En estos días, investigadores de la Fundación Centro de las Nuevas Tecnologías del Agua (CENTA), centro de investigación promovido por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación de Territorio junto a otras entidades públicas y privadas líderes del sector del agua andaluz, realizan una doble misión en tierras salvadoreñas.
En el marco del Convenio de colaboración firmado en 2015 entre el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno de El Salvador y el CENTA para el desarrollo de actuaciones para el fortalecimiento de capacidades en materia de investigación y tecnologías de saneamiento agua y reúso, se está llevando a cabo una nueva acción formativa en estos días. En esta ocasión, la capacitación está orientada hacia los operadores y supervisores de Plantas de Tratamiento de Agua Residuales de la Sub-cuenca del Río Sucio, tanto de instalaciones industriales como municipales.
Las acciones de capacitación forman parte de un extenso conjunto de actividades englobadas en el mencionado convenio, que abarcan desde diagnósticos y propuestas de rehabilitación de diferentes Plantas de Tratamiento urbanas, hasta el desarrollo de un Plan de Mejora para la operación y mantenimiento de las líneas de tratamiento de las principales industrias de la subcuenca del Río Sucio.
El CENTA, con su más de 20 años de experiencia, participa desde hace tiempo en numerosos proyectos relacionados con agua y saneamiento en la región centroamericana, convirtiéndose en claro ejemplo de transferencia de conocimiento generado en Andalucía.
De manera simultánea, se está llevando a cabo una visita técnica, en este caso orientada a la transferencia de tecnología, en el marco del proyecto “Evaluación de alternativas de saneamiento sostenible para el medio rural e implementación en el municipio de Cuisnahuat, El Salvador”, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación al Desarrollo (AACID). Dicho proyecto pretende demostrar qué soluciones para el tratamiento de aguas residuales son viables con miras a favorecer el acceso a un saneamiento adecuado en el municipio de Cuisnahuat, departamento de Sonsonate, El Salvador.
El CENTA, con su más de 20 años de experiencia, participa desde hace tiempo en numerosos proyectos relacionados con agua y saneamiento en la región centroamericana, convirtiéndose en claro ejemplo de transferencia de conocimiento generado en Andalucía
El saneamiento y depuración de las aguas residuales es un proceso complejo y costoso cuanto mayor es el grado de dispersión de la población. Para proveer de un servicio de saneamiento sostenible a las pequeñas poblaciones no existe una sola tecnología ni una única solución ya que cada solución debe ser adaptada al entorno ambiental, social y económico de cada caso.
Por otro lado, la zona de actuación del proyecto, por su propia localización geográfica, su tamaño y grado de desarrollo, presenta una problemática específica que dificulta la provisión de los servicios de saneamiento y depuración.
En este contexto, se propuso realizar el seguimiento de las instalaciones de tratamiento implementadas en el marco del proyecto ya finalizado: “Aplicación de tecnologías apropiadas de saneamiento para el desarrollo humano sostenible en El Salvador” (financiado por la AACID, en su convocatoria de 2010), así como la implementación de nuevas infraestructuras de tratamiento de aguas residuales que amplíen el abanico de tecnologías sostenibles y viables en la zona de actuación. Esto permitirá evaluar la aplicabilidad en la región de una serie de sistemas de tratamiento de depuración de aguas residuales proporcionando así un abanico de tecnologías apropiadas para el saneamiento en pequeñas poblaciones del área rural de El Salvador, de forma que en función de los condicionantes que presente el área de actuación, se disponga de una alternativa viable que permita dar solución a los problemas de saneamiento en la zona.
El tratamiento de las aguas residuales generadas permitirá disminuir la contaminación de la zona, proporcionando una mejora significativa en las condiciones higiénico-sanitarias (descenso en la propagación de enfermedades gastrointestinales de origen hídrico) como ambientales (disminución de la aparición de olores nauseabundos y contaminación visual de la zona), lo cual impactará positivamente en el desarrollo de la zona.
El CENTA, plenamente consciente de los efectos que la carencia de acceso a una fuente segura de agua potable y al saneamiento básico tiene para la salud de las personas, la reducción de la pobreza, el desarrollo económico y social, mantiene un firme compromiso por contribuir a los objetivos establecidos por las resoluciones de Naciones Unidas.
Desde el convencimiento de que la ciencia es también un instrumento en la lucha contra la pobreza, así como de que el conocimiento resulta decisivo para el desarrollo de los países pobres, CENTA lleva más de 20 años poniendo sus conocimientos al servicio de los más desfavorecidos, desarrollando tecnologías apropiadas para contextos con importantes carencias técnicas, económicas y sociales.