Más de un tercio de las chicas en el sur de Asia dejan de ir a la escuela durante el periodo, a menudo porque carecen de acceso a aseos o compresas, y muchas no reciben ningún tipo de educación sobre la menstruación antes de llegar a la pubertad, según un estudio publicado por WaterAid y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
La mayoría de los países en la región no alcanzan el estándar de un aseo por cada 25 niñas establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que dificulta que las escolares puedan asistir a clase mientras tienen el periodo. En un distrito de Nepal hay solo un aseso por cada 170 niñas, según el documento.
"Las chicas tienen un derecho irrevocable a la educación, que se pierde si se sienten incapaces de asistir a clase porque carecen de productos sanitarios o aseos limpios y privados en la escuela", subraya el director ejecutivo de WaterAid, Tim Wainwright. "Los gobiernos simplemente tienen que garantizar que cada escuela cuenta con agua potable, aseos decentes y una buena higiene", agrega.
La educación sobre la menstruación es una tarea pendiente en la región, según el informe. En Sri Lanka, dos tercios de las chicas han asegurado que no han recibido información antes de comenzar a tener el periodo. Eso puede ser perjudicial en una región en la que los tabúes en torno a la menstruación ya existen, incide Thérèse Mahon, coautora del informe.
"Las chicas tienen un derecho irrevocable a la educación, que se pierde si se sienten incapaces de asistir a clase porque carecen de productos sanitarios o aseos limpios y privados en la escuela"
"Las chicas a menudo se dirigen a sus madres y profesoras en busca de apoyo, pero si estas carecen de la confianza y la información, podrían perpetuar los tabúes", subraya Mahon, directora del programa de WaterAid en la región, lamentando que se suele percibir el periodo "como un secreto sucio".
Algunas culturas del sur de Asia consideran que la mujer es impura durante la menstruación, periodo durante el que se les prohíbe acudir a los templos, se les somete a dietas específicas o se les obliga a vivir en aislamiento. A menudo, se enfrentan a discriminación social, problemas de salud reproductiva y a una baja autoestima debido a la falta de concienciación sobre su periodo.
El asunto rara vez se aborda abiertamente y el silencio hace que las chicas mantengan su ignorancia y se vean sujetas a la exclusión social, según los activistas en la materia. Muchas terminan sufriendo infecciones y enfermedades dado que no son informadas de antemano sobre el proceso psicosocial y las prácticas de higiene a seguir.
Varios países del sur de Asia han comenzado a añadir información sobre la menstruación en sus currículos escolares pero el informe, lanzado con motivo del Día Mundial de la Higiene Menstrual, que se celebra el 28 de mayo, apunta a que aún hay mucho por hacer.
"Acabar con el estrés asociado con la menstruación puede ayudar a chicas y chicos a contribuir más al mundo que hay a su alrededor", ha indicado a Thomson Reuters Foundation el director regional de UNICEF, Jean Gough.