A menudo pensamos que nuestras playas son como piscinas, cuando en realidad se trata de ecosistemas naturales donde interactúan diversas especies animales y vegetales, además de ser lugares sometidos a posibles alteraciones de la calidad del agua. Muchas veces nos asustamos cuando divisamos espumas extrañas u otros elementos que de manera natural pueden aparecer en este ámbito, y en otras ocasiones ponemos el grito en el cielo cuando detectamos desechos flotando cerca de nosotros.
La Agencia Catalana del Agua lleva cerca de 40 años controlando la calidad de las aguas de baño. En estas cuatro décadas, la calidad del agua de las playas ha experimentado una mejora sustancial (ganando cerca de 70 puntos en la proporción de zonas de baño con calidad excelente), fruto de la puesta en servicio de sistemas de saneamiento costeros, la mejora cualitativa de ríos y arroyos, el cierre de vertederos y a la actividad de inspección y control en industrias y establecimientos para evitar vertidos al medio hídrico.
Esto ha provocado que en los últimos años la calidad del agua de baño de las playas haya obtenido más del 90% de media de calidad excelente. Esto significa que los parámetros analizados (escherichia coli y enterococos intestinales) se encuentran dentro de los límites que fija la ley y, por lo tanto, se garantiza la salubridad en el baño.
Asimismo, la Agencia Catalana del Agua ha impulsado una comisión de playas transversal y colaborativa entre los ayuntamientos con playas en Cataluña y las principales administraciones actuantes y/o con competencias en este ámbito (Protección Civil, Servicios de Salvamento y Socorrismo, la administración de Costas de la Generalitat, diputaciones, etc.) que ha permitido una gestión adaptativa de la calidad de las zonas de baño en este país, y ha colaborado a explicar y hacer pedagogía respecto a los fenómenos naturales que se pueden dar el litoral (espumas o mucílagos naturales, aparición de medusas, etc.). Asimismo también ha permitido actuar con diligencia hacia episodios puntuales de alteración de la calidad (por vertidos tierra-mar o desde mar), y ha alcanzado un compromiso recíproco entre la Agencia Catalana del Agua y los órganos locales de gestión de las zonas de baño.
En playas cercanas a desembocaduras de cursos fluviales, se puede alterar la calidad en caso de registrarse lluvias intensas. La calidad se recupera transcurridas entre 24 y 48 horas
Alteraciones de la calidad
Cataluña vive condicionada por el clima mediterráneo, que alterna largos periodos de estiaje con episodios de lluvias cortas pero de intensa duración. Esto provoca que en aquellas playas ubicadas cerca de desembocaduras de cursos fluviales se puedan producir alteraciones de la calidad del agua en caso de lluvias intensas, que literalmente barren los residuos amontonados en el suelo y dentro de colectores hacia el mar. Esta alteración se debe a la irrupción repentina de agua dulce que arrastra diferentes tipos de residuos, que provoca la presencia de materia orgánica (vegetación, arenas), y también a la llegada de residuos de origen urbano.
Este fenómeno, que es inevitable en aquellas zonas de baño cercanas a cursos fluviales, provoca la alteración puntual de la calidad del agua, que habitualmente se recupera transcurrido un periodo de entre 24 y 48 horas, dependiendo de las características de la zona de baño.
También hay casos en que la alteración del agua puede venir provocada por una incidencia en un sistema de saneamiento, un vertido incontrolado o bien por una incidencia en alta mar. En estos casos, y siempre que la incidencia provenga de tierra, la ACA investiga el origen del problema para resolverlo y efectúa diversas analíticas para corroborar la recuperación de la calidad. Esta información se dispuesta al público prácticamente en tiempo real a través de la web y de aplicaciones móviles (PlatgesCat) para mejorar la seguridad de los usuarios de las zonas de baño.
Fenómenos naturales
A menudo hay bañistas que detectan extrañas manchas, espumas o coloraciones verdosas en las playas que sin lugar a dudas lo atribuyen a algún vertido. En la mayoría de los casos, estos fenómenos son de origen natural y suelen ser proliferaciones de fitoplancton, que no son nocivas para los bañistas y que otorgan al agua una coloración verdosa. Este hecho sobre todo se produce en playas con poca agitación del agua y con una temperatura elevada del agua. También ocurre lo mismo con la presencia de espumas, que en muchas ocasiones también son causadas por fenómenos naturales. Las playas son ecosistemas naturales, donde interaccionan un gran número de organismos (no sólo peces), y eso siempre hay que tenerlo en cuenta.
La presencia de residuos
En las playas podemos encontrarnos fenómenos naturales (espumas, proliferaciones de fitopláncton) y también residuos de origen humano como plásticos
Uno de los grandes problemas ambientales de nuestro planeta es la presencia de residuos en el mar, principalmente plásticos. Además de ser una grave amenaza para las especies animales que habitan en nuestros océanos (confunden plásticos con alimentos y esto les puede provocar la muerte o bien alteran su ADN), también genera presencia de plásticos en las zonas de baño mientras nos estamos bañando. A pesar de la molestia e indignación que esto nos pueda ocasionar, hay que tener en cuenta que es responsabilidad de todos y todas gestionar de manera adecuada los residuos, evitando que su lanzamiento en zonas naturales (como por ejemplo arroyos) y que acaben llegando a la playa. Si solemos tener todos / as unos hábitos correctos en la gestión de residuos, llegará un día en que la presencia de desechos en las zonas de baño disminuirá de manera importante.
Síntesis de cerca de 40 años de conocimiento
En 2016 se contabilizaron 80.000 consultas a PlatgesCat, un 40% más que en el verano anterior
La experiencia de nuestro litoral por parte de la ACA se ha sintetizado en la aplicación para móviles PlatgesCAT, una herramienta disponible en siete idiomas que aporta información detallada sobre cerca de 300 playas.
La plataforma, en funcionamiento por cuarto verano consecutivo, proporciona información sobre la calidad sanitaria del agua, la previsión de posibles alteraciones de la calidad del agua de baño, la bandera de seguridad, la temperatura y la posible presencia de medusas, entre otros.
Además, dispone de datos como la pendiente de entrada al agua, el tipo de arena, puntos de interés cerca de la playa, entre mucha más información de interés para el usuario de las playas.