenencias en sus manos". "No nos advirtieron de antemano", ha asegurado.
Halimo Sidow también se encontró a sus hijos en la calle tras el último desalojo. "Me había enfrentado a desalojos dos veces antes, sin embargo, esos los esperábamos", ha lamentado la mujer, que tiene ocho hijos y huyó con su familia a Mogadiscio de la sequía en la región de Baja Shabelle.